El desafío independentista

Un mes de disturbios y llamas en Cataluña

La sentencia del “procés” enterró por completo “la revolución de las sonrisas”

Imagen de uno de los fuegos prendidos durante los disturbios en Barcelona la noche del viernes
Imagen de uno de los fuegos prendidos durante los disturbios en Barcelona la noche del vierneslarazon

Fue el 14 de octubre cuando se anunció la sentencia para los políticos presos, que fue considerada excesiva por el independentismo, con penas de hasta trece años para el presidente de ERC, Oriol Junqueras, y condenas de entre nueve y doce años para el resto.

La sentencia sentó fatal entre el independentismo y los denominados Comités de Defensa de la República (CDR), que no tardaron en reaccionar, con unas acciones que ya duran un mes, con todo tipo de acciones violentas, incluyendo lanzamiento de todo tipo de objetos a las fuerzas de seguridad, quema de más de 1.000 contenedores, barricadas, destrozo de mobiliario urbano etc.

La primera semana seguramente fue la más complicada, empezando por el día de la sentencia. Los CDR tardaron pocas horas en reaccionar, y llamaron a los suyos a ocupar el aeropuerto, y lo hicieron durante varias horas. Unos hechos que acabaron con cargas policiales, aunque durante casi toda la tarde muchos pasajeros perdieron sus vuelos. De nada sirvió protestar, y se cancelaron un total de 108 vuelos. Fue el primer aviso sobre lo que estaba a punto de llegar.

El bloqueo del aeropuerto fue el punto de partida de una semana más que complicada para Barcelona, y también para otras ciudades catalanas. Los CDR se manifestaron en plaza Urquinaona y Via Laietana, provocando graves disturbios, con centenares de contenedores quemados.

Hubieron graves disturbios en Via Laietana y plaza Urquinaona, debido a la localización de la Jefatura de la Policía Nacional. Este último cuerpo, desplegado en Cataluña en las últimas semanas, llegó a disparar pelotas de goma. Hubo docenas de detenidos y también heridos, lo que comenzó, respecto a los últimos días, una larga lista de agentes perjudicados, entre ellos en mosso grave y un policía nacional que quedó aún peor tras recibir una pedrada. Los días siguientes fueron más o menos tranquilos, con las cinco marchas hacia Barcelona desde diferentes localidades catalanas, organizadas por la ANC. Hubo problemas de movilidad.

El día siguiente fue uno de los más complicados. Se unió la huelga general conovocada por las intersindicales independentistas –que tampoco tuvo un enorme seguimiento–. Tras una masiva manifestación, hubo graves altercados en la plaza Urquinaona, con muchos heridos, detenidos, contenedores quemados y cargas policiales. Por primera vez, los Mossos utilizaron el camión hidrante.

Tras días de calma, el 30 de octubre llegó la acampada de estudiantes independentistas en la plaza Universitat, con más de 100 tiendas, que se extendió hacia la ronda Sant Antoni y Gran Vía.

El siguiente episodio complicado fue la visita del Rey, Felipe VI, por los Premios de la Fundación Princesa de Girona. Llegaron incluso 400 antidisturbios más de la Policía Nacional, que se sumaron a los que ya había del mismo cuerpo, los de la Guardia Civil y Mossos. Hubo agresiones a invitados, insultos y lanzamientos de objetos.

Finalmente, esta semana ha venido marcada con graves interrupciones por parte de Tsunami Democràtic en la AP–7, en la frontera con Francia, con centenares de vehículos bloqueados y millones en pérdidas económicas, además de muchos otros cortes en carreteras. de toda Cataluña. Estas acciones provocaron fuertes quejas del sector empresarial catalán, que instó a poner orden. Además, se cortó temporalmente el trayecto del AVE entre Girona y Figueres.

También se bloquearon, en parte, los principales accesos a Barcelona, como por ejemplo la avenida Diagonal, Gran Vía y la Meridiana, hecho que ocurrió ayer de nuevo, a última hora.