Sociedad

Un Banco de Voluntariado más necesario que nunca

La ONG presidida por Marina Fernández, realiza un buen número de iniciativas centradas en la atención en el cuidado de las personas como el programa de Acompañamiento a la Soledad no Deseada

La Junta directiva de la ONG compuesta por Francisco Diez, Jose Ángel de Castro, Marina Fernández, José Miguel Montequi, Eva González y José Ignacio Sobrini
La Junta directiva de la ONG compuesta por Francisco Diez, Jose Ángel de Castro, Marina Fernández, José Miguel Montequi, Eva González y José Ignacio SobriniLa Razón

Que en los tiempos que corren haya personas, la verdad que cada vez menos, que dediquen tiempo de su ocio a los demás, es digno de aplaudir y también de contar. Son muchas las asociaciones que de forma desinteresada cumplen con una labor social a la que muchas veces no llega la administración. Este es el caso de el Banco de Voluntariado en Valladolid, que comenzaba su andadura hace dos años, y como señala su presidenta Marina Fernández, a este periódico, "somos una ONG que ponemos el cuidado de la persona en el centro de nuestra atención". Y ya son varios los proyectos que han sacado adelante y que se encuentran desarrollando.

Y coincidiendo con este 8-M, el Día de la Mujer, destaca que la mayor parte de las personas que forman parte de esta ONG son mujeres que dedican su tiempo libre a una labor social digna de aplaudir. Colaboración con el Banco de Alimentos de la ciudad, apoyo escolar a través del proyecto EDUC-ARTE en el barrio de los Pajarillos para ofrecer los fines de semana a niños en riesgo de exclusión actividades divertidas y educativas; también ayuda educativa en otros barrios de la ciudad para ayudar a escolares a la realización de sus tareas; clases de castellano a emigrantes; charlas en las cárceles de Dueñas (Palencia) o Villanubla (Valladolid).

Pero si hay un programa con el que se sienten muy identificados y que está dando unos resultados sobresalientes es el del "Acompañamiento a la Soledad no Deseada". "Nuestros voluntarios se acercan a casas, hospitales o residencias, para estar en contacto con ellos, o bien de manera semanal o cada quince días", señala Marina. Enfermos, personas solas, la mayoría mujeres, que agradecen estas visitas, y también sus cuidadores, que "pueden descansar" durante ese tiempo. Los voluntarios han ido creciendo y en la actualidad alcanzan la quincena, y van "creando una amistad" entre ambas partes, que a veces deriva en más tiempo o en invitaciones a comer.

Y ¿de dónde surgen estos voluntarios? Pues de distintas charlas que realizan en Magisterio, y los alumnos en formación se acercan a preguntar; de los voluntarios del propio Banco de Alimentos, de gente joven... y el objetivo es "mantener al voluntario que se involucra", como señala Marina.

Una labor social más necesaria que nunca, y que se reivindica en este Día de la Mujer.