Cargando...

Medio Ambiente

Notable mejoría en el incendio del sur de Ávila

El fuego afecta más de 2.200 hectáreas y su extinción avanza, aunque aún «no está controlado»

Contrafuego o fuego técnico como herramienta de combate de extinción en las inmediaciones del Arenal (Ávila) JcylJcyl

Los abulenses empiezan a recuperar un poco la sonrisa, ante las noticias que llegan del incendio que desde el lunes está arrasando parte de la Sierra de Gredos. Y es que las noticias comienzan a ser más optimistas, sin bajar los brazos, eso sí, pero con una visión un poco más positiva.

Al cierre de esta edición, el incendio originado en el Barranco de las Cinco Villas, en el sur de Ávila, cuenta ya con un perímetro muy irregular de 25 kilómetros, si bien no está controlado pero su extinción «ha avanzado notablemente». «Es una magnífica noticia que muestra el avance del esfuerzo de extinción. Nos queda enorme trabajo para asegurar todo el perímetro, pero avanzamos», señalaron fuentes del operativo, que siguen trabajando sin descanso para acabar con el fuego.

En estos momentos hay tres puntos activos en los que se han concentrado los medios. En el resto del perímetro no hay llama pero existe riesgo de propagación si se levanta el aire.

Además, se han desactivado los dos focos que estaban en el perímetro, el cual hay que «aislar de la zona no quemada». «Es lo que denominamos perimetrar. Debemos eliminar puntos calientes que el viento puede avivar y estar muy vigilantes esta tarde porque puede haber reactivaciones», dijeron.

Aunque de momento no se puede hablar ni de estabilización del incendio, y mucho menos de control, parece que la situación entre Mombeltrán, Cuevas del Valle y El Arenal invita a ser optimistas.

Así lo aseguró el director del operativo, Ángel Iglesias, que explicó que en estos momentos los trabajos se centran en establecer líneas de control que garanticen que el incendio no va a avanzar más allá del perímetro actual, de unos 25 kilómetros. «No lo hemos conseguido de momento», reconoció Iglesias, informa Ical.

Las dificultades a primera hora de este jueves se concentraban en los medios aéreos, con cuyo apoyo no se pudo contar hasta bien entrado el día por la concentración de humo y la ausencia de viento que dificultaba la visibilidad e impedía volar en condiciones de seguridad. «El riesgo es muy grande para las aeronaves porque están coincidiendo en zonas de carga y descarga y no se ve», subrayó.

«Somos relativamente optimistas en cuanto a evolución de esos puntos», admitió Iglesias, quien añadió que el primer paso es la estabilización completa, lo que implica trabajar en un perímetro que, puso como símil, está compuesto «por las brasas de una chimenea y en que para eso queda aún labor por delante».

“El viento nos va a decir qué es lo que podemos hacer con el perímetro y nos va a conducir”, dispuso el jefe del operativo al hablar de este componente, un factor que a priori, y según las previsiones meteorológicas, este jueves no debería jugar en contra de los trabajos de extinción. «Tenemos una previsión relativamente favorable porque los vientos no van a ser muy fuertes», apuntó Iglesias, uno de los motivos para el optimismo.

Pese a todo, insistió en que “queda mucho trabajo por delante” para estabilizar, primero; controlar, después, y finalmente extinguir un incendio que en cálculo estimado ya afecta a unas 2.200 hectáreas (Copernicus ofrecía ayer la cifra de 3.000 hectáreas, calculada en base al perímetro, si bien hay zonas en el interior del mismo que no han ardido) y que durante la noche avanzó hacia Arenas de San Pedro, quedándose a dos kilómetros del santuario de San Pedro de Alcántara. Las llamas llegaron a un barranco muy inaccesible pero gracias al trabajo con maquinaria pesada se consiguieron frenar, informándose durante toda la noche a los monjes del santuario alcantarino de la evolución.