Vivienda

El espectacular pueblo en el que puedes comprar una vivienda por solo 19.900 euros

Se trata de un chalet independiente de 156 metros cuadrados

La localidad burgalesa de Espinosa de los Monteros
La localidad burgalesa de Espinosa de los MonterosJcylJcyl

En una época en el que la vivienda es uno de los principales problemas de los jóvenes, hay un impresionante pueblo que ofrece casas desde 19.900 euros. Sí, sí, desde 19.900 euros. Además, no por cualquier casa, por una casa familiar de 156 metros cuadrados. Según el portal web idealista.com se trata de una cabaña de piedra independiente de dos plantas con 156 m2 construidos y terreno rústico de 12.644 m2 con muloro piedra de límites. Tejado de laja (piedra pizarra). Piedra y mampostería en esquinas, apoyos, puerta y ventanucos. Patín de entrada (escalera de piedra de la zona) a 1ª planta. Longitud de la cabaña, en frontal norte 12 metros de larga y 6´5 metros de ancha. Planta baja diáfana (sin tabiques) de 78 m2 const. 1ª planta de 78 m2 construidos. Tejado de 100 m2 (a reformar). Buena piedra y estructura (muchas viguetas por peso nieve). Cuenta con electricidad instalada en fachada. El agua de manantial está a 60 metros. Y acceso camino de tierra de 1.400 metros de longitud (totalmente por arregar y sino con un coche 4x4).

Esta vivienda está ubicada muy cercana a la localidad burgalesa de Espinosa de los Monteros. Pero esta no es la única oferta de una casa en este término municipal, ya que el mismo portal cuenta con casi un centenar de inmuebles a la venta, de todos los precios y todas las características.

Una oportunidad única, ya que Espinosa de los Monteros está considerado como uno de los pueblos más bonitos de España, ya que mezcla a la perfección comodidad, tradición y naturaleza. Está perfectamente conectado por carretera, tiene todo tipo de servicios, una vegetación espectacular gracias al río Trueba y unos monumentos maravillosos, ya que ha estado habitado desde la prehistoria.

Localizador Espinosa de los Monteros
Localizador Espinosa de los MonterosTania NietoLA RAZÖN

Además, lo que le convierte en el destino ideal son las casas históricas con parcelas enormes. En la mayoría de portales inmobiliarios podemos encontrar muchas ofertas de este tipo. La fundación de Espinosa la hicieron primitivos pobladores cántabros de la Península, posiblemente los Cántabros, remontándose su antiguedad al año 800 a.C. Recibió el nombre de Velliga y estaba situada en torno al término de San Martín, extendiéndose en dirección al Monte Edilla. Ocupaba un lugar idóneo para construir, fortalecido por la naturaleza montañosa, por el río Trueba y con posibilidades para albergar en buenas condiciones una gran población.

Tras los romanos la invasión visigoda desemboca, en tiempos del rey Atanagildo (año 554), en una terrible batalla con el ejército romano, con derrota de estos últimos, y posterior destrucción de todo vstigio de construcciones de la etapa romana.

Entre los años 600 y 700 los nuevos pobladores godos fueron creando pequeñas aldeas: Santotis, Nestedo, San Miguel, Villaverde; Santiago, santuyán, San Pedro de Tasugueras y San Juan. A todas juntas se les llamó Val de Espina, y más adelante Val de Espinosa, por los muchos espinos que había en la zona.

La llegada de los árabes a la Península tras la derrota de D. Rodrigo en la Batalla de Guadalete (año 711) supone el final del reinado visigodo y el comienzo de la conquista del territorio peninsular.

La empresa resulta especialmente dura para el pueblo invasor en las montañas cántabras ya que Don Pelayo en el reino de Asturias los derrota constantemente y extiende su reconquista por las zonas limítrofes. En Val Espinosa, los musulmanes son atacados pero, gracias a la ayuda que reciben de los árabes residentes en Medina de Pomar, renuevan fuerzas y plantan cara dificultando especialmente la victoria.

En pleno periodo de reconquista, tiempos del Conde Sancho García (año 1006), acontece el hecho de mayor trascendencia para esta villa, cuyo acontecer, mezcla leyenda y hecho histórico.

Este acontecimiento histórico marcará en adelante la historia de la Villa desde el momento en el que el Rey Alfonso VI (hacia 1084) comienza la restauración encargándola a los caballeros navarros Martín Ruiz de Berrueza y su hermano, hasta la desaparición del último título de Montero de la Casa Real en 1931.

