De Margarida apuesta por volver al “proteccionismo” para garantizar el futuro de las empresas

El presidente del Colegio de Economistas de Valladolid, Palencia y Zamora (ECOVA), Juan Carlos de Margarida, ha apostado por el “proteccionismo” con el fin de garantizar el futuro de las empresas y volver de esta manera al Estado de Bienestar. Así lo ha manifestado, en un acto celebrado en Valladolid, con motivo del IX Día del Economista, que ha servido para poner en valor la figura de esta profesión, así como su importancia para la sociedad en general.

De Margarida ha manifestado, en un encuentro en el que también ha participado el presidente del CES, Enrique Cabero, que “no encontramos ante una crisis insólita, que está provocando resultados inesperados y desconcertantes. En tan sólo unos meses el mundo ha pasado del temor a la deflación al miedo a la inflación creciente, acompañada de una recuperación cada vez más lenta. Nunca la humanidad había paralizado, conscientemente, la actividad económica para preservar la salud a nivel mundial”.

El economista ha analizado que “el resultado ha sido una demanda embalsada y un ahorro forzoso acumulado, cuestiones que irrumpen con fuerza sobre una oferta productiva mermada e incapaz de responder”.

Por lo que respecta a las pensiones, uno de los temas objeto de debate de la jornada, De Margarida ha aseverado que “es uno de los pilares que sustentan el Estado de Bienestar, pero con tres principales problemas, como son el baby boom de los años setenta, la baja tasa de natalidad, así como el retraso en la incorporación al mercado de trabajo con los jóvenes”.

Sobre los concursos de acreedores, el presidente-decano ha pronosticado que “para 2022 el escenario sería el de un mayor incremento de concursos de personas físicas y autónomos, donde este año se han duplicado los de personas físicas y se han incrementado en casi un 67 por ciento los de autónomos, todo ello respecto al año 2019″.

A nivel fiscal, el presidente ha concluido que “lo más tangible es la ley de Presupuestos Generales del Estado, cuyos cambios más relevantes son una nueva reducción de las aportaciones a planes de pensiones individuales, así como el establecimiento de un tipo mínimo sobre la base imponible del Impuesto sobre Sociedades del 15 por ciento”.