Criptomonedas

Yuval Noah Harari, visionario, tecnólogo e historiador, ataca al Bitcoin: "No me gusta, es dinero construido sobre la desconfianza"

El conocido pensador Yuval Noah Harari ha lanzado sus particulares tesis sobre el futuro del dinero digital, generando un debate sobre la confianza en nuestras instituciones

Yuval Noah Harari es unos de los filósofos más reputados de la actualidad
Yuval Noah Harari es unos de los filósofos más reputados de la actualidadFacebook Yuval Noah Harari

El historiador y filósofo israelí Yuval Noah Harari, profesor en la Universidad Hebrea de Jerusalén, ha expuesto recientemente sus planteamientos sobre la naturaleza de las criptomonedas, calificando al Bitcoin como una divisa "construida sobre la desconfianza". Sus palabras, pronunciadas en el marco del Innovative Summit 2024 del Banco de Pagos Internacionales (BPI), han reabierto el debate sobre el rol de las instituciones financieras y gubernamentales en la creación monetaria.

Harari, autor de ensayos superventas como Sapiens: De animales a dioses, argumentó que la esencia de Bitcoin reside en la idea de que los ciudadanos no confían en bancos ni gobiernos para regular la emisión de dinero. Para él, esta criptomoneda se concibe como una suerte de oro electrónico, una alternativa frente a la capacidad de las entidades tradicionales para crear liquidez a demanda.

A pesar de vaticinar que el futuro pertenece al dinero electrónico, Harari matizó que esta evolución no sería necesariamente positiva. El pensador israelí considera que, a lo largo de los últimos siglos, ha resultado beneficioso otorgar a bancos y gobiernos la capacidad de emitir moneda para construir una mayor confianza social. Su visión se centra en la necesidad de sistemas monetarios que refuercen los lazos sociales y la estabilidad.

La desconfianza como cimiento monetario

El historiador israelí ha manifestado su particular rechazo al Bitcoin, que viene de superar recientemente su registro máximo de valor de cotización, desde una perspectiva histórica, enfatizando que se trata de una moneda "fundamentada en la desconfianza". Esta crítica se dirige directamente al concepto subyacente de la divisa digital, concebida en 2008 por una figura o colectivo conocido bajo el pseudónimo de "Satoshi Nakamoto", tal y como informan desde Perfil. Harari sostiene que la evolución monetaria ha tendido históricamente hacia sistemas que fomentan la cooperación y la fe en las instituciones. Y es que para Harari, el control gubernamental debe prevalecer ante factores de riesgo como las criptodivisas o la evolución de la inteligencia artificial.

En esta línea, el filósofo subrayó que, aunque el dinero electrónico sea el camino, es imperativo que las futuras monedas digitales se contruyan sobre "una mayor confianza" en lugar de sobre un escepticismo creciente. Harari admitió cierta incertidumbre sobre el desarrollo de las criptomonedas en las próximas dos o tres décadas, pero mantuvo su optimismo en que surgirán modelos que refuercen los pilares de la cooperación social.

El debate en el entorno digital y otras inquietudes

Las declaraciones de Harari no han tardado en generar diversas reacciones en la comunidad de las criptomonedas. Uno de los primeros en pronunciarse fue Charles Hoskinson, cofundador de la red de blockchain Cardano, quien en un mensaje en la red social "X" (antes Twitter) lo describió como un "Dunning-Kruger con esteroides", aludiendo a un efecto cognitivo donde personas con escaso conocimiento sobreestiman su habilidad.

Otro conocido defensor de las criptomonedas, que se identifica como "Walker" en la misma plataforma, replicó a Harari cuestionando su apelación a la "confianza" en bancos y gobiernos. El usuario de "X" recordó que el propio BPI, sede de la cumbre donde Harari habló, tuvo directores entre 1933 y 1945 condenados por crímenes de guerra o contra la humanidad, sugiriendo que la confianza en dichas instituciones no siempre ha sido intachable.

Más allá del debate sobre Bitcoin, la preocupación de Harari se extiende a los posibles riesgos de la Inteligencia Artificial (IA) para la sociedad global. El autor ya había advertido en anteriores ocasiones que el dominio del lenguaje por parte de la IA implica que esta tecnología podría "hackear y manipular el sistema operativo de la cultura humana". Para el pensador, la IA se está "apoderando de la llave maestra de la civilización", desde las finanzas hasta ámbitos de calado social.