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María Cristina, la reina que nos quiso gobernar

Paula Cifuentes firma la biografía de referencia de uno de los más controvertidos personajes del siglo XIX

La escritora Paula Cifuentes, autora del ensayo "María Cristina. Reina gobernadora"
La escritora Paula Cifuentes, autora del ensayo "María Cristina. Reina gobernadora"Rita Puig-Serra

La casualidad ha hecho que esta semana viéramos en “El Ministerio del Tiempo” a la Reina María Cristina y que ese hecho coincidiera con la publicación de una completa biografía sobre este fascinante personaje histórico. “María Cristina. Reina gobernadora”, publicado por Ariel, es una completa aproximación a una mujer cuya historia ha sido tergiversada con el paso del tiempo. La autora del libro, Paula Cifuentes, ha hablado con este diario de quien fue reina regente, viuda de un rey (Fernando VII) y madre de una reina (Isabel II).

-¿Cómo ha sido el trabajo de investigación para este libro?

-Como todo libro de historia, tiene su proceso de cocina. Antes, cuando escribía novela histórica, había momentos fáciles y momentos difíciles. Los fáciles nunca son los que uno piensa porque donde se ha hablado mucho tienes que distinguir el grano de la paja y donde se ha hablado poco tienes que rellenar los huecos. En este caso se había hablado mucho de la mano de muchos autores. No fue tanto reconstruir. Por ejemplo, hubo un momento en el que me di cuenta de que todos citaban al mismo: al marqués de Villaurrutia. Pero no me daba la sensación de que lo hubieran leído porque los párrafos de unos y otros eran prácticamente calcados, a veces con las mismas faltas. Lo primero que hice fue conseguir el famoso libro de Villaurrutia para ver lo que era o no era cierto. Seguí leyendo biografías, como la de Isabel II escrita por Isabel Burdiel que me interesó muchísimo porque es una de las pocas autoras que se han metido a investigar.

-También se adentró en archivos.

-Sí, en el Archivo Histórico Nacional quise consultar las cartas originales y tuve que pelearlo, pero no me dejaban porque estaba todo digitalizado y así no se podía leer nada bien. Estando allí me contaron que tenían un archivo digitalizado desde hacía treinta años. Solo constaba que lo hubiera consultado una persona, lo que te demuestra que todos los que han escrito sobre esa época no han ido al Archivo Histórico Nacional que es donde está todo. También me ayudó mucho las correspondencias de diplomáticos de la época, como las de Washington Irving que están maravillosamente escritas.

-¿Por qué el interés en María Cristina?

-Porque me gustan los personajes que tienen mala fama y momentos complicados. Soy hija de la ESO y solo vimos siglos XIX y XX de España en segundo de Bachillerato, justo antes de hacer el examen de Selectividad. Siempre eran temas laterales como desamortizaciones o guerras carlistas y no entendíamos nada al aprenderlos de memoria. Así que siempre había tenido la laguna del XIX, un siglo importante sin el que no entenderíamos lo que sucede en el XX. Entre Fernando VII e Isabel II, dos personajes fascinantes, había una figura que siempre nos saltábamos que era María Cristina.

-¿Era una reina sin biografía?

-La de Villaurrutia es muy buena, aunque muy farragosa. No tiene un afán ilustrativo sino de querer contarlo todo.

-¿Hasta qué punto influyó Fernando VII en su carácter?

-En mucho y en poco al mismo tiempo. Estuvo poco tiempo casado con él que era su tío carnal. Tenían muchos rasgos en común, además de un elemento consustancial como es el hecho de ser Borbones. Así que, más allá del parentesco, los Borbones lleva consigo un montón de cosas. Por ejemplo, en España nunca se aprobó nunca la ley sálica, pero vino con los Borbones. También está el miedo al exilio y que es consustancial con los Borbones.

-También la marcó los diferentes acontecimientos que se viven en la Granja con demasiados giros de guion.

-Sí, lo veo como una serie de televisión. A mi me han dicho que quiero defender a María Cristina, pero que la dejo fatal como reina. Sí, como gobernadora fue espantosa, pero como personaje es alucinante. Tiene una vida que es de serie de Netflix, con un amor al que juró una lealtad para siempre, se hizo inmensamente millonaria, se codeó con ciertos amigos que tuvo para siempre… Es decir, tenía una faceta personal que no se correspondía con su faceta de reina y esa dualidad es la que me sorprende. Era estar en una cosa espantosa, pero viviendo en una burbuja de felicidad.

-¿Se puede decir que fue una mala madre?

-Depende de para qué hijo. Para Isabel fue la peor madre. Todo el mundo está de acuerdo que la educación emocional es más importante que la educación lectiva. Isabel nunca tuvo una educación emocional y de ahí que luego fuera tan complicada su vida sentimental y amorosa porque nunca tuvo un referente paterno. Era como la falsa moneda porque no la quería nadie, ni su madre.

-¿Fue Agustín Fernando Muñoz el gran amor de su vida?

-Totalmente. Ni un atisbo de duda. En cuanto el Papa reconoció el matrimonio con Agustín Fernando, ya eran la pareja ideal. De hecho, un apartado difícil del libro ha sido poder establecer cómo era el carácter de María Cristina porque las cartas las firmaban siempre los dos y las crónicas siempre hablaban de los dos. Parecían el “tanto monta” de Isabel y Fernando. El carácter de él que era diametralmente opuesto al de ella al final acabó fundiéndose. A veces me cuesta recordar la fecha en la que murió porque se convirtió en una especie de seta desde que Agustín Fernando falleció.