Cataluña

Esquerra avisa con la mesa: “Es un paso en el camino hacia la República”

El partido republicano celebra un encuentro para renovar su hoja de ruta y la dirección trata de convencer a las bases con la negociación con el Estado entre críticas a Puigdemont

La mesa de diálogo continúa parada. Pese a que, muy de vez en cuando, van trascendiendo ciertos avances, lo cierto es que el balance global es muy pobre dos años después de que se pusiera en marcha: se ha reunido apenas dos veces y no se ha dado ningún acuerdo. Pero, aun así, la dirección de Esquerra continúa confiando en este instrumento, que le permite ganar tiempo y estabilidad en la Generalitat, y este sábado lo ha vuelto a demostrar una vez más, tal y como lo ha expresado Marta Rovira a las bases del partido: “Es un paso que debemos superar en el camino hacia la republica catalana”, ha asegurado, en la Conferencia Nacional que celebra este fin de semana en L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona) para renovar su hoja de ruta de los próximos años.

Es decir, pese a los continuos plantones del Gobierno, Esquerra parece mantener intacta su postura de negociación para dar salida a la crisis política. No obstante, de forma velada, Rovira también ha lanzado una advertencia a Moncloa, que es también un mensaje a las bases para que no se frustren ante la inexistencia de avances. “Confrontar democráticamente no significa renunciar a nada, quiere decir hacer el camino”, ha señalado, rescatando así la posibilidad de que si la mesa de diálogo no funciona, se tendrán en cuenta otras vías, que pueden incluir la desobediencia.

“Hay que hacerlo sin miedo ni complejos de ningún tipo, y con absoluta convicción”, ha dicho, arengando a las bases a que defiendan la postura del partido, muy difícil de asumir, probablemente, en ciertas zonas de Cataluña, como en el interior, donde hay mucho más independentismo radical, poco adepto a la negociación con el Estado. Y es que la militancia tiene ahora por delante las próximas elecciones municipales (mayo del año que viene) y las relaciones del partido con el Gobierno pueden condicionar mucho sus resultados electorales. “¿Qué nos debe dar miedo? No somos ingenuos, sabemos muy bien quién esta al otro lado: un estado demofóbico, pero le hemos obligado a sentarse en la mesa”, ha ahondado.

Lo cierto es que Aragonès ha intervenido previamente y ha evitado hacer referencias prácticamente al “procés” y a la mesa de diálogo: más bien, ha lanzado dardos contra Carles Puigdemont, con quien se ha recrudecido la guerra en las últimas semanas a raíz del impulso del Consell per la República. “Somos los que gritamos poco, pero hacemos que las cosas pasen”, ha arrancado, defendiendo ante las bases la línea estratégica del partido, contrapuesta a la línea dura y maximalista de JxCat.

“Un país no avanza con proclamas vacías, consignas, pancartas o frases ingeniosas. No avanza por arte de magia, sino partiendo del principio de realidad”, ha señalado, antes de reivindicar también el diálogo y mostrarse optimista ante la próxima cita electoral y el objetivo de ganar Barcelona a Ada Colau.

No obstante, pese a los esfuerzos de los dirigentes del partido por convencer a las bases sobre la vía dialogada, no lo han conseguido del todo. En este sentido, en la ponencia que se votará este domingo (el texto que marca la hoja de ruta), se ha introducido finalmente una enmienda impulsada por la militancia que defiende que hay que “establecer una metodología clara, un calendario acordado de reuniones que se pueda cumplir, así como también el retorno pertinente a la ciudadanía, y específicamente a la militancia, de los acuerdos fruto de la negociación”. Es decir, las bases se han puesto serias y exigen fiscalizar los resultados de la mesa de diálogo ante la evidente falta de avances.

Si bien, se ha rechazado con un 94,8% de votos en contra, 1,5% en blanco y 3,7% a favor otra enmienda a la totalidad presentada por el sector crítico del partido denominado Col·lectiu Primer d’Octubre contra la ponencia, que apostaba por regresar a la unilateralidad.