Y en esos casi nueve siglos, estapas de olvido histórico, encontramos continuas intervenciones para otorgar concesiones y privilegios a una villa tan querida por la realeza de España, como la concesión de un Mercado Semanal a realizar los martes de cada semana, otorgado en el año 1501, según narra la web del Ayuntamiento.

Atractivos monumentales

El pueblo, además de las numerosas viviendas, cuenta con numerosos atractivos monumentales entre los que destacan:

El Ayuntamiento

Edificio construido en sillar a finales del siglo XIX. Notable y moderno con fachada a los dos lados. En la cara principal, un soportal con arquería de cinco arcos que descansan sobre pilares clásicos. Su pórtico interior, ancho y extenso, encierra diez vanos adintelados sencillos.

Sobre las columnas se eleva el piso superior con cinco balcones iguales, distribuidos a lo largo de la fachada de forma simétrica. Son adintelados, con repisa simple sobre ellos, y se unan por una larga balconada con balaustrada de hierro forjado. El borde inferior del alero del tejado lleva cornisa con moldura sencilla y lisa.

El número impar de balcones y el escaso espacio entre sus cornisas y el alero, impide que el escudo aparezca centrado, encontrándose desplazado al costado izquierdo del balcón central, en línea con una placa inferior que señala el año de remodelación del edificio. El escudo, de fábrica reciente, presenta modificaciones sobre la forma clásica.

Siendo un escudo “sobre el todo”, recoge los motivos del escudo de Castilla y León: primer y cuarto cuarteles ocupados por un castillo de tres torres almenadas; segundo y tercero con sendos leones coronados en posición rampante.

Se completa con un escudete central que alberga los símbolos de esta Villa: un espinosa bien labrado, con raíces a la vista, de cuyas ramas cuelgan seis llaves, tres a cada lado, testimonio de la labor de vigilancia y guardía asignada a los Monteros Reales, hijos de Espinosa, que gozaban de la máxima confianza real, capaz de entregarles las llaves de palacio para su custodia nocturna.

Una granada se aloja en la punta triangular, sobre una pequeña ménsula en forma de concha. Remata el conjunto una bien trabajada y detallada corona.

Torre de Velasco

Se trata de un ejemplo de Torre medieval defensiva formada por dos cuerpos rectangulares unidos: una esbelta torre y una construcción secundaria, que en su día cumplió las funciones de caballeriza.

Hay autores que hablan de la construcción de este edificio por árabes: no sería de extrañar dada la simpatía que mostraban los Velasco por judíos y árabes. Al piso noble del alargado torreón, construido con sillarejo y mampostería, se accede a través de un patín protegido con almenas y saeteras. Encima de la escalera se descubren dos pequeñas ventanas enrejadas, y sobre ellas los escudos de la familia propietaria del Castillo: los Velasco.

En las cuatro fachadas, a media altura, podemos observar uno de los rasgos más llamativos del edificio: la fila de largos mechinales, orificios donde se anclaban las vigas de madera que formaban una galería que recorría el perímetro de la torre, y la doble hilera de canes para sujetar el armazón y el techo.

El castillo, que aún sigue rematado con su correspondiente cuerpo de almenas, fue levantado a mediados del siglo XV, seguramente sobre restos de otra edificación. La fecha queda confirmada por la sobriedad de los escudos que aparecen, carentes de yelmo o de cualquier otro adorno.

Palacio de los Fernández Villa

Este edificio ha sido declarado, en el año 2000, Bien de Interés Cultural. Casa fuerte formada por dos pequeñas torres rectangulares unidas por un cuerpo central con saeteras, colocado sobre una cornisa saliente. Tras esta fachada se encuentra la torre de mayor tamaño, forma cuadrangular, de tres pisos, con función defensiva y de vigilancia, con gran cantidad de saeteras y ventanas en su parte superior. Su cornisa está decorada con bolas y presenta dos ventanas adinteladas rodeadas con molduras decoradas y sobre las que aparecen espacios para escudos. Una de ellas, la más elevada, está protegida por una cornisa que alterna bolas y puntas de diamante.

