Sanidad

Sacyl deberá pagar 142.787 euros por la muerte de un hombre de un infarto no diagnosticado en Valladolid

El paciente, de 65 años, había sido remitido en dos ocasiones por su médico de cabecera al hospital, al presentar un cuadro de disnea, con el fin de que se realizaran las oportunas pruebas para descubrir la causa.

Exterior del Hospital Río Hortega de Valladolid
Exterior del Hospital Río Hortega de ValladolidWellington Dos Santos PereiraLa Razón

El servicio de Sanidad de Castilla y León, Sacyl, deberá indemnizar con 142.787 euros a la familia de un paciente que falleció por un infarto no diagnosticado, según una sentencia del TSJCyL, han informado fuentes de la Asociación El Defensor del Paciente.

El paciente, de 65 años, había sido remitido en dos ocasiones por su médico de cabecera al hospital, al presentar un cuadro de disnea (sensación de falta de aire), con el fin de que se realizaran las oportunas pruebas para descubrir la causa.

El 10 de mayo de 2018, cuando llegó al Hospital Río Hortega de Valladolid, en el servicio de Urgencias no realizaron ninguna prueba para llegar a averiguar la causa de esa sensación de asfixia que refería y fue dado de alta, han precisado dichas fuentes en un comunicado.

Al día siguiente, su médico de cabecera le remitió de nuevo al Hospital, dado que el paciente seguía igual, y el día anterior no se había realizado ninguna prueba para averiguar qué le causaba esa sensación de falta de aire.

En esta ocasión, en el mismo hospital, fue diagnosticado de ansiedad, pautándole medicación para ello. Ese día, si bien se realizaron algunas pruebas, no fueron suficientes para averiguar la causa y no se solicitó la realización de más pruebas hasta dar con lo que provocaba el cuadro.

Así pues, no se estudiaron ni investigaron las causas que provocaban esa sensación de falta de aire, que era el motivo por el que su médico le había derivado al Hospital, ya que no encontraba una causa que justificase sus síntomas.

Reprocha la sentencia el hecho de que el paciente había sido derivado al Hospital por su médico de cabecera precisamente para realizar un estudio de las causas de su disnea, y ese estudio no se hizo.

Dos simples pruebas rutinarias en el Servicio de Urgencias, como son la gasometría y determinación analítica de Pro-BNT, sirven para diagnosticar de forma rápida y sencilla una insuficiencia cardiaca y su causa. Estas pruebas no se realizaron al paciente, quien fue dado de alta en dos ocasiones, sin conocerse la causa de su disnea. Finalmente, el paciente sufrió un infarto y falleció el día 14 de mayo de 2018.