Cultura
No ha sido este último año fácil para nadie en esta Comunidad ni para la gran mayoría de los sectores económicos. Tampoco para los libreros, que están sufriendo igualmente las limitaciones y restricciones, entre ellas un cierre de tres meses por el confinamiento domiciliario, de una crisis sanitaria sin precedentes que les mantiene en jaque y constante incertidumbre e inseguridad hacia lo que esté por venir aún y que les ha provocado pérdidas millonarias. De hecho, se calcula desde la Federación de Cámaras del Libro de España que estas han superado los mil millones de euros. en todo el país.
Un gremio que vive también de una economía prácticamente de subsistencia, en los que el que más y el que menos va tirando de ahorros o de algún crédito que ha tenido que pedir mientras esperan también la llegada de las ayudas a los autónomos y sectores afectados por parte de las administraciones que se han anunciado esta semana que termina.
Pero no todo son malas noticias en este gremio, que vende también sueños e ilusiones por cuanto la lectura de un libro es también eso, donde empiezan a ver la luz al final del túnel.
De hecho, en Valladolid, el gremio de libreros está satisfecho porque el Ayuntamiento haya recuperado la primavera, y concretamente el mes de junio, para celebrar la próxima edición nuevamente en la Plaza Mayor, el ágora de la ciudad, de la Feria del Libro, en la que será la 54 edición, -la anterior se llevó a cabo en octubre debido a la pandemia-, pero siempre y cuando la situación sanitaria lo permita.
“La verdad es que es una gran noticia y estamos muy contentos ya que, además, junio es un mes en el que los días son más largos, las temperaturas son buenas y la gente sale más a la calle”, destaca a LA RAZÓN Miguel Ángel Hernández,presidente del gremio de libreros de Valladolid, quien avanza que están trabajando ya en una feria atractiva, que contará con nuevas actividades complementarias, aunque sin perder la esencia de lo que es una feria del libro, en cuanto al contacto con el lector a través de presentaciones, homenajes y firmas de autores, así como la realización de charlas y debates o la programación infantil que se reforzará también.
“Pero todo ello si este coronavirus nos deja”, advierte el también responsable de la Librería Los Arcos de Valladolid, quien confía en poder realizar todas las actividades en abierto y sin limitaciones de aforo y pone en valor que, de llevarse a cabo sería la primera Feria del Libro en España este año.
Cuenta Miguel Ángel que esta actividad es muy importante para los libreros por cuanto supone un espaldarazo a sus ventas, menguadas este pasado año por la pandemia, pero también porque es un escaparate privilegiado para estar cerca del lector y que les conozcan. “El 2020 ha sido muy malo y solo los tres meses que tuvimos que cerrar entre marzo y mayo han supuesto pérdidas de un 25 por ciento de la facturación y recuperarlo es muy complicado”, lamenta.
Si bien, y estas es otra buena noticia, asegura que este año están empezando a levantarse un poco, a pesar de que no pueden realizar las presentaciones de libros presenciales con los autores, que es uno de los focos que tienen de venta.
“La gente está volviendo a las librerías y nos considera de nuevo un sector importante y primordial, que da un servicio que necesitan”, asegura este librero, quien destaca también el aumento de las ventas on line, pese a la competencia desleal que han sufrido en los tres meses que han estado cerrados por plataformas como Amazon.
De hecho, cuenta que durante el confinamiento la policía le paró cuando iba a repartir unos libros a un domicilio y le advirtió que no podía estar en la calle, cuando los repartidores de estas grandes plataformas sí que podían. “Fue un agravio comparativo y una tremenda injusticia”, apunta. Al hilo de esto, cabe recordar que hubo otros librerías de la ciudad, como Margen u Oletvm que tienen sistema de venta online y que renunciaron a ella por solidaridad hacia el resto.
También destaca el presidente de los libreros vallisoletanos el incremento de las ventas de libros entre la población juvenil y los más pequeños de la casa.
“Las mujeres y los jóvenes son los que más compran y, además, preguntan y se interesan por las novedades ya que quieren que les aconsejes, pero también cada vez hay más niños que se inician en la lectura, quienes en esta pandemia y al estar más tiempo en casa han tenido más oportunidades y disponibilidad para leer”, señala Miguel Ángel, que asegura tener las ilusiones renovadas ante un futuro aún incierto pero que se empieza a ver con más esperanza.