Salud

Vida más allá del coronavirus: Nueva terapia para tratar el déficit de memoria en el Síndrome de Down

El cerebro de una persona con copia extra del cromosoma 21 responde a un tratamiento crónico con un componente del té verde

Nicolás, con sus padres
La Fundación Asindown presenta hoy la campaña de sensibilización “Genéticamente rebeldes”Gonzalo PérezLa Razón

El mundo clama por una vacuna y tratamientos para el nuevo coronavirus SARS-CoV-2. Pero las investigaciones no son flor de un día. La epidemia del sida apareció en la actual República Democrática del Congo alrededor de 1920, aunque oficialmente era de esta enfermedad empezó en 1981. Cuarenta años después, aún no hay vacuna. La pandemia de la Cov-19 ha robado protagonismo a otras investigaciones, como la que lidera la doctora Victoria Puig del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM), en el que también ha participado el Centro de Regulación Genómica (CRG). Su equipo ha dado un paso para conocer y tratar el Síndrome de Down, la alteración genética más común que provoca la principal causa de discapacidad intelectual. Seis millones de personas en el mundo tienen una copia extra del cromosoma 21, en España, 34.000.

Hasta ahora, sólo se tenía información sobre el cerebro con Síndrome de Down a través de estudios de neuroimagen en humanos. Pero el equipo de la doctora Puig, por primera vez, ha estudiado cómo se comporta el cerebro en ratones con una copia extra del cromosoma 21. Resulta que las redes neuronales de los circuitos cerebrales relevantes para la memoria y el aprendizaje están demasiado activadas y que la conectividad de los circuitos es deficiente. Además, la actividad neuronal durante el sueño también está alterada y probablemente interfiere en la consolidación de la memoria. Incluso, ha identificado biomarcadores en los ritmos cerebrales que pueden predecir los déficits de memoria de los ratones y que se corrigen con un tratamiento crónico con un componente natural del té verde, la epigalocatequina galato. Se sabe, por otros estudios, que este componente mejora la función ejecutiva en adultos con síndrome de Down y que podría frenar el Alzheimer.

"Estos resultados sugieren que tanto la hiperactividad de redes neuronales como las deficiencias en la conectividad de circuitos cerebrales específicos son posibles mecanismos disfuncionales que contribuyen en los déficits de memoria en el síndrome de Down y, por tanto, abren nuevas posibilidades terapéuticas para el tratamiento de la discapacidad intelectual "explica Puig, investigadora del Grupo de investigación en Farmacología Integrada y Neurociencia de Sistemas del IMIM.

¿Cómo se ha hecho el estudio?

Para el estudio, se ha registrado la actividad neuronal en ratones con Síndrome de Down y sus hermanos sin copia extra del cromosoma 21 simultáneamente en dos regiones cerebrales críticas para el aprendizaje y la memoria: la corteza prefrontal y el hipocampo. Se observó durante períodos de descanso, durante el sueño y durante la realización de una tarea sencilla de memoria. Los registros se realizaron antes y después del tratamiento durante un mes con este componente del té verde, la epigalocatequina galato. Se analizaron las alteraciones en la actividad de redes neuronales en las dos regiones así como la conectividad del circuito que correlacionaban con las capacidades de memoria y se vio que se corregían con el extracto de té verde.

La doctora Mara Dierssen, del Laboratorio de Neurobiología Celular y de Sistemas del CRG, señala que "este estudio describe en profundidad las anomalías neurofisiológicas presentes en diferentes estados cerebrales en ratones modelo de síndrome de Down y da claves para comprender los mecanismos celulares subyacentes a las mejoras de la función ejecutiva observadas en personas con síndrome de Down tras el tratamiento crónico con epigalocatequina galato

Por su parte, la doctora Maria Alemany, primera firmante del trabajo e investigadora también del Grupo de investigación en Farmacología Integrada y Neurociencia de Sistemas del IMIM, añade que “el grupo está evaluando los efectos que tiene la estimulación cognitiva durante el desarrollo cerebral en la actividad neuronal de los ratones con síndrome de Down". "Esto es relevante para comprender los mecanismos celulares de la estimulación cognitiva que se utiliza habitualmente en personas para mejorar la discapacidad intelectual”, resume.