Entrevista

"El 68% de los menores tiene un primer contacto con las pantallas antes de los 2 años"

Emi Ruiz, enfermera de atención primaria y pediatra del Instituto Catalán de Salud

Emi Ruiz, pediatra
"El 68% de los menores tiene un primer contacto con las pantallas antes de los 2 años"La Razón

Un estudio liderado por Emi Ruiz, una enfermera de atención primaria y pediatra del Instituto Catalán de Salud alerta sobre el uso que están haciendo los menores de las pantallas.

¿Cuáles son las principales recomendaciones de las guías nacionales e internacionales en torno al uso de los dispositivos digitales en la infancia?

Nosotros nos basamos en una guía de la Generalitat de Cataluña que recomienda que de 0 a 3 años no se haga ningún tipo de uso de los dispositivos; de 3 a 6 años se usen no más de media hora y siempre acompañados de un adulto, lo cual es muy importante porque ese adulto está supervisando, guiando y acompañando al menor. Por último, de 7 a 12 años va aumentando el uso hasta llegar como máximo a una hora y siempre con supervisión del adulto. Además, la recomendación es que los menores no tenga un smartphone ni redes sociales hasta los 16 años.

¿Por qué estas recomendaciones? ¿Cuáles son los posibles efectos perjudiciales de un uso inadecuado de las pantallas?

Cada vez hay más estudios al respecto y tenemos más evidencia científica y está claro que a edades más tempranas vemos retraso del desarrollo psicomotor, es decir que los niños tardan más en hablar, sus movimientos son más lentos e interactúan peor con el adulto. Hay estudios que empiezan a observar cambios neuroanatómicos y funcionales en el desarrollo cerebral en niños expuestos de forma precoz e intensiva a las pantallas. De hecho, se está n viendo las mismas imágenes que en personas adictas, sobre todo en adolescentes. Y el gran problema que generan estos dispositivos es la adicción, de la que se deriva la obseisdad, problemas de salud mental, trastornos del sueño, trastornos alimentación...

Según los resultados de este estudio, ¿los menores siguen las recomendaciones? ¿A qué edad acceden a estos dispositivos y qué consumo hacen de los mismos de media?

No las siguen. En este estudio, hicimos un cuestionario a 1583 familias y vimos que el 68% de los menores tenía un primer contacto con estos dispositivos antes de los dos años de vida, que el 36% de la se conectaba hasta 2 horas en días entre semana y en días frestivos, el 42% se contectaba de 2 a 4 horas.

¿El uso de estas herramientas aumenta con la edad?

Sí, es proporcional. En los días entre semana, hacen uno uso de las pantallas de entre 1 y 2 horas el 28% de los niños de 0 a 3, entre los 3 y los 6 años se conectan el 33%, y de 6 a 12 años, el 41%. Por lo tanto, el uso de estos dispositivos va aumentando conforme nos hacemos más mayores

¿Más allá de las excesivas horas que estos menores dedican a las pantallas, ¿el estudio ha podido poner de manifiesto otras prácticas desaconsejables?

Sí, como por ejemplo que el 61% de la población de estudio mira la pantalla mientras cena, come, merienda o desayuna. Éste es muy mal hábito porque es importante compartir el momento de la comida con la familia para explicar cómo ha ido el día. El hecho de sentarse a comer juntos es un factor de protección, ya que permite generar un vínculo positivo y crear un espacio en el que el menor comparte lo que le ha pasado durante el día y lo que le preocupa. También resulta preocupante que el 33% de los menores tiene su primer móvil entre los 10 y los 11 años, cuando la edad recomendada son los 16.

Según se desprende de las encuestas, ¿los padres son conscientes de los riesgos que entraña un uso inadecuado de estos dispositivos y actúan en consecuencia?

Al respecto, es importante que el 95% de los padres y madres cuestionados dijeron que sabían que un uso inadecuado del móvil era perjudicial para sus hijos y aún y con eso el 44% de los padres consideraba que su hijo hacía un uso excesivo del móvil. Esto nos dice que aunque sabemos que usar el móvil puede tener repercusiones, seguimos usándolo mal. Por ello, se aconseja a los padres hacer un plan digital familiar, en el que se establece cómo quiere toda la familia usar el móvil y todos sus miembros han de comprometerse a aceptar ese plan y cumplirlo. Así, si se pacta no usar el móvil comiendo, eso no solo vale para el menor, sino que el móvil del padre o de la madre tampoc puede estar en la mesa.

Pese a ello, los menores siguen haciendo un uso inadecuado. ¿En qué estamos fallando? ¿Qué estamos haciendo mal y qué medidas cree que debemos emprender para cambiar esta realidad?

Es cierto que muchos menores hacen un uso inadecuado de las pantallas, pero no hay que culpabilizarles a ellos, ni tampoco hay que demonizar al aparato, la responsabilidad es en todo momento de los adultos. Yo he de ser un ejemplo para mis hijas, que van a copiar las dinámicas que ven en casa. El problema es que los adultos de ahora somos la primera generación que estamos educando en el uso de pantallas cuando nosotros no hemos recibido esta educación y eso es muy dificil. Por eso, es necesaria mucha educación sanitaria sobre el uso responsable de pantallas, que pueden ser grandes aliadas a la hora de trabajar, pero hay que hacer un buen uso. Hemos de tener claro que los niños se han de aburrir. La tablet es un canguro muy barato, un chupete digital, pero puede salir muy caro y cuando el niño se aburre, es cuando se le despierta la creatividad y esto es básico y fundamental para el desarrollo de los menores. Y se deben frustar también y, en este sentido, por ejemplo, a un niño con hay que darle una tablet cuando se va a vacunar para que no llore. Deben saber en el mundo real en el que vivien y exponerse al día a día.