Turismo
Las impresionantes ruinas de un monasterio histórico a escasas dos horas de Madrid
Además se encuentran en un entorno mágico de la provincia segoviana
Volvemos a la provincia de Segovia. Cuna de lugares y parajes mágicos y naturales, salpicados de bellos pueblos y bienes patrimoniales. Y la ventaja que se encuentra a un tito de Madrid, como la protagonista de este reportaje, una iglesia abandonada, cercana a Sepúlveda y en pleno corazón de las Hoces del Río Duratón, y que es muy desconocida para el gran público.
Nos estamos refiriendo al Monasterio de Santa María de la Sierra, un cenobio del municipio de Collado Hermoso, a escasos 20 kilómetros de la capital segoviana. Una de las joyas arquitectónicas más importantes del románico castellano y que data según los registros conocidos al año 1127 cuando el rey Alfonso VII daba una donación al abad Rodrigo y a los monjes de la Abadía de Sotos Albos. Una construcción que comenzó en el año 1142 y se prolongó durante varios siglos.
Estamos ante una de las construcciones más emblemáticas de la Región, por su impresionante arquitectura y su hermosa ubicación en un paraje natural protegido. Su desmoronamiento arrancó en el año 1505 cuando deja de ser monasterio para convertirse en un priorato de Nuestra Señora de la Sierra. En ese momento empiezan a abandonar el lugar monjes, convirtiéndose posteriormente en una granja, hasta su desamortización.
Declarado monumento histórico-artístico en el año 1931, actualmente se conservan las ruinas de la iglesia cisterciense. La nave central es la más alta y se encuentra cubierta por una cúpula octogonal, mientras que las naves laterales se encuentran cubiertas por bóvedas de cañón. La fachada principal impresiona y amabos lados de la puerta principal, de estilo románico, destacan las esculturas de San Bernardo y San Diego de Alcalá. Los capitales son de origen animal y vegetal y la escultura románica de la Virgen de la Sierra se conserva en la actualidad en la parroquia de Sotosalbos.
Pero impresiona, además del monumento, su ubicación en lo alto de una colina, con vistas al valle del Eresma y al pueblo de Collado Hermoso, y existe una ruta turística muy recomendable para conocer la historia de la zona y estos bellos rincones que merecen una visita.