Sanidad

Las ucis retoman la lucha contra las infecciones con un nuevo plan que se extenderá a unidades con pacientes vulnerables

Sacyl quiere recuperar los programas zero que habían logrado rebajar hasta en un 70% las tasas de virus y bacterias

UCI en el hospital de Salamanca, donde han fallecido en el último día cuatro personas por coronavirus
UCI en el hospital de Salamanca, donde han fallecido en el último día cuatro personas por coronavirusIcal

La Gerencia Regional de Salud se ha puesto manos a la obra para relanzar los llamados ‘Programas Zero’ que buscan reducir las infecciones más prevalentes en las unidades de críticos de la Comunidad y que con el golpe de la Covid-19 han visto menoscabados los buenos resultados obtenidos desde su puesta en marcha, algunos con rebajas de hasta en un 70 por ciento en las tasas de incidencia.

Para ello, ha lanzado un plan de acción para volver a potenciar estas prácticas y reducir a la mínima expresión las infecciones en las ucis, y que, además, nace con la ambición de extenderse a otras unidades hospitalarias con pacientes potencialmente críticos. En concreto, serán las áreas de reanimación de cuidados postquirúrgicos y las unidades coronarias, y a ellas se sumarán las unidades de hospitalización estándar con pacientes inmunodeprimidos, oncológicos y hematológicos.

Lo avanza a Ical el director general de Calidad e Infraestructuras Sanitarias de Sacyl, Álvaro Muñoz Galindo, quien precisa que los profesionales de las ucis tienen impregnada la cultura de la seguridad y son “muy conscientes” de la importancia de seguir estos protocolos, “con resultados magníficos”.

No en vano, estos proyectos fueron impulsados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), a raíz de la experiencia desarrollada Michigan, por el doctor Peter Pronovost de la Universidad Johns Hopkins.

Los programas se centran en las infecciones nosocomiales más graves y buscan mantener y reforzar la red de ucis que aplican prácticas seguras. En concreto, abordan las infecciones relacionadas con los catéteres centrales en las unidades de críticos; las neumonías asociadas a la ventilación mecánica; frenar la diseminación de bacterias multirresistentes y disminuir las infecciones del tracto urinario asociadas a sonda uretral.

“Desde el año 2009, se había hecho un trabajo muy importante, que la pandemia ha parado”, precisa el director general de Calidad, de ahí la necesidad de un plan de acción que ha comenzado a rodar, con el fin de introducir las prácticas en la rutina diaria de los profesionales. Los materiales ya se han elaborado, y la estrategia aborda la formación y difusión de las recomendaciones a los profesionales de estas unidades y a los de nueva incorporación, a través de los coordinadores de los proyectos de cada unidad y de los Servicios de Calidad y Seguridad de Sacyl, que puede presumir de ser el primero que se creó en una gerencia de salud en toda España, hace ahora 20 años.

El plan incluye el impulso de los programa de higiene de manos, con tres grados de compromiso (inicial, avanzado y excelente) y la difusión de información a través de varios canales. También se exige que los enfermeros que trabajen en las unidades de críticos cuenten con experiencia acreditada; marca el fomento de acciones de mejora continua y rutinas, así como el incremento de las reuniones de seguimiento y coordinación.

El “éxito”, en cifras

En concreto, el proyecto Bacteriemia Zero (BZ), para la prevención de las infecciones relacionadas con los catéteres centrales en las ucis, implicó, desde su puesta en marcha, en 2007, hasta el año previo a la pandemia cuando ya se habían incorporado todas las unidades de críticos de adultos, que la la tasa de incidencia cayera en un 72,46 por ciento. Se trata de una rebaja significativa, si se tiene en cuenta que se estima que la mortalidad atribuible a las bacteriemias relacionadas con catéter es del nueve por ciento y que el aumento de la estancia hospitalaria en los supervivientes es de 19,6 días.

El COVID-19 implicó un descuadre de las cifras. Hasta el punto de superar el objetivo de tres o menos bacteriemias por cada 1.000 días de uso de catéteres venosos centrales (CVC), que se había mantenido por debajo desde 2010, con 1,9. En concreto, se cerró con 3,3, dato similar al de hace 13 años.

En el caso de Neumonía Zero, el proyecto nació para disminuir la tasa de neumonías asociadas a la ventilación mecánica (NAV) en la UCI. Se estima que la mortalidad atribuible a esta infección es del 13 por ciento y que el alargamiento de la la estancia en UCI y en el hospital llega a los 8,4 y 13,1 días respectivamente.

En 2011 comenzó en todas las ucis de adultos, con unos resultados significativos: la tasa de incidencia cayó un 50,68%. De nuevo, el SARS-CoV-2 provocó que aumentara la incidencia, con 5,1 y 5,4 neumonías por 1.000 días de ventilación mecánica, cuando en desde 2012 no había superado la cuatro, sólo con la excepción de 2014, cuando fueron 4,1.

Resistencia Zero

Resistencia Zero está destinado a reducir la emergencia y/o diseminación de bacterias multirresistentes (BMR) mediante la aplicación de un paquete de medidas de intervención. Se trata del primero que arrancó, en 2014, teniendo en cuenta que se estima que en España alrededor de 3.000 las personas mueren cada año como consecuencia de infecciones hospitalarias causadas por bacterias resistentes.

Desde aquel año hasta 2019, la tasa de incidencia de infecciones por bacterias multirresistentes adquiridas durante el ingreso en UCI por 1.000 días de estancia cayó un 58,82 por ciento. Se pasó de 1,7 a 0,7, que en el año del COVID-19 repuntó hasta el 1,9. En 2021, la cifra cayó a 1,4, la misma que en 2015.

Por último, las infecciones de tracto urinario representan el 15-20 por ciento de las infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria. Además, el 70 por ciento están asociadas con un catéter uretral permanente, y se estima que incrementan la estancia hospitalaria en 0,5 - 1 días y que la mortalidad atribuible oscila entre 0- 2,3 por ciento. Desde que comenzó el proyecto, en 2018, la tasa cayó un 16,67 por ciento, al pasar de tres infecciones por 1.000 días a 2,5 en 2019. Con la pandemia, la cifra creció a 2,8 en 2020, y a 3,6, en 2021.

Certificado de Calidad

Como reconocimiento al trabajo realizado por las ucis en el área de seguridad del paciente, desde el Ministerio de Sanidad se están entregando certificados de calidad en el cumplimiento de las recomendaciones de los proyectos ‘Tolerancia Zero’ en el manejo de pacientes críticos. En el caso del proyecto Bacteriemia Zero están reconocidas las del Complejo Asistencial de Ávila, Hospital Clínico Universitario de Salamanca, Hospital Virgen de la Vega de Salamanca, Complejo Asistencial de Segovia, el de Soria y el de Zamora.

Mientras, el de Neumonía Zero lo ha recibido las ucis de los complejos asistenciales de Segovia, Soria y Zamora, y los de Resistencia Zero, el Ávila, Hospital Clínico Universitario de Salamanca, Hospital Virgen de la Vega, y los complejos de Segovia, Soria y Zamora.