La fachada orientada al oeste presenta una de las portadas artísticas más interesantes de todo el conjunto Histórico. Presenta vanos adintelados en puerta y ventana, rodeados con moldura simple. El dintel de la puerta se soporta sobre dos ménsulas como si fueran cartelas que se asemejan a otra colocada en la parte superior del conjunto.

Flanquean el acceso dos columnas estriadas sobre un alto podium, en las que destacan flores de lis sobre el collarino colocado bajo el capitel. El entablamento es clásico, sin ningún tipo de decoración, aunque el friso de la primera zona está decorado por unas guirnaldas a modo de telas sujetas por cabezas de leones.

Parroquia de Santa Cecilia

Es un edificio renacentista, del siglo XVI, de planta de salón, que presenta tres naves de igual altura, con bellas bóvedas estrelladas y un magnífico ábside, cubierto por una bóveda avenerada. Otras dos iglesias destacan en la localidad. La de santa María de Berrueza, reconstruida en el siglo XVIII y presidida por un gran baldaquino barroco y la de San Nicolás, con su impresionante retablo tardo-gótico de fray Alonso de Zamora. Se trata de un templo de tres naves, planta de salón, muros de piedra de sillería, de aparejo regular y cubierta de bóveda de crucería estrellada, de nervios combados y recuerdos góticos.

La estructura se apea sobre gruesos muros, cuatro pilares y seis pilastras de las que arranca la tupida red de nervios que ornamenta la cubierta. El ábside, componente muy señalado y significando en el conjunto del templo, tiene la particularidad de presentar planta cuadrada en el arranque para luego desarrollarse en un polígono de cinco lados. Destaca la cubierta avenerada, de estilo renacentista, que remata el conjunto, y está apoyada sobre dos pechinas para conseguir la forma pentagonal en su parte superior.

Esta iglesia fue saqueada por los franceses en la batalla de espinosa, la iglesia se sitúa sobre los cimientos de una anterior, que era románica y que estaba situada en el mismo lugar, de esta iglesia se conserva una columna adosada al muro Sur. El edificio actual se empezó a construir en 1527. Por más de mil años Santa Cecilia ha sido muy venerada en la Iglesia Católica.

Una tradición muy antigua dice que pertenecía a una de las principales familias de Roma, que acostumbraba vestir una túnica de tela muy áspera y que había consagrado a Dios su virginidad.

Sus padres la comprometieron en matrimonio con un joven llamado Valeriano, pero Cecilia le dijo a éste que ella había hecho voto de virginidad y que si él quería ver al ángel de Dios debía hacerse cristiano. Valeriano se hizo instruir por el Papa Urbano y fue bautizado. Luego entre Cecilia y Valeriano convencieron a Tiburcio, el hermano de éste, y lograron que también se hiciera cristiano.

Las historias antiguas dicen que Cecilia veía a su ángel de la guarda. El alcalde de Roma, Almaquio, había prohibido sepultar los cadáveres de los cristianos. Pero Valeriano y Tiburcio se dedicaron a sepultar todos los cadáveres de cristianos que encontraban. Por eso fueron arrestados. Llevados ante el alcalde, éste les pidió que declararan que adoraban a Júpiter. Ellos le dijeron que únicamente adoraban al verdadero Dios del cielo y a su Hijo Jesucristo. Entonces fueron ferozmente azotados y luego les dieron muerte. Los dos santos mártires animaban a los demás cristianos de Roma a sufrir con gusto todos los horrores, con tal de no ser infieles a la santa religión.

En seguida la policía arrestó a Cecilia y le exigió que renunciara a la religión de Cristo. Ella declaró que prefería la muerte antes que renegar de la verdadera religión. Entonces fue llevada junto a un horno caliente para tratar de sofocarle con los terribles gases que salían de allí, pero en vez de asfixiarse ella cantaba gozosa (quizás por eso la han nombrado patrona de los músicos). Visto que con este martirio no podían acabar con ella, el cruel Almaquio mandó que le cortaran la cabeza. La santa, antes de morir le pidió al Papa Urbano que convirtiera su hermosa casa en un templo para orar, y así lo hicieron después de su martirio. Antes de morir, había repartido todos sus bienes entre los pobres.

En 1599 permitieron al escultor Maderna ver el cuerpo incorrupto de la santa y él fabricó una estatua en mármol de ella, muy hermosa, la cual se conserva en la iglesia de Santa Cecilia en Roma. Está acostada de lado y parece que habla.