Sanidad
Investigadores del Centro del Cáncer de Salamanca relacionan el gen SNAI2 con la progresión del cáncer de mama
El grupo dirigido por Jesús Pérez Losada y de Sonia Castillo Lluva, de la Complutense de Madrid, comprueba los efectos de la sobreexpresión de este gen en el estroma tumoral
Un estudio recientemente publicado en la revista Cancer Research por los grupos de Jesús Pérez Losada, del Instituto de Biología Molecular y Celular del Cáncer de Salamanca, y de Sonia Castillo Lluva, de la Universidad Complutense de Madrid, relaciona el gen SNAI2 con la prograsión del cáncer de mama. De hecho, en un modelo de ratón que genera esta patología, los autores demuestran que “la ausencia de SNAI2 en el estroma tumoral hace que este se active con más dificultad y cumpla peor su función”.
Según aclaró este miércoles el CIC a través de la Usal, esto se traduce en “una mayor dificultad del tumor para crecer, con una menor proliferación de las células tumorales”. Más aún, si se somete a ese estroma a un estrés funcional, es decir, “se le pide” que aumente todavía más su función, lo que se consigue incrementando la actividad oncogénica de las células tumorales, entonces incluso se observa “un defecto en la metastatización tumoral”.
“Ciertamente, a SNAI2 se le había relacionado previamente con la diseminación tumoral cuando está activo en las propias células tumorales, pero en este trabajo se demuestra que la insuficiencia estromal por la pérdida de SNAI2 también se asocia a un defecto en la diseminación tumoral. Todos estos resultados sugieren que la inhibición de SNAI2 en el estroma podría ser una diana terapéutica de utilidad para el tratamiento del cáncer de mama”, según explicó Jesús Pérez Losada.
Desde el punto de vista práctico más inmediato, el nuevo estudio también demuestra que el aumento de expresión de SNAI2 en el estroma de tumores de las pacientes con cáncer de mama, se asocia a “mal pronóstico” en un subgrupo de ellas, en concreto, en las portadoras de tumores luminales B que son a la vez HER2-positivos.
En este marco, la información del CIC recordó que, globalmente, hay cuatro grandes grupos moleculares de cáncer de mama, según el patrón de genes que expresan: luminales A, luminales B, enriquecidos en HER2 y basales. Esta clasificación de los tumores de mama tiene implicaciones prácticas “muy importantes”, porque según el subtipo intrínseco de tumor, tienen a priori “mejor o peor pronóstico” y requieren de un tratamiento “más o menos agresivo”. Esta clasificación ha sido esencial para permitir en los últimos años una práctica clínica “más personalizada” en el tratamiento del cáncer de mama.
En este sentido, según señaló Sonia Castillo Lluva, en este estudio se demuestra que “las pacientes portadoras de tumores de mama que son a la vez luminales B y HER2 positivos se pueden dividir en dos grupos, según el grado de expresión de la proteína SNAI2 en el estroma tumoral”. Así, las pacientes portadoras de tumores con niveles altos de SNAI2 en el estroma se asocian a “una peor evolución de la enfermedad”. “Ello no quiere decir que la sobreexpresión de SNAI2 en el estroma no esté participando en el crecimiento de otros subtipos de cáncer de mama; pero sí que su sobreexpresión donde más repercusión parecería tener a nivel clínico, hasta el punto de llegar a afectar incluso a la evolución y pronóstico de las pacientes, es en las portadoras de este subtipo tumoral, luminal B y HER2 positivo”, según especificó.
El trabajo ha sido posible gracias a la colaboración con investigadores de la Universidad Complutense de Madrid, del Instituto de Investigaciones Sanitarias San Carlos de Madrid, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Salamanca (Departamento de Cirugía), grupo de Bioinformática del IBMCC y de los Servicios de Oncología y de Anatomía Patológica del Hospital Universitario de Salamanca (IBSAL), de la Universidad de Juntendo de Tokio y del Maine Medical Center Research Institute de EE. UU.
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