
Turismo
Viajar de Barcelona a Mallorca en zepelín podría ser una realidad en 2026
Air Nostrum está explorando la posibilidad y ya ha encargado varios modelos del Airlander 10

Los zepelines, o dirigibles, tuvieron su época de esplendor a comienzos del XX hasta los años 30. Al margen de los vuelos comerciales, incluso se utilizaron como bombarderos durante la Primera Guerra Mundial. Para la posteridad, en cualquier caso, queda la escena de Indiana Jones y la Última Cruzada o la nomenclatura de uno de los grupos de rock más importantes de todos los tiempos. No obstante, por aquel entonces, con la incipiente aviación comercial y algún trágico accidente, el zepelín cayó en desuso. Un siglo más tarde Air Nostrum ha decidido recuperar la idea para conectar Barcelona y Palma a partir de 2026.
La compañía ha firmado un acuerdo con la empresa británica Hybrid Air Vehicles (HAV) para adquirir los primeros zepelines comerciales del modelo Airlander 10 en cuanto obtenga la certificación comercial. Los promotores de la idea aseguran que este vehículo permitiría realizar rutas entre, por ejemplo, Cataluña y las islas Baleares en cuatro horas como alternativa al avión convencional y reducir hasta un 90% las emisiones de CO2. La intención es que el primer zepelín pueda estar operativo en 2026. Air Nostrum ha informado en un comunicado que está explorando diferentes soluciones para frenar las emisiones contaminantes, como por ejemplo incorporar el Airlander 10 a su flota. Carlos Bertomeu, presidente de Air Nostrum, asegura que “exploran todas las vías que se les presentan para reducir la huella de carbono”.
Si bien en la nota de prensa Air Nostrum imagina el viaje entre Barcelona y Palma con el nuevo zepelín, faltará por recibir la certificación comercial correspondiente. Hybrid Air Vehicles entregará las nuevas unidades de forma escalonada durante cinco años y los socios de Air Nostrum se plantean una flota de hasta 10 aeronaves.
Este zepelín está pensado principalmente para realizar rutas cortas, como sería el trayecto Barcelona-Palma, aunque tiene una autonomía de 3.700 kilómetros. A pesar de tener una velocidad máxima de 130 km/h, el no necesitar una larga pista para aterrizar y despegar es una ventaja, según sus promotores: sólo hace falta una superficie razonablemente plana donde se pueda alojar la estructura y poca algo más. Esto haría que fuera una alternativa en localidades que carecen de aeropuerto o en islas. Además, se estima que el ahorro de combustible pueda llegar al 90% en comparación con los aviones convencionales.
El Airlander 10 tendría capacidad para 100 pasajeros, que irían en una cabina que no necesita presurización puesto que la aeronave vuela mucho más bajo que los aviones. Sería la mayor aeronave comercial del mundo, con 91 metros de longitud, 34 de ancho y una altura equivalente a un edificio de 19 pisos.
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