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Anaïs Nin, una vida para ser contada en cómic

Léonie Bischoff traslada a viñetas la biografía de una de las grandes escritoras de todos los tiempos

La autora Léonie Bischoff
La autora Léonie BischoffMiquel Gonzalez

Anaïs Nin se preocupó a lo largo de su vida de dejarnos mucha información sobre sí misma gracias a unos diarios de una gran sinceridad. En ellos podemos conocer de primera mano cómo se convirtió, pese a las muchas barreras que encontró a su paso, en una escritora de referencia, alguien que quiso romper con los cánones tan conservadores que la rodeaban. Un material tan atractivo literariamente también lo podría ser para un cómic. Eso es lo que nos propone Léonie Bischoff en «Anaïs Nin en un mar de mentiras», una obra que ha cosechado un gran éxito en Francia y que ha llegado a nuestro país de la mano de Garbuix Books.

El libro no es una adaptación de los textos de Nin sino una interpretación muy personal de la escritora en la que no faltan algunos de los nombres más importantes en el mundo de la autora, especialmente Henry Miller y su esposa June. Bischoff, en declaraciones a este diario, explicó que «descubrí a Anaïs Nin cuando era estudiante en Bruselas. Me sentía muy frustrada porque en los cómics no encontraba la voz que buscaba como artista. Fue entonces cuando me topé con los diarios de Anaïs Nin y allí estaba todo lo que quería. Me impresionó porque también era la primera vez que leía un diario redactado por una escritora que hasta ese entonces solamente había escuchado voces de hombres que me hablaban de su creatividad. Fue muy interesante porque mientras leía a Nin me venían muchas imágenes a la mente; ella describe muchas sensaciones y emociones muy visuales al emplear metáforas como el mar, las plantas, la luz... También escribe muy bien casas, ambientes, paisajes, vestidos... Eso hacía que me vinieran imágenes muy hermosas a la mente y pensara que se podría hacer un libro con este material».

Una de las páginas del cómic
Una de las páginas del cómicGarbuix Books

Mientras trabajaba en las páginas del cómic, Léonie Bischoff no pensaba que su trabajo pudiera ser un espejo en el que se pudieran reflejar, especialmente, sus lectoras. «Ha ocurrido algo que no pensaba porque muchas lectoras me han declarado que se sienten identificadas con lo que cuento de Anaïs Nin. No fue deliberado porque en un principio escribía y dibujaba para mí intentado traducir en las viñetas la energía que me encontré en los diarios de Nin», comentó la autora suiza. Para ella, la escritora ha sido «como un pequeño fuego que sentía dentro y que he tratado de plasmar, algo que hay en sus textos pero también encontramos en su vida personal. Ella fue alguien muy adelantada a su tiempo y que trató de vivir de la manera más libre posible. Eso es algo muy inspirador que he querido ofrecer al lector porque la he querido mostrar en su poder, no en su enfermedad».

Uno de los principales apoyos de Anaïs Nin fue Henry Miller quien supo ver en ella a la gran escritora que era, más allá de quien quería escribir un ensayo sobre D.H. Lawrence. Miller descubrió a la autora de unos diarios imprescindibles, de una extraordinaria riqueza literaria, un testimonio tanto de una vida como de su tiempo, aunque en ocasiones esas páginas pudieran ser incómodas para muchos. Bischoff ha querido mostrar al autor de «Trópico de Cáncer» y «Trópico de Capricornio» como un estímulo para Nin. «Intenté ser muy cercana a la manera que tiene Anaïs de aproximarse a él. Así que ella en ocasiones lo admira mientras que en otras lo ama. Henry Miller es en ocasiones ridículo porque es como un niño que necesita que lo quieran. Siempre necesita algo porque no es independiente y muy sensible, aunque cuando escribe sobre sí mismo trata de ocultar una parte de él mismo», comentó la autora de «Anaïs Nin en un mar de mentiras».

Además de leer los textos de Anaïs Nin, la artista ha tratado de documentarse todo lo posible sobre el tiempo que le tocó a vivir a su heroína, especialmente en el París de los años 20. «Vi muchas fotografías de Brassaï que te ofrecen una aproximación diferente a París. Tampoco olvidé pinturas, grabados y todo tipo de trabajos, pero no me interesaba que todo fuera lo más exacto posible. Lo que más me ha gustado es plasmar emociones, también las de la misma ciudad», agregó. Para ello también emplea una tonalidad muy concreta gracias especialmente a un lápiz con diferentes colores y que produce un efecto mágico en cada uno de sus dibujos.

Uno de los hitos del cómic es que es inevitable, al acabar de leer el libro, querer sumergirse en los diarios de Anaïs Nin o en su obra de ficción. «Para mí ese es el principal halago que puedo recibir porque quiero que los lectores la conozcan no solamente como una escritora erótica sino también como la gran autora de diarios», dijo Léonie Bischoff.