Brote

Los funcionarios de prisiones estallan por la gestión del coronavirus

La cárcel de Cuatre Camins tiene un brote en uno de los módulos con más de la mitad de los miembros infectados

La consellera de Justícia, Ester Capella
La consellera de Justícia, Ester CapellaEUROPA PRESSEUROPA PRESS

Gran malestar en el seno de los funcionarios de prisiones catalanes. El portavoz de la asociación Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), Albert Gómez, ha hablado con este periódico para explicar que los trabajadores de prisiones se sienten abandonados por la Generalitat. Según el sindicato, el sistema penitenciario catalán ha sido desde el inicio de la pandemia “lo mas negligente de todo el Estado y no sorprende” el estado actual de algunos centros. “A los funcionarios de prisiones se nos tiene como de tercera categoría” en relación con el trato otorgado por la Generalitat ante el último brote importante en una prisión catalana.

El módulo número 4 del centro penitenciario de Cuatre Camins, en La Roca del Vallés, municipio a menos de 30 km de Barcelona, actualmente tiene 86 positivos por Covid de los 190 internos. Aun faltan por saber algunos resultados, que podrían empeorar gravemente la situación. Este modulo 4 es posiblemente uno de los más congestionados del sistema penitenciario catalán y vive a día de hoy uno de los momentos más críticos desde el inicio de la pandemia. Además, en este modulo se calcula que unos 40 reos se dedican al servicio de cocina, es decir, están en contacto con prácticamente todo el centro y se desplazan por toda la prisión con gran “libertad”.

Sin PCR

Desde la dirección del centro se niegan a realizar pruebas PCR a los funcionarios de la prisión por no considerarse contactos próximos. Los trabajadores se sienten abandonados por la Generalitat debido a que pasan gran cantidad de tiempo con los presos y no pueden entender como se les niega la prueba. Según el CSIF esto supone una gran “contradicción” porque el sistema penitenciario catalán “se centra en el contacto directo con el reo”. “Los trabajadores se van a su casa cada día sin saber si están infectados” denuncia el sindicato ante la negativa del centro.

Esta nueva negativa por parte de prisiones no es la primera vez que ocurre. El pasado mes de agosto, en otra cárcel catalana, Brians 1, ya se les negó a los trabajadores la posibilidad de acceder a un test. Seis meses después la situación no ha cambiado para los funcionarios de las cárceles que siguen viendo como no son considerados “próximos”. Tratando de manera cercana con los presos día a día, los trabajadores siguen viviendo con la pandemia las mismas situaciones que meses atrás en las prisiones catalanas.

Esta nueva polémica llega el día en que Cataluña ha comenzado la vacunación masiva de presos en los centros penitenciarios. En esta fase, se administrará la vacuna de AstraZeneca a los internos de entre 18 y 55 años, un colectivo que representa el 92% de la población reclusa, con 6.143 personas. El grupo minoritario de internos mayores de 80 años también comenzará a recibir la vacuna, pero será el vial de Pfizer. La Generalitat ha señalado en un comunicado que “el plan de vacunación ha priorizado al colectivo de internos porque comparten espacios de uso común, uno de los factores de riesgo de contagio”.