Solo el sector agrario resiste en Castilla y León

El sector agrario de Castilla y León es “estratégico”, es esencial para al abastecimiento alimentario de calidad y se erige en motor económico de primer orden, cuando sigue en expansión en plena crisis mientras el resto de sectores se contraen. El número de empresas cotizantes a la Seguridad Social y sus asalariados crecieron exclusivamente en julio dentro del sector primario y retrocedieron en el resto de actividades, lo que revela un papel básico de la agricultura y la ganadería para la recuperación.

El Gobierno constata en su estadística, recogida por Ical, que el pasado mes de julio, había en Castilla y León, 67.604 empresas cotizantes a las Seguridad Social, lo que supone una merma del 3,4 por ciento respecto al mismo periodo de 2019, con 2.397 actividades menos. Asimismo, el número de asalariados a los que empleaban esas empresas ascendió a 636.679 en el séptimo mes del ejercicio, que suponen una bajada del tres por ciento, con una pérdida de 19.545 empleos.

Bajando al detalle, el comportamiento va por barrios. Así, el número de empresas del sector agrario se situaron en 6.082, lo que representa que operaban 74 más que un año antes con un aumento del 1,2 por ciento. Además, estas empresas primarias empleaban a 25.115 trabajadores, con un crecimiento del mismo porcentaje (1,2 por ciento), con 288 puestos más.

Sin embargo, en el sector servicios se perdieron 1.962 actividades en el mes de análisis en relación al año anterior, con una merma porcentual del cuatro por ciento, hasta las 47.499 empresas. Asimismo, el terciario vio desaparecer 15.808 puestos de trabajo, con una caída del 3,4 por ciento, hasta los 444.047 asalariados.

La construcción también sufrió un duró revés, con 7.261 empresa activas en julio, que supone 384 menos que en 2019 por las mismas fechas, y un recorte relativo del cinco por ciento. Los trabajadores del sector ascendieron a 38.279, con 1.649 menos y una bajada del 4,1 por ciento.

Por último, el sector industrial aguantó mejor pero también vio desaparecer el 1,8 por ciento de sus empresas (125), hasta las 6.762. Los empleos industriales mermaron en 2.376 en el periodo, con una rebaja del 1,8 por ciento, hasta los 129.238.

Provincias

Por provincias, León sumó el 25,3 por ciento del cierre de empresas de la Comunidad (607)en julio; mientras que Burgos encabezó la pérdida de empleo, con el 24,3 por ciento del total (4.766) de Castilla y León.

En relación a las actividades, el número de empresa bajó en León (12.551), un 4,6 por ciento; en Zamora (5.352), un 3,6 por ciento; en Ávila (5.160), un 3,5 por ciento; en Salamanca (10.123), un 3,3 por ciento; en Palencia (4.853), un 3,2 por ciento; en Burgos (10.710) y Valladolid (15.162), un tres por ciento, en ambos casos; en Segovia (5.541), un 2,1 por ciento; y en Soria (2.996), un 0,9 por ciento.

En cuanto a los asalariados, bajaron en Burgos (107.540), un 4,2 por ciento; en Palencia (44.833), un 3,6 por ciento; en Segovia (41.688), un 3,5 por ciento; en Salamanca (80.566), un 3,4 por ciento; en Zamora (35.032), un 2,7 por ciento; en Ávila (34.044), un 2,4 por ciento; en Soria (28.011), un 2,1 por ciento; y en Valladolid (158.986), un 1,9 por ciento.