Caída en las reservas
Crisis climática: ¿el ocaso turístico del mediterráneo español?
Un informe de la UE alerta de un cambio de hábitos turísticos a causa de las altas temperaturas en beneficio de países como Irlanda, Bulgaria o Dinamarca
Europa ha sido golpeada por una implacable ola de calor en los últimos días, lo que ha provocado múltiples alertas de viaje y avisos meteorológicos. Sin embargo, a pesar de estas advertencias, la mayoría de los turistas no se han mostrado intimidados y continúan disfrutando de sus merecidas vacaciones en el sur del continente. Los viajeros británicos, en particular, han optado por no cancelar sus planes vacacionales, ya que el Gobierno del Reino Unido no ha emitido una recomendación explícita de evitar los viajes a destinos afectados por la ola de calor, lo que podría resultar en que las compañías de seguros no cubran los costes de los viajes cancelados.
En España, Italia, Grecia y Turquía, algunas zonas han experimentado temperaturas superiores a los 40 grados centígrados, llevando a las compañías de viajes a informar a sus clientes sobre cómo protegerse del calor. No obstante, el aumento de las temperaturas estivales en el sur de Europa podría tener un impacto duradero en el turismo de la región. Los expertos y organismos turísticos advierten que los viajeros podrían comenzar a preferir destinos más frescos o a tomar sus vacaciones en primavera y otoño para evitar así el calor extremo.
De acuerdo con la Comisión Europea de Viajes (CET), el número de personas que esperan viajar a la región mediterránea de junio a noviembre ha disminuido un 10% en comparación con el año pasado, cuando el clima abrasador provocó sequías e incendios forestales. En contraste, destinos como República Checa, Dinamarca, Irlanda y Bulgaria han experimentado un aumento en el interés turístico.
Miguel Sanz, responsable de la ETC (European Travel Commission), advierte que las condiciones meteorológicas impredecibles tendrán un mayor impacto en la elección de destinos de los viajeros en Europa en el futuro. Un informe de esta organización profesional también revela que el 7,6% de los viajeros considera ahora los fenómenos meteorológicos extremos como una preocupación importante para sus viajes entre junio y noviembre.
Los testimonios de turistas afectados por el calor extremo son abundantes. Anita Elshoy y su marido tuvieron que regresar antes de lo previsto de su lugar de vacaciones favorito, Vasanello, un pueblo al norte de Roma, debido a que las altas temperaturas les provocaron síntomas de malestar. El calor ha llevado a muchos turistas británicos a reservar menos vacaciones en su país y optar por destinos mediterráneos, anhelando escapadas a la playa tras el periodo de bloqueo.
Pero el equilibrio podría cambiar debido a que las olas de calor serán cada vez más duras. Los científicos llevan tiempo advirtiendo sobre los efectos del cambio climático, el cual es impulsado por las emisiones de CO2 provenientes del uso de combustibles fósiles. Esto hará que los fenómenos meteorológicos extremos sean más frecuentes, graves y mortales.
Cambio de tendencias
Aunque no ha habido un aumento significativo en las cancelaciones de viajes, la ola de calor ha hecho que las vacaciones sean menos placenteras para muchos turistas, según Catherine Livesley, fundadora del operador de viajes sin vuelos No Fly Travel Club. Además, el uso intensivo del aire acondicionado para proporcionar comodidad a los viajeros también puede generar preocupaciones ambientales y de sostenibilidad.
Los meteorólogos predicen que las temperaturas de la próxima semana podrían superar el récord europeo actual de 48,8 °C, establecido en Sicilia en agosto de 2021. Esto ha llevado a temer la repetición de muertes por calor del año pasado, así como a incidentes de turistas evacuados en helicóptero de las playas italianas o trasladados en ambulancia desde la Acrópolis de Atenas.
Ante este panorama, la Comisión Europea de Viajes y otros expertos prevén un cambio en las tendencias turísticas. Se espera que un mayor número de europeos opten por viajar en otoño y primavera, buscando climas más templados y evitando el calor extremo del verano en el sur de Europa. Algunos destinos, como República Checa, Dinamarca, Irlanda y Bulgaria, ya han experimentado un aumento en la demanda turística. El clima, en definitiva, está cambiando y también las preferencias turísticas.
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