El MNAC pide suspender temporalmente la devolución de las pinturas de Sijena por "incapacidad técnica"

El Patronato del Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC) se ha reunido este lunes en sesión extraordinaria para abordar las implicaciones de la reciente sentencia del Tribunal Supremo que ordena la devolución de las pinturas murales de la sala capitular del Real Monasterio de Santa María de Sijena. Tras el encuentro, se ha acordado por unanimidad presentar una incidencia de ejecución ante el juzgado, alegando la imposibilidad técnica de trasladar las obras sin poner en riesgo su integridad.

En el comunicado emitido tras la reunión, el Patronato ha querido destacar “el trabajo impecable” del museo en la conservación y difusión de las pinturas, que fueron salvadas en 1936 por el historiador de arte Josep Gudiol tras un incendio durante la Guerra Civil. Desde 1961 se exhiben de forma permanente en el MNAC y han sido visitadas por millones de personas, además de ser objeto de estudio en congresos internacionales sobre arte románico.

El órgano rector del museo ha reiterado su voluntad de cumplir con las resoluciones judiciales, incluida la sentencia del Supremo dictada el pasado 27 de mayo. Sin embargo, subraya que un nuevo informe técnico elaborado por el propio MNAC concluye que la operación de traslado no puede realizarse en el plazo legal ni sin poner en peligro las pinturas.

Petición de una comisión técnica

Ante esta situación, el Patronato solicita la creación de un grupo de trabajo técnico especializado, integrado exclusivamente por profesionales en conservación y restauración, para estudiar cómo ejecutar la sentencia sin dañar las obras. Esta comisión estaría formada por expertos designados por las administraciones que forman el consorcio del MNAC (el Estado, la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona), y se invita también al Gobierno de Aragón a integrarse en ella con los técnicos que considere oportunos.

El MNAC insiste en que su actuación responde al compromiso con la legalidad, pero también con la preservación del patrimonio común, dado el altísimo valor artístico e histórico de estas pinturas, que gozan de la protección como bienes de interés cultural desde 1923.