Salud
Un estudio sugiere un nuevo abordaje para tratar la neumonía por bacterias resistentes a los antibióticos
El trabajo demuestra que un aumento de la dosis de colistina, un antiguo fármaco recuperado para tratar la neumonia provocada por Pseudomonas aeruginosa resistente a las terapias actuales, incrementa la mortalidad de los pacientes y propone administrarlo por nebulización en lugar de por vía intravenosa
En el 36% de los pacientes con neumonía asociada a la necesidad de ventilación mecánica la causa es la infección por la bacteria Psudomonas aeruginosa resistente al tratamiento, según datos de un estudio realizado recientemente en Italia, Grecia y España. Y es que, pese a que se han desarrollado nuevos fármacos y herramientas para combatir bacterias multirresistentes, lo cierto es que se ha observado que, en ocasiones, también acaban apareciendo resistencias a estos nuevos fármacos, lo que en algunos casos ha obligado a los profesionales a recurrir a antibióticos antiguos para combatir estas infecciones.
Este es el caso de la colistina, un antibiótico de los años 50 del que se había abandonado su uso por su alta toxicidad, que ha sido necesario recuperar para tratar a los pacientes con neumonía causada por una infección por Pseudomonas aeruginosa resistente a los tratamientos.
Al respecto, la doctora Lluïsa Sorli, médico adjunto del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital del Mar, indica que "el problema de la multirresistencia de las bacterias a los antibióticos es real y creciente. Tal y como llegan nuevos fármacos, tienen unos años de vida útil, pero las bacterias se van haciendo resistentes". "En la actualidad, tenemos fármacos nuevos, que han entrado en los hospitales en los últimos 5 o 10 años, que nos podrían salvar de tener que utilizar este fármaco antiguo, pero no todos los hospitales tienen acceso a estos nuevos medicamentos y además ya nos encontramos que, a veces, estas bacterias ya son resistentes también a los nuevos fármacos y, por lo tanto hemos de volver a recurrir a la colistina". El problema de esta práctica es que, a dosis altas, este fármaco puede resultar tóxico para los riñones.
En este contexto, investigadores del Grupo de Investigación en Patología Infecciosa y Antimicrobianos del Hospital del Mar Research Institute han llevado a cabo un estudio, cuyos resultados se acaban de publicar en la revista Microbiology Spectrum, que pone de manifiesto que el aumento de la dosis de colistina no solo no es útil para tratar la infección, sino que puede provocar una aumento de la mortalidad entre los pacientes.
En dicho trabajo, en el que también han participado investigadores del CIBER de Enfermedades Infecciosas, de la Monash University de Melbourne y del Laboratorio de Referencia de Cataluña, se analizaron los niveles de este fármaco en plasma de pacientes tratados en el Hospital del Mar por neumonía causada por infección por la bacteria Psudomonas aeruginosa resistente a los antibióticos y se comprobó que aquellos que tenían niveles más altos no tenían una mejor evolución y, por contra, se producía un aumento de la mortalidad.
Al respecto, la doctora Lluïsa Sorli, investigadora principal del estudio, comenta que "en los últimos 20 años, habíamos aprendido que para tratar infecciones graves teníamos que tender a utilizar niveles más altos de antibiótico para conseguir niveles más elevados del mismo en la sangre, siempre encontrando un equilibrio entre la dosis y la toxicidad renal, sin embargo, en este estudio hemos visto todo lo contrario: el hecho de que los pacientes tengan niveles en sangre más altos, no solo hace que la infección no vaya mejor, sino que además éstos se morían, lo cual echa por tierra todo lo que habíamos visto en los últimos años".
Cambio de abordaje
Ante esta evidencia, los investigadores sugieren que, con el fin de poder ofrecer a los pacientes con neumonía causada por infección por la bacteria Psudomonas aeruginosa resistente a los antibióticos el mejor abordaje, hay que cambiar la forma de administración del fármaco, para dejar la vía intravenosa como último recurso y priorizar la administración por nebulización, puesto que de esta manera se consigue concentrar la colistina en los pulmones, que es donde se ubica la infección, y evitar que pase a la sangre y que, en consecuencia, pueda afectar a los riñones.
"Nuestro grupo ha demostrado que la administración de la colistina por vía inhalada logra niveles muy altos de la misma en el pulmón, que es lo que nos interesa para tratar las neumonías, y no tiene el riesgo de toxicidad que tiene cuando la administramos por vía sistémica", comenta la doctora, quien señala que estas conclusiones también podrían aplicarse a "al abordaje de otras infecciones por bacterias resistentes a los tratamientos".
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