Mercado del arte

La gran oportunidad de Dalí para batir su récord en una subasta

Christie’s pone en manos del mejor postor una de las grandes obras maestras del artista ampurdanés

Salvador Dalí con un ocelote llamado Babou
Salvador Dalí con un ocelote llamado BabouWikimediaWikimedia

Salvador Dalí nunca ocultó su fascinación por la pintura de Vermeer de Delft, un autor al que consideraba uno de sus grandes maestros. Por eso no es extraño que le gustara homenajearlo en algunos de sus cuadros surrealistas. Dentro de diez días, Christie’s dejará en manos del mejor postor uno de esos tributos, una composición de 1934 titulada «El espectro de Vermeer» y que puede ser considerada una de las grandes obras maestras del genio de Figueres. Se espera, según las previsiones de la casa de subasta, que la pieza pueda llegar a los 4 millones de euros, aunque no se descarta que suba hasta los 6 millones. Hablamos de cantidades importantes a las que hay que sumar, como es lógico, la comisión tras la venta.

Un poco de historia. A Dalí, a quien le gustaban los títulos largos e imposibles, no le importó llamar este óleo sobre tela como «El que participa en un baile de máscaras, intoxicado por una atmósfera límpida». Esta pintura es muy probablemente de 1934, un año en el que Dalí no duda en realizar algunas variaciones de este mismo tema, siempre con la recreación blanda de Vermeer y su espectro. Que el pintor estaba contento con el trabajo que ahora se subasta lo demuestra el hecho de que lo llevó a la exposición que ese mismo año le dedicó a su producción más reciente la neoyorkina sala de Julien Levy, imprescindible para la difusión del universo daliniano por Estados Unidos. Josephine Boardman Crane, una de las grandes filántropas de aquel tiempo y miembro de la alta sociedad de la ciudad de los rascacielos, adquirió el cuadro, pero no fue su única propiedad porque conoció distintos dueños. El último de ellos fue el empresario Paul Gardner Allen, uno de los socios de Bill Gates en Microsoft con quien fundó la empresa en 1975. Allen construyó una extraordinaria colección de arte que estuvo formada por composiciones de Paul Cezanne, David Hockney, Van Gogh, Claude Monet, Georges Seurat o Jasper Johns. Son unos 500 años de la historia del arte que Christie’s valora en la imponente cifra de un billón de dólares.

"El espectro de Vermeer", de 1934
"El espectro de Vermeer", de 1934Christie's

Las grandes composiciones de Salvador Dalí están en el teatro-museo que lleva su nombre en Figueres o en el de San Petersburgo (Florida), además de en otros centros como el Reina Sofía o el MoMa de Nueva York, amén de colecciones privados. Por tanto, es difícil que aparezcan en el mercado piezas de nivel y que vayan más allá de un dibujo o algún pequeño óleo. Así que nos encontramos ante un hecho que se puede clasificar como excepcional y que podría hacer que subiera la tasación de Dalí en el siempre interesante mercado del arte.

Para ello tendrá que batir la marca alcanzada en febrero de 2011 cuando se vendió en Sotheby’s de Londres el retrato que el artista ampurdanés dedicó al poeta surrealista Paul Éluard en 1929. Se remató por 13.481.250 libras (15.901.108 euros). Curiosamente unos pocos días antes, se había subastado otro cuadro importante de Dalí: el estudio preparatorio para el desaparecido cuadro «La miel es más dulce que la sangre». En esa ocasión fue comprada por la Fundació Gala-Salvador Dalí que pagó 4.073.252 libras (4.794.215 euros). Algo más tarde, en octubre de 2020, mientras el mundo trataba de salir de toda la crisis generada por el coronavirus, el mercado artístico empezó a sacar la cabeza y, otra vez en Londres, en Bonhams, se vendía por nueve millones de euros un díptico de 1937 titulado «Couple aux têtes pleines de nuages».

Toca esperar y ver qué ocurrirá, aunque es innegable que existe expectación ante lo que pueda suceder con este cuadro de pequeñas dimensiones, de 21.5 por 15.5 centímetros.

Se venda o no se venda, aunque es probable que tenga pronto un nuevo propietario, lo que está claro es que estamos ante una obra de museo. Se desconoce si la Fundació Gala-Salvador Dalí acudirá a esta subasta, aunque podría ser un buen destino final, ya definitivo, para una pintura que desde 1934 no ha vuelto a su casa, a su territorio ampurdanés.

Decía Salvador Dalí que Vermeer de Delft era «el summum de la pintura… con él, el problema pictórico como forma de drama personal desaparece». En este homenaje nos recordó que el «summun» podía ser contado de manera surrealista.