Municipal
Collboni aplaza la votación de los presupuestos de Barcelona por el rechazo de la oposición
El alcalde de Barcelona retira del orden del día la votación sobre las cuentas después de que todos los grupos de la oposición rechazaran las ordenanzas fiscales
El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, se enfrentó ayer a su primera derrota desde que llegó al cargo. Este miércoles por la tarde su gobierno se vio obligado a retirar del orden del día de la Comisión de Economía la primera votación sobre el presupuesto del Ayuntamiento de Barcelona para el 2024. Lo hizo después del «no» de todos los grupos de la oposición en el Ayuntamiento (Junts, BComú, ERC, PP y Vox) sobre su proyecto de ordenanzas fiscales. Ante la eventualidad de que le tumbaran también los presupuestos, como ya habían avanzado los partidos estos días, el Ejecutivo municipal optó por retirar «in extremis» el punto del orden del día. El alcalde de Barcelona, que gobierna en minoría con 10 concejales, tiene ahora hasta la comisión de noviembre para buscar un pacto con los grupos.
El teniente de alcalde de Economía, Jordi Valls, que intervino por parte del Ejecutivo, argumentó esta retirada porque necesitan «más tiempo para el diálogo». Además, reprochó a los grupos de la oposición que hasta ahora hayan puesto este diálogo «bastante difícil».
La oposición se mostró firme con sus respuestas. Desde Junts, el concejal Ramon Tremosa recomendó a Valls un libro sobre la «arrogancia en la que a veces cae el socialismo». En el lado de los Comunes, Jordi Martí le dijo que «con 10 concejales no se puede gobernar» y que esto se trata de un «fracaso indiscutible del Gobierno Collboni». Por parte de ERC, Jordi Castellana incidió en «la soledad de un gobierno que no sacó ni el 20% de los votos».
En cuanto a las ordenanzas fiscales, Valls pidió realizar una votación separada en cuatro partes: una sobre las ordenanzas en su conjunto; una sobre la parte que atañe al Impuesto sobre Actividades Económicas; otra sobre los proyectos de recargo turístico para apartamentos turísticos y cruceros de corta estancia, y la última sobre el cambio en la tasa de terrazas, el último consenso alcanzado por el propio gobierno municipal del PSC con el gremio de restauración de la ciudad. Todos los grupos votaron «no» en los cuatro casos. Junts, Barcelona en Comú, ERC, el PP y Vox expresaron su rechazo por los motivos que fueron expresando durante los últimos días previos a la votación. Junts, al igual que el PP, consideró que eran ordenanzas «demasiado continuistas». El concejal de Junts, Ramon Tremosa, criticó que el gobierno de Collboni actuase como si tuviera mayoría en el Ayuntamiento, y Àngels Esteller (PP) se mostró en contra de incrementar la tasa turística a cruceros de corta estancia y pisos turísticos, de mantener la tasa de recogida de residuos, y pidió una rebaja de la presión fiscal. Desde Vox, Gonzalo De Oro-Pulido también vio la propuesta «continuista» en la que no constata grandes subidas de impuestos, pero tampoco bajadas, y consideró que la bonificación de la tasa de terrazas se tendría que alargar al menos hasta 2025.
Tanto Barcelona en Comú como ERC dijeron que eran ordenanzas «poco ambiciosas», y el republicano Jordi Castellana nombró la «tasa Amazon» lamentado que el acuerdo «diluía el sentido inicial de la propuesta», que calificó como conservadora.
Sin embargo, al PSC todavía tiene una segunda oportunidad para impulsar sus ordenanzas fiscales: podrá implantarlas si el pleno del viernes de la semana que viene las aprueba. De lo contrario, a partir del 1 de enero próximo se seguirán aplicando las del 2023.
El teniente de alcalde, Jordi Valls, hizo una comparecencia fuera de la sala para valorar la votación y dejar claro que lo de ayer por la tarde no fue un fracaso y que el Gobierno «aprobará el presupuesto». Para lograrlo, abrirá una nueva ronda de consultas con los grupos y deberá llegar a acuerdos como máximo en un mes.
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