Curiosidades
El árbol navideño sagrado para los celtíberos porque traía buenos augurios para el año venidero
De hojas verdes brillantes y puntiagudas para defenderse de animales como los corzos o los zorzales, crece originando bóvedas de forma laberíntica y su singularidad estriba en que sus preciosos frutos rojos aparecen con el frío y no en primavera como los demás
Ahora que se acerca la Navidad es el momento en el que uno de los árboles menos conocidos pero más espectaculares por su forma y su historia cobra especial protagonismo, sobre todo en una provincia de Castilla y León, donde es mágico e incluso un modo de vida contra la despoblación en muchos pueblos.
Nos estamos refiriendo al acebo, un arbusto de hojas verdes brillantes y puntiagudas para defenderse de animales como los corzos o los zorzales, que crece originando bóvedas de forma laberíntica y cuya singularidad estriba en que sus preciosos frutos rojos aparecen con el frío y no en primavera como los demás. Concretamente, entre los meses de octubre y abril que es cuando, además, más bonitos están. , de ahí que sean un fruto perfecto para adornar las casas en Navidad.
El acebo puede vivir bajo la sombra de un bosque y prefiere los suelos ácidos y húmedos, típico del sotobosque templado. Además, puede alcanzar los 16 metros de altura. Su tronco es muy recto, de corteza lisa y verdosa, aunque cuando ya es adulto se convierte en gris y agrietada.
Como curiosidad histórica, cabe señalar que los celtíberos lo consideraban un árbol sagrado venerado en el solsticio de invierno ya que pensaban que al acebo traía los buenos augurios para el año venidero.
El acebo es una especie protegida por lo que no se puede cortar, tan solo poda controlada con el permiso y supervisión de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León.Todas las cortas de ramillas se realizan de acuerdo con lo estipulado en el Plan Dasocrático de los Acebales de las Secciones III y IV de la Provincia de Soria, aprobado por la Junta de Castilla y León en 1996, con una superficie próxima a las 2.000 hectáreas, bajo la supervisión de los agentes medioambientales que controlan la ejecución de los trabajos.
Las podas suelen realizarlas los propios vecinos de estos municipios con acebales o acebedas, que son La Póveda de Soria, Arévalo de la Sierra, Estepa de San Juan, Oncala y, Almarza. Los destinos principales de los productos son Soria capital, Valencia, Barcelona y Madrid.
En la campaña de este año, la Junta de Castilla y León ha autorizado la poda de 11.570 kilos de acebo de los bosques de Soria. En concreto, del Acebal de Garagüeta, el mayor bosque de acebos existente en la Península Ibérica y en la Europa meridional,-comprende 406 hectáreas de bosque, de las cuales 180 son masa pura continua- permite la corta de 10.860 kilos.
El resto de acebo que se podrá cortar se reparte entre el bosque de Castilfrío de la Sierra (500 kilos) y dos de la localidad de Almarza, de los que se podrá obtener 140 y 70 kilos.
Según el Mapa Forestal de España, el acebo figura como especie principal en cerca de 1.600 hectáreas en Soria, y aparece como especie acompañante en otras 2.430 hectáreas, y teniendo en cuenta la facilidad de dispersión a través de la fauna está presente, aunque sea en pies aislados o con presencia más escasa, en otros muchos montes.
Durante este pasado "Puente" de la Constitución y la Inmaculada Concepción, como ya es tradición, se ha celebrado en la localidad soriana de Oncala la Feria del Acebo y Mercado del Adorno Navideño, a la que han asistido miles de personas, entre vecinos y turistas que se han acercado estos días atrás para disfrutar de este arbusto en su esplendor a través de rutas de senderismo con guías de naturaleza, belenes vivientes, talleres de adornos navideños, recreación de antiguos oficios o la venta y degustación de productos típicos de la zona, como el queso o los embutidos de Tierras Altas.
El Acebal de Garagüeta, como decíamos antes, es el más extenso de Europa, pero, sin embargo, la provincia de Soria puede presumir de poder contar con numerosos acebales como el de la Póveda, Oncala, Almarza, las Aldehuelas, Ventosa de San Pedro, Arévalo de la Sierra, Castilfrío o el de Estepa de San Juan, pueblos de esta comarca donde poco a poco los acebales se van extendiendo
Para el visitante que se acerque a estas zonas, ya puesto, tiene la posibilidad de conocer otras cosas como el museo de Tapices y el museo pastoril de Oncala.
Además, en las Aldehuelas, se encuentran los acebos de la dehesa y si continua por el curso del río Cidacos puede contemplar las huellas de dinosaurios en La Ventosa de San Pedro.