Opinión
"Mundanal ruido", "juventud, divino tesoro", "cualquier tiempo pasado fue mejor"... de dónde vienen estas expresiones castellanas
Cualquier tiempo pasado fue mejor, que es un verso de las "Coplas" de Jorge Manrique
Hablo de una serie de expresiones en vías de convertirse en tópicos, si es que no lo son ya, y que usamos con frecuencia, a sabiendas de su origen en algunos casos, y desconociendo en otros su procedencia, siempre literaria. Enumero a continuación algunos ejemplos, extraídos todos de autores y obras pertenecientes a la literatura en lengua española:
Cualquier tiempo pasado fue mejor, que es un verso de las «Coplas» de Jorge Manrique: «...cómo, a nuestro parescer, / cualquiera tiempo pasado / fue mejor».
El mundanal ruido, perteneciente a la primera estrofa de la «Oda a la vida retirada», de Fray Luis de León: «¡Qué descansada vida / la del que huye el mundanal ruido…»
Amarrado al duro banco..., para ponderar la fatiga y continuidad en el trabajo sedentario, y que es el primer verso de un romance de Luis de Góngora: «Amarrado al duro banco / de una galera turquesca…»
Poderoso caballero es don Dinero, de la letrilla satírica de Francisco de Quevedo que comienza así: «Madre, yo al oro me humillo; / él es mi amante y mi amado...»
Juventud, divino tesoro, el primer verso de «Canción de otoño en primavera», de Rubén Darío: «Juventud, divino tesoro, / ¡ya te vas para no volver!»
Verde que te quiero verde, el famoso verso inicial del «Romance sonámbulo» de García Lorca: «Verde que te quiero verde. / Verde viento. Verdes ramas».
Compañero del alma, compañero, de la «Elegía», de Miguel Hernández, que concluye así: «...que tenemos que hablar de muchas cosas, / compañero del alma, compañero».
A otras, la pátina del uso las ha equiparado ya en prestigio y difusión a la frase de ingenio, el dicho o la sentencia:
Con la Iglesia hemos topado, tomada acaso del Quijote (II, 9): «Con la iglesia hemos dado, Sancho».
Fuenteovejuna, todos a una, como aspiración y consigna, tomada de la obra homónima de Lope de Vega sobre la sublevación de un pueblo contra el comendador y el acuerdo de todos los vecinos para no revelar la identidad de los que le han dado muerte: «–¿Quién mató al comendador? /–Fuenteovejuna, señor».
Y sonó la flauta por casualidad, de la fábula «El burro flautista», de Tomás de Iriarte, indica que un acierto ha sido casual.
Habló el buey y dijo mu, burla del necio que acostumbrado a callar dice algún disparate cuando habla, que proviene de una fabulilla de Juan Bautista Arriaza: «Decide la cuestión tú, /dijo al buey el ruiseñor; / y, metiéndose a censor, / habló el buey y dijo: Mu».
El color del cristal con que se mira, que procede de una fábula de Ramón de Campoamor: «Y es que en el mundo traidor / nada es verdad ni es mentira; / todo es según el color / del cristal con que se mira».
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