Cataluña ya desprograma operaciones ante la saturación hospitalaria

La relajación de las medidas con el fin del estado de alarma y la falta de vacunas en un sector importante de la sociedad catalana como eran los jóvenes provocó una tormenta vírica perfecta a principios de este mes de julio. El aumento de contagios se produjo de forma muy veloz en Cataluña, lo que ha convertido a la comunidad en uno de los puntos negros de la quinta ola en España y Europa.

Ahora, tras más de tres semanas de contagios al alza, se empiezan a notar de forma muy considerable los efectos de esta nueva ola de contagios en los hospitales catalanes. Con más de 2.000 pacientes ingresados en los centros médicos, Cataluña se ha visto obligada a desprogramar operaciones como ya ocurrió en otras olas durante la pandemia.

Con esta vuelta atrás, vuelve a quedar claro el nivel de saturación que los hospitales están viviendo en la comunidad que, además, acumulan la fatiga de toda la pandemia. Ayer, el conseller de Salud, Josep Maria Argimon, confirmó ante los medios esta medida.

Dada la situación asistencial derivada de la quinta ola, se está desprogramando en la mayoría de centros catalanes toda actividad sanitaria a excepción de aquella que no se puede demorar, expuso el conseller. Esta tensión asistencial junto al periodo vacacional de los profesionales incrementan la criticidad de la situación, según Argimon, que avanzó que una “gran mayoría” de centros sanitarios ha tenido que denegar permisos a sus profesionales.

Ante esta situación critca, el conseller quiso dar otra noticia a los sanitarios: “Si hemos de tocar vacaciones, desgraciadamente, lo tendremos que hacer”, avisó Argimon, que recordó que además hay unos 1.400 profesionales sanitarios de baja por infección pese a estar vacunados con la pauta completa.

Cataluña registró durante el día de ayer 6.527 positivos por covid más que en el recuento del jueves, lo que parece indicar un ligero retroceso en los positivos como afirmó Argimon. Los fallecidos, aun así, no parecen remitir, la comunidad registró ayer 21 más, lo que mantiene la cifra alta de muertes en las últimas semanas.

En cuanto a los pacientes ingresados actualmente, la cifra se sitúa en 2.028, que son 90 más que en el último recuento. Un total de 458 pacientes se encuentran ingresados en unidades de cuidados intensivos (UCI) de centros públicos y privados, 18 más que en el último recuento: de ellos 259 necesitan ventilación invasiva (intubación), 9 oxigenación por membrana extracorpórea (ECMO) y 190 apoyo no invasivo sin intubación.

La velocidad de reproducción de la enfermedad (rt) baja a 0,96 y el porcentaje de positividad de los test de antígenos y PCR se sitúa en 21,22%, lejos del 5% que recomienda la OMS para controlar una pandemia, mientras que la incidencia acumulada en los últimos 14 días es de 1.245,31 por cada 100.000 habitantes y la media de edad de los casos confirmados es de 31,62 años. La tasa del riesgo de rebrote ha bajado ligeramente: el jueves alcanzaba un nivel de 1.165 y 24 horas después se sitúa en 1.164.