Pandemia

La medición de anticuerpos en saliva es una estrategia útil y fácil para el control epidemiológico de la COVID-19 en entornos escolares

Un estudio desarrollado por investigadores de ISGlobal y Sant Joan de Déu en el marco de la plataforma Kids Corona pone de evidencia que es más eficaz que la PCR en saliva para la detección de la infección y aporta nuevos datos que invitarían a apostar por las vacunas muconasales

Campamento organizado por el Museo de Ciencias el verano pasado
Campamento organizado por el Museo de Ciencias el verano pasadoUNIVERSIDAD DE NAVARRAUNIVERSIDAD DE NAVARRA

En el marco de la plataforma Kids Corona, en el verano de 2020 se desarrolló un estudio entre 1500 niños y 400 adultos que participaron en casales y campamentos en Barcelona para comprobar si la PCR en saliva podía sustituir al frotis nasofaríngeo, que es más incómodo especialmente para la población infantil, como una herramienta para medir la tasa de transmisión del virus SARS-CoV-2 y poder llevar a cabo así un control epidemiológico en este entorno.

Entonces, se pensó que quizá, a través de estas muertas de saliva, se podía extraer más información y fue cuando los investigadores del ISGlobal, centro impulsado por la Fundación “la Caixa”, y del Hospital Sant Joan de Déu, quienes desarrollaron el estudio de forma conjunta, se propusieron medir anticuerpos en las muestras de salivas, a parte de la PCR, para así disponer de más datos y valorar incluso si estos anticuerpos podían incluso mejorar la fiabilidad de la detección.

“El anticuerpo lo que detecta es si has estado expuesto o no al virus, independientemente de si has tenido o no síntomas, y habitualmente se mide en sangre, lo cual no deja de ser una técnica invasiva ya que requiere pincharse. En el primer estudio que se llevó a cabo el año pasado en el marco del Kids Corona, ya vimos que la saliva con PCR también te permite una buena aproximación y nosotros quisimos ver si la muestra de saliva también podía sustituir la necesidad de pinchar en sangre para medir la respuesta de anticuerpos, porque sabemos que las mucosas respiratorias también tienen anticuerpos y en realidad es siempre una primera barrera para los virus, que entran a través de la boca o la nariz”, explica la doctora Carlota Dobaño, investigadora de ISGlobal y primera autora del estudio.

Así pues, en este nuevo estudio, “lo que se ha reportado es que si se analizaban también los anticuerpos en la saliva en las mismas muestras que se iba mirando el PCR, comparando una muestra que se extraía al principio del casal y al final, el porcentaje de personas que entraron negativas y se hicieron positivas a la respuesta de anticuerpos, que significaba que habían estado infectadas con un nuevo virus, fue del 3,2%, que fue como seis veces más de lo que se había estimado por PCR”, comenta Dobaño, quien al respecto señala que “esto indica que el hecho de medir el anticuerpo está incluso añadiendo sensibilidad a la detección”.

“A veces, en un niño, el nivel de virus puede ser muy bajo y la población infantil suele ser asintomática, lo que puede estar asociado a que tenga cargas virales menores o que su sistema inmune tenga una capacidad más rápida de limpiar este virus, por lo que a veces las PCR podrían ser menos sensibles para detectar, mientras que el anticuerpo podría detectar esta infección en la saliva con más fiabilidad, ya que ha habido niños que tenían anticuerpos pero, en cambio, no habían dado positivo en PCR”, comenta la investigadora.

Tal y como apunta la doctora Dobaño, “también hay que tener en cuenta que en la mayoría de personas son infecciones que se han resuelto muy bien, es decir, que no han derivado en una enfermedad, lo que podría indicar que estos anticuerpos tienen seguramente una buena capacidad de defensa inmune”. En este sentido y, pensando ya en las vacunas, “cuando se está diciendo que sería muy interesante tener vacunas mucosales, que podrían ser intranasales u orales, el estudio invita a apostar por ellas, porque seguramente podrían ser más eficaces para el contagio de los que están siendo las actuales”. señala la doctora, quien al respecto comenta que “la muscosa es el sitio de entrada del virus y es interesante poner una barrera cuanto antes mejor, así que si nada más entrar el virus ya se encuentra en la saliva y secreciones mucosales anticuerpos que son eficaces, la predicción es que, en muchos casos, se va a conseguir frenar el establecimiento de la infección, por eso sería importante poder promover las vacunas mucosales”

Por otra parte, el estudio puso de evidencia también que había una mayor tasa de infección en adultos (2,94%) que en niños (1,3%), que encaja con la teoría de que los niños, en general, tienen más capacidad de protección frente al virus. Al respecto, la doctora Dobaño indica que “eso también va asociado a que se vio que las personas asintomáticas tenían niveles más elevados en saliva de anticuerpos, que va en la línea de este rol protector de los anticuerpos en saliva, que cuantos más tengas, más seguridad tienes de que, si te infectas, no desarrolles síntomas”.

Y, pese a que tal y como reconoce la investigadora, el estudio cuenta con una limitación, porque siempre hay una ventana de tiempo de en torno a una semana entre que la persona se infecta y aparece el anticuerpo, con lo que podría haber algún niño que se infectase al final del campamento y diera positivo tras su conclusión, con lo que el estudio ya no contaría con este dato, “globalmente, se ha visto que, pese a esta limitación, la medición de los anticuerpos en saliva mejora la capacidad de detectar la infección”