Sociedad

El Ayuntamiento de Valladolid crea un “humedal eléctrico” en el Parque Patricia del barrio de Pajarillos

Permite la generación de energía eléctrica a partir de la degradación de la materia orgánica contenida en el agua

El alcalde de Valladolid, Óscar Puente, visita el barrio de Pajarillos
El alcalde de Valladolid, Óscar Puente, visita el barrio de Pajarilloscarlos arranzAgencia ICAL

El alcalde de la ciudad, Óscar Puente, y los concejales de Movilidad y Espacio Urbano, Luis Vélez y de Innovación, Desarrollo Económico, Empleo y Comercio, Charo Chávez, visitaron otra de las intervenciones del proyecto europeo URBAN GreenUP. En concreto, se trata de un electro-humedal o humedal eléctrico, ubicado en el barrio de Pajarillos de la ciudad.

Este electro-humedal (llamado también electrowetland, en inglés), es una tecnología innovadora híbrida entre un humedal artificial y un sistema biológico y químico. Por un lado, el electro-humedal consiste en un sistema para el tratamiento del agua residual mediante técnicas naturales, es decir, un humedal artificial. Pero, además, permite generar energía eléctrica a partir de la degradación de la materia orgánica contenida en el agua que lo alimenta.

El humedal se encuentra en el trazado del llamado Corredor verde de URBAN GreenUP, una vía ciclista re-naturalizada que permite cruzar la ciudad de oeste a este, desde el estadio Zorrilla, hasta la entrada del río Esgueva. La tecnología de este innovador sistema fue diseñada por el centro tecnológico LEITAT, que se ubica en Terrassa (Barcelona), y que son socios del Ayuntamiento de Valladolid en el proyecto europeo.

Con unos 50 metros cuadrados de superficie es un proyecto “piloto” único en el mundo. El centro tecnológico LEITAT ha desarrollado un prototipo en sus instalaciones probando distintos materiales constructivos y cuyas conclusiones han servido para desarrollar la mejor solución para Valladolid, donde se ha ejecutado a escala real. Esta experiencia piloto no se ha realizado en ninguna otra localización con las dimensiones y las características de Valladolid.

El objetivo que tiene esta innovación es implementar una experiencia piloto en el ámbito real urbano, para determinar la eficiencia del sistema ‘electrowetland’ y valorar su idoneidad de generación de electricidad y depuración de agua residual. Si los resultados obtenidos son favorables, se estudiará la posibilidad de usar el agua depurada para el riego de la zona ajardinada. Para ello, el sistema se monitoriza en continuo en cuanto a la generación de electricidad, humedad y temperatura. Y la empresa municipal Aquavall realiza semanalmente análisis de calidad de las aguas, antes y después del sistema.

Lo que los ciudadanos pueden ver a nivel de calle es el elemento principal del sistema, el propio humedal eléctrico, en el que se han plantado plantas de la especie común carrizo. Pero el espacio va más allá que una nueva zona verde ajardinada.

El proyecto europeo URBAN GreenUP, coordinado por el centro tecnológico CARTIF, ha permitido ya implementar algunas otras intervenciones de renaturalización en el centro de la ciudad; como son la cubierta vegetal sobre las marquesinas de Plaza España, el jardín vertical en la fachada de El Corte Inglés, o los toldos vegetales para sombra y alumbrado eficiente en la calle Santa María.

Todas estas intervenciones ejecutadas en Valladolid tienen el objetivo de servir de demostradores de la eficacia de las soluciones basadas en la naturaleza, y han sido financiadas con fondos europeos Horizonte 2020. Este tipo de acciones e intervenciones “verdes” y “azules” contribuyen a que las ciudades sean más sostenibles, no sólo desde el punto de vista ambiental sino también económico y social. En esta línea, Valladolid se postula como ciudad demostradora para hacer avanzar nuestra sociedad hacia la sostenibilidad de la mano de la innovación tecnológica.

Calle Pingüino

El Ayuntamiento de Valladolid invierte más de 110.000 euros en la reurbanización de la calle Pingüino en el tramo comprendido entre las calles Cisne y Cigüeña, con una superficie de intervención de 1.380 metros cuadrados, y dando continuidad al otro tramo entre la calle Cigüeña y el Paseo Juan Carlos I que se urbanizó a finales de 2016.

Las obras consistieron, en primer lugar, en la renovación completa del colector de alcantarillado, insuficiente y en mal estado, sustituyéndolo por uno nuevo de cuatrocientos milímetros de diámetro, y nuevos sumideros de recogida de pluviales. Además, se renovó la pavimentación, modificando la sección tipo de modo que se han ensanchado las aceras, pasando en el lado de los números impares de 1,40 a 2,5 metros y la opuesta a un mínimo de dos metros. La primera de ellas se pavimentó con losas de hormigón, mientras que la segunda fue necesario dejarla con un pavimento provisional de hormigón, dado que está incluida dentro del perímetro de actuaciones del Polígono 29 de Octubre y será necesario levantarla para ejecutar todas las canalizaciones que correspondan a los edificios contiguos, aún pendientes de rehabilitar. Asimismo, se rehicieron las “orejas” en las intersecciones, acondicionando los pasos de peatones con rebajes y pavimento táctil.

A pesar de la reducción del espacio dedicado a los vehículos en beneficio de los peatones, se mantuvieron todas las plazas de aparcamiento legales, eliminándose la no autorizadas junto a la plazuela triangular y la posibilidad de doble fila. Tanto en los aparcamientos en línea de dos metros de anchura a ambos lados, como en la calzada de carril único de 3,5 metros, fue preciso reconstruir el firme al completo en más de la mitad de la superficie, y en la totalidad de ésta se ha renovado la capa de rodadura de aglomerado asfáltico en caliente. También se ha renovado la señalización horizontal y vertical.