Investigación

La inmunoterapia no es la primera opción para el 50% de pacientes con el cáncer de hígado más frecuente

Investigadores del Clínic-IDIBAPS demuestran que en los pacientes con carcinoma hepatocelular no vírico, provocado por el hígado graso y el alcohol, la inmunoterapia no mejora la supervivencia, pese a que en aquellos en los que el origen del tumor es vírico, si lo hace

Josep Maria Llovet, Roser Pinyol, Carla Montironi y Florian Castet, autores principales del estudio
Josep Maria Llovet, Roser Pinyol, Carla Montironi y Florian Castet, autores principales del estudioFrancisco Avia

El cáncer de hígado es el sexto tumor más frecuente a nivel mundial y la cuarta causa de mortalidad por cáncer. El más habitual es el carcinoma hepatocelular (HCC), el cual puede tener un origen vírico por infección de Hepatitis B o C, o bien no vírico, que tiene lugar por un excesivo consumo de alcohol o a consecuencia de un hígado graso por obesidad o diabetes, que es lo que se conoce como esteatohepatitis no alcohólica. El hígado graso tiene actualmente una prevalencia del 25% en el mundo y está detrás del 20% de los casos de carcinoma hepatocelular en Europa y Estados Unidos.

Para los pacientes con HCC en estadios iniciales o intermedios, hay tratamientos quirúrgicos, como la resección y el trasplante hepático, o loco-regionales, que serían la radiofrecuencia y la quimioembolización, aunque lo cierto es que cerca de la mitad de los pacientes serán tratados con fármacos, ya sea mediante terapias moleculares como con inmunoterapia, la cual se ha demostrado eficaz para fases avanzadas de la enfermedad. Tal y como explica el doctor Josep María Llovet, profesor ICREA del IDIBAPS, “actualmente, entre el 50% y el 60% de los pacientes con HCC están expuestos a tratamiento sistémico y el número uno es la inmunoterapia y este tratamiento, según un ensayo clínico que se publicó en el New England en el que se comparaba con el tratamiento con sorafenib que habíamos dado durante 12 años, ha demostrado tener una eficacia superior y por eso cada vez se está utilizando más y se espera que finalmente se utilizará con un 70% de los pacientes”.

Sin embargo, esa eficacia en ocasiones se puede ver comprometida en función de cuál sea el origen del tumor. Ante esta circunstancia y dado que ha aumentado la incidencia de la esteatohepatitis no alcohólica, con el riesgo que ésta conlleva de acabar desarrollando HCC, investigadores del Clínic-IDIBAPS, junto con otros del German Cancer Research, han liderado un estudio en el que se han analizado los ensayos en los que se utiliza inmunoterapia. “Hemos visto que ésta sirve mucho para pacientes que tienen este cáncer de hígado por etiología viral, en estos casos el resultado es extraordinario, pero en cambio el resultado es menos eficaz en pacientes que tienen etiología no viral”, comenta el doctor Llovet, coordinador del estudio, quien deja claro que “en cualquier caso, eso no quiere decir que la inmunoterapia no sea eficaz, sino que lo que vemos ahora es que en pacientes con etiología no viral no hay diferencia entre el sorafenib y la inmunoterapia, pese a que en su momento el artículo del New England apuntaba que la inmunoterapia era más eficaz en todos los casos”.

En definitiva que, tal y como indica Llovet, “en la etiología viral, que representa al 50% de los pacientes, la inmunoterapia va extraordinario, pero en la no viral, ésta funciona igual que el tratamiento anterior con sorafenib”. El mecanismo que explicaría este fenómeno es que “la célula principal inmune contra los tumores es la célula T y ésta, en los pacientes con la etiología no vírica, no es eficaz en eliminar el tumor y, cuando damos inmunoterapia, que lo que hace es activar estas células T para que eliminen el tumor, éstas están activadas pero son disfuncionales por los depósitos de grasa que se producen a consecuencia de la enfermedad y no vemos efecto antitumoral”, señala el investigador.

Estos resultados permiten extraer dos conclusiones. Por un lado, “los médicos cuando vean pacientes con HCC y hayan de valorar qué tratamiento se ha de dar, han de tener en cuenta que la inmunoterapia se ha de dar en HCC de etiología viral, pero cuando es etiología no viral también se pueden dar las otras terapias, porque no está tan claro que vaya tan bien la inmunoterapia y por lo tanto ya no queda claramente como primera opción”. Por el otro, la segunda conclusión es que “si los pacientes con etiología no viral no responden bien al tratamiento que ahora damos, hay que buscar una alternativa; hay que hacer estudios específicos a estos pacientes para ver qué combinación les hace que las células T se activen adecuadamente”, explica el doctor Llovet, quien considera que “estos es un reto”.