Sociedad

«Donar sangre nos hace ser una sociedad mejor»

A sus 27 años, la vallisoletana Elizabet Arija ha donado 38 veces y tiene claro que es una responsabilidad «que debía asumir»

Elizabet Arija, joven vallisoletana donante de sangre
Elizabet Arija, joven vallisoletana donante de sangreLa RazónLa Razón

En plena lucha contra la pandemia del coronavirus, al que poco a poco se le va ganando la batalla, este lunes se celebra el Día Mundial del Donante de Sangre.

Una jornada que este año tiene a los jóvenes como protagonistas y principales destinatarios de la misma, a quienes se quiere dar visibilidad en busca de su complicidad para con este gesto solidario y altruista que salva vidas, y, además, asegurar el suministro de sangre y sus derivados. Y es que cada día se necesitan alrededor de 450 donaciones para que los hospitales puedan seguir funcionando con normalidad.

Una de estas jóvenes a quien no hace falta implicar porque ya lo está desde hace casi una década es la vallisoletana Elizabet Arija que, a sus 27 años, ya ha donado sangre 38 veces, la última este viernes pasado. Una joven inquieta y comprometida con una causa que heredó de sus padres, también donantes, y que va más allá de dar su sangre, plaquetas o plasma para ayudar a los demás, como es su caso.

De hecho, no solo es voluntaria en la Hermandad de Donantes de Valladolid desde hace nueve años -algo en lo que también ha seguido el ejemplo de su madre-, sino que, además, ha participado en un estudio del Centro de Hemoterapia y Hemodonación de Castilla y León para pacientes que han pasado la covid para donar su plasma con anticuerpos a enfermos graves. «Donar sangre es una responsabilidad que siempre he tenido claro que debía asumir, porque es algo que mi cuerpo genera y que gracias a ello puedo salvar hasta tres vidas», señala Elizabet LA RAZÓN, quien lanza un mensaje en este día de agradecimiento a los que donan por su generosidad, e invita a los que aún no se han decidido a que lo hagan «para lograr una sociedad mejor» y porque «nunca se sabe quién podrá necesitar sangre».

Al respecto, advierte de que mucha gente no dona por desconocimiento, ya que hay mucha gente que piensa que solo hace falta sangre para accidentes de tráfico y no sabe realmente los fines y para qué sirven las bolsas que se recogen.

Pese a ello, destaca la solidaridad de Castilla y León y, sobre todo, durante esta crisis sanitaria y cuando todo estaba paralizado mientras los hospitales seguían funcionando con gran presión. «La gente ha sido consciente de ello y las donaciones han crecido, lo que demuestra el compromiso que ha habido y hay», apunta.

Como voluntaria de la Hermandad de Valladolid, su labor consiste en apoyar en todo lo que necesite la organización, desde participar en colectas de sangre, dar charlas en colegios para concienciar y sensibilizar a los niños mediante juegos de la importancia de donar e incluso representa a esta organización en el Consejo de la Juventud local, lo que da fe de su inquietud social.

Se necesita sangre A+, A- y 0-

Castilla y León es una Comunidad solidaria que siempre está ahí para echar una mano cuando se la necesita, como suele ocurrir en el caso de la sangre. Durante el 2020, el Centro de Hemoterapia y Hemodonación solo redujo el 1,5 por ciento de las donaciones durante el pasado 2020 a pesar de la pandemia, las restricciones o los colapsos sanitarios y el miedo de la gente a salir de casa.

Entre enero y mayo de este año las donaciones han aumentado un 13,2 por ciento hasta las 42.509 mientras que las colectas lo han hecho más de un 24 por ciento. Si bien, cuando se habla de sangre nunca es suficiente y cada día hacen falta unas 450 bolsas para asegurar el buen funcionamiento de los centros hospitalarios. Y se necesita de todos los tipos, aunque en estos momentos los que más urgen son de los tipos A+, A- y 0-, según informan desde la Consejería de Sanidad.