Covid

Semana clave para no “estropear” la Navidad

El Gobierno autonómico reforzará las inspecciones los próximos siete días para garantizar el cumplimiento de las normas y mantener la buena tendencia

Sanidad asegura que el reto de la Atención Primaria es devolver a los pacientes crónicos y pluripatológicos al primer plano asistencial
Sanidad asegura que el reto de la Atención Primaria es devolver a los pacientes crónicos y pluripatológicos al primer plano asistencialNacho GallegoAgencia EFE

Castilla y León reforzará desde este lunes las inspecciones en las empresas así como los controles en las calles y plazas y en la carreteras de la Comunidad, para concienciar a la población de la importancia de cumplir las normas para evitar la expansión de la covid.

Así lo avanzaba ayer el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, quien volvía a apelar a la responsabilidad individual y colectiva en estos días previos a la Navidad «para no estropear todo el esfuerzo que se está haciendo para contener al virus».

Entre las medidas que se mantienen en vigor están el toque de queda a las diez de la noche y entre las seis de la mañana, así como el cierre perimetral de la Comunidad hasta el 10 de enero. El resto de restricciones tienen que ver con las limitaciones en reuniones de personas, empresas, iglesias o en la hostelería que, salvo en la ciudad de Burgos, pueden abrir terrazas e interiores solo el 33 por ciento del local al estar en nivel 4 de alerta, que se eleva al 50 por ciento en el tres, donde ya están Segovia y Ávila y el martes entrará Salamanca.

Si bien, según destacaba Igea Burgos «está mejorando de forma espectacular y pronto habrá buenas noticias». Y es que las sensaciones son buenas en toda la Comunidad, que continúa progresando adecuadamente en esta guerra particular que libra contra este virus invisible que parece no tener fin y que sigue muy presente entre nosotros.

Los datos son esperanzadores, ya que Castilla y León contabilizaba este domingo 226 nuevos contagios, lo que supone un descenso importante respecto al sábado, cuando se detectaron 506 positivos. Además, los brotes bajan en once hasta los 227, con 3.156 personas vinculadas a alguno de ellos. Valladolid, con 60 focos abiertos y 719 personas en cuarentena, y Burgos, con treinta y 621 implicados, son las provincias con más brotes.

La tasa de incidencia acumulada sigue bajando y se sitúa en los 235 casos por cada cien mil habitantes en catorce días, y en 84 en la última semana.

Y otro indicador positivo es la presión hospitalaria, que también es cada vez menor. De hecho, hay 670 personas enfermas de covid ingresadas en planta y otras 164 en las unidades de críticos. La ocupación media entre todos los hospitales públicos de la Comunidad de pacientes covid en estas UCIs es del 50 por ciento en estos momentos.

El Hospital Río Hortega de Valladolid, con 56 y 29 pacientes en planta y en las UCI respectivamente, y un 88 por ciento de ocupación en las unidades de críticos es el que más presión hospitalaria tiene, mientras que en Burgos, el porcentaje baja al 86 por ciento, con 127 enfermos de covid en planta y 36 en las UCI.

La peor noticia es la elevada letalidad que sigue mostrando el virus que ayer se lleva la vida de otras 17 personas, dieciséis de ellas en los hospitales públicos de la Comunidad (cinco en Burgos; cuatro en León; dos en Palencia y Zamora; y uno en Ávila, Salamanca y Segovia), y una más en una residencia de mayores.

«Queda poco más de una semana para que llegue la Navidad», recordaba Igea, al insistir en la necesidad de cumplir las normas y «respetar la vida».