Cargando...

Literatura

Grady Hendrix, el escritor que convierte en terror lo cotidiano

El aclamado escritor acaba de publicar su nueva novela «Brujería para chicas descarriadas»

Grady Hendrix fotografiado la pasada semana en Barcelona Miquel Muñoz / Shooting

Aparentemente Grady Hendrix parece una persona normal, de un trato cordial y exquisito, por no hablar de lo elegante de su presencia. Pero tras esta imagen se esconde uno de los escritores que ha sabido actualizar y llevar al siglo XXI un género que en ocasiones ha sido mal visto por la crítica, como es el del terror. Su último trabajo, publicado por Minotauro, es «Brujería para chicas descarriadas» donde nos traslada a Florida, a principios de la década de los setenta, concretamente a aquellos centros de acogida a donde iban las familias que querían esconder a sus hijas para que dieran a luz en secreto y entregaran a sus bebés. Todo eso es lo que vive una adolescente llamada Fern a quien le cambia la vida cuando descubre escondido en la biblioteca del centro un libro dedicado a la brujería.

Aparentemente todo es posible en los libros de un autor que empezó en el mundo del periodismo. Así que es muy tentador preguntarle a Hendrix, quien la pasada semana participó en el Festival 42 de Barcelona, sobre su paso del mundo de la realidad a la ficción. «La ficción y la realidad están muy conectadas. Fui periodista durante mucho tiempo, pero llegó la crisis económica de 2008 y el mundo del periodismo era lo más parecido a zombies deambulando, pidiendo trabajo... En aquel momento escribía de todo, literatura en general, ya fuera ciencia-ficción o fantasía, pero lo que más me gustaba era terror. Pero hice el cambio cuando gente se acercaba más sobre todo si escribía sobre terror. No era consciente de ello, fue la opinión de la gente la que influyó en que optara por este género. Si quiero vivir de lo que escribo debo tener en cuenta lo que me dicen los lectores», apuntó Hendrix.

En todo ello ha pesado su terrorífica mirada a la realidad, lo que ha hecho que sea visto por muchos como un renovador del género, una etiqueta por lo que no siente mucha simpatía. Como él mismo aseguró «trato de no pensar en lo que hago como si fuera la de un renovador del género. Que otros lo piensen. La sensación que tengo es que no sabremos si estos libros son buenos hasta que pasen veinte años. Yo los guiso, pero no me los como».

En lo que sí está de acuerdo es en el hecho de que la literatura de horror necesitaba nuevos aires y estos han venido de la mano de una generación que se ha formado en este terreno gracias al cine y la televisión. «El horror siempre, durante muchos años, ha sido ese género que ha tenido la etiqueta de algo oscuro, sangriento... Sin embargo, ahora hay toda una generación que ha bebido de los 90, de series como “Embrujadas”, “Expediente X” o “Buffy cazavampiros” y ven que también puede ser algo divertido, que se puede tratar de una forma distinta», resaltó el escritor.

Uno de los aspectos que brillan en esta novela es el poder de la lectura, como le ocurre a la protagonista cuando cae en sus manos el volumen sobre brujería. Hendrix es de los que apuesta por el libro como una fundamental herramienta que puede cambiar la manera de pensar de la sociedad. A este respecto comentó que «la escritura y lectura siempre un acto político. El mundo muchas veces cambia por el libro. El papel y el bolígrafo son herramientas que todos podemos tener, de fácil acceso, aunque puede ocurrir, como en el caso de disidentes en China, que escriban con uñas y sangre para hacer textos revolucionarios teniendo un gran impacto en los demás. Cuando leemos ignoramos lo que nos rodea, no se nos fuerza a meternos en redes sociales. La lectura es hoy un acto revolucionario».