Entrevista
“Al mes, el 70% de nuestros usuarios ha dejado de fumar”
Ainhoa Marín, responsable del área de prevención y promoción de la salud de la AECC: “Hablamos de una adicción, así que el proceso contempla recaídas”
El 31 de mayo pasado fue el Día Mundial sin Tabaco y, en este contexto, la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) quiso poner en valor sus talleres de deshabituación tabáquica, los cuales son gratuitos. Éstos están dando grandes resultados y, por lo tanto, están ayudando a muchas personas a dejar de fumar.
–¿Cuántas personas fuman en España? En los últimos años, ¿el tabaquismo ha ido en descenso? ¿Ha habido algún cambio de tendencia?
–El 22% de la población mayor de 15 años está fumando a diario. En Cataluña, parece que se ha ido reduciendo el consumo de tabaco, pero llevamos un par o tres de años que se ha estabilizado un poco, está un poco estancado. Es verdad que la entrada en vigor de la ley de 2010 y que se hayan aplicado ciertas leyes , seguramente ha ayudado, pero todavía hay mucho trabajo por hacer. Una cosa son los fumadores y cómo les perjudica a su salud el fumar y otra cosa es el 78% de la población que está expuesta al humo ambiental de ese tabaco y que, en estos últimos 10 años, se ha observado que también tiene efectos para la salud. Por lo tanto, hace falta ampliar la ley, ampliar esos espacios sin humo y mejorar la regulación. Y sobre un posible cambio de tendencia, si bien es cierto que en lo últimos años hay nuevas formas de fumar,como los cigarros electrónicos o el vapeo, por ejemplo, todavía hay un porcentaje alto de la población que no las conoce. La mayor parte de las personas lo que fuman es tabaco.
–La AECC organiza talleres para la deshabituación al tabaco. ¿En qué consisten?
–Es un programa que funciona en Barcelona desde el 2008 y consiste en una terapia que se puede hacer tanto a nivel individual como grupal. En los últimos años, hemos potenciado la terapia grupal, porque el participar de este proceso de manera grupal hace que ese apoyo del grupo nos sirva también de motivación para conseguir nuestro objetivo. Y a raíz de la pandemia, nos hemos tenido que actualizara y hemos protocolarizado esa terapia de manera que se puede hacer de forma on line, cosa que nos ha permitido acceder a personas a las que, tal vez, de otra manera, no habríamos podido acceder.
–¿Cuál es el contenido de estos talleres?
–El protocolo empieza con una charla motivacional en la que explicamos cuáles son los beneficios de dejar de fumar. A partir de aquí, las personas que están interesadas en participar en la terapia pasan unos cuestionarios para evaluar qué tipo de fumador son, porque en función de eso vamos a trazar un plan terapéutico más individualizado y también para ver si hay un grado de dependencia físico elevado. Muchas veces el propio fumador no es consciente de cómo se relaciona con el tabaco. Además, se hace una entrevista personal para completar esa historia y podernos ajustar más a las necesidades de cada individuo que participa en el grupo y a partir de ahí, empiezan las sesiones grupales, que en el protocolo on line son once. Las seis primeras son semanales y durante los primeros 15 días, el objetivo de los participantes es observar cuál es su conducta frente al tabaco: cuántos cigarrillos fuma y los motivos por los que los enciende y a partir de ahí empezamos una disminución de la ingesta de nicotina. El fumador ha de aprender a no fumar y, en ese proceso , vamos acompañando con nuestra psicóloga especialista en tabaco de estrategias y recursos para controlar esos impulsos y pensamientos que nos puedan llevar a consumir ese cigarrillo. Entonces, se fija un día D, en el que ya dejamos de fumar. En ese momento, hay personas que con la terapia sustitutiva no es suficiente y necesitan apoyo farmacológico. Tras la sexta sesión, las sesiones se van distanciando en el tiempo y éstas tienen como objetivo hacer un seguimiento e ir pautando esos truquillos para poder mantenerse sin fumar. Estamos hablando de una adicción, así que en el proceso se contemplan recaídas, pero pese a ello no hay que decaer porque encontraremos estrategias para remontar esas recaídas.
–¿El taller por sí solo es suficiente para dejar de fumar? ¿Qué tasa de éxito tienen?
– Al mes de haber pasado por nuestro programa, el porcentaje de éxito es de un 70%. Pero es un proceso que, a veces, conlleva recaídas y cuando al año volvemos a evaluar a nuestros usuarios, el porcentaje de éxito baja para situarse entre un 40% y un 50%. Cuando hay una recaída, ya no partimos de cero porque ya hemos hecho un aprendizaje, de manera que en ese caso se evalúa la situación para ver qué a funcionado y qué no para redirigir. No hay que olvidar que es una adicción y entran en juego muchas variables y no todas las podemos controlar.
–¿En qué metodología se basa esta terapia para ser tan eficaz?
–Es el acompañamiento psicológico, porque en las adicciones, la parte psicológica tiene un gran peso. Pero no solo eso, sino que hacemos esa disminución de ingesta de nicotina para permitir que nuestro cuerpo también se vaya adaptando. En cualquier caso, el peso es lo psicológico, las estrategias mentales, aunque a veces eso no es suficiente y, si hay un alto grado de dependencia, en ocasiones hay que combinarlo con medicación.
–¿A qué perfil de persona están dirigidos estos talleres?
–A nuestros talleres puede acceder cualquier persona mayor de 18 años, fumadora, y es verdad que uno ha de estar convencido de que quiere dejar de fumar, porque sino es fácil que fracase. Nuestros talleres son gratuitos.
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