Cataluña

Illa asume que "costará" pero se compromete a desplegar "la financiación singular"

El presidente de la Generalitat ha comparecido esta mañana en el Parlament por primera vez desde su investidura: "Cataluña siempre ha sido, es y será solidaria", ha asegurado

El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, ha comparecido esta mañana en el Parlament por primera vez desde su investidura. El líder socialista, que pidió un debate plenario para "explicar la composición del nuevo Govern", ha reiterado en sede parlamentaria que el acuerdo de investidura suscrito con ERC para implementar un modelo de financiación singular para Cataluña "se cumplirá", pese a que ha admitido que "costará". Illa ha pedido un "debate sereno" alrededor de esta materia en contra del "ruido generado aquí y en Madrid", y ha asegurado que "Cataluña es solidaria, siempre lo ha sido y lo seguirá siendo". "No queremos ser ni más ni menos que nadie, queremos lo que nos merecemos", ha dicho el presidente de la Generalitat sobre este asunto. En cuanto al acuerdo de investidura en su conjunto, Illa ha declarado ser "plenamente consciente" de que cualquier otro apoyo se lo tendrá que "ganar", pues tanto ERC como los comunes le han recordado que "no es un acuerdo de legislatura". No obstante, ha insistido en incluir a ambos como "socios preferentes" con el objetivo a corto plazo de acordar unos nuevos Presupuestos para 2025 y, más adelante, para llegar a "grandes pactos de país", a los que también querría incorporar a otros grupos como Junts o el Partido Popular.

Illa ha insistido en su primera exposición en la necesidad de "mejorar las políticas de seguridad de la Generalitat", asegurando que se trata de un "aspecto clave para este Govern" y calificando a las políticas de seguridad como "de izquierdas", pues "protegen a las personas que no tienen ningún medio privado para protegerse". Tanto Vox como Aliança Catalana han puesto el foco en la "inmigración irregular" que "ataca" a Cataluña y que promueve la "creciente inseguridad", discurso que el presidente de la Generalitat ha calificado como "de odio" y ha prometido "combatir" a través del Pla de Barris, una de las primeras medidas del nuevo ejecutivo. Otra de ellas, anunciada esta misma semana, ha sido "reactivar" la comisión de trabajo para la "mejora" del aeropuerto de Barcelona-El Prat, algo que motivó en la jornada de ayer un primer enfrentamiento de Illa con sus socios que no ha ido a más en el hemiciclo. ERC ha recordado que el pacto de investidura es "incompatible" con alargar la pista del aeropuerto y ha pedido ceñirse a los criterios europeos para "mejorar el proyecto" y que la Generalitat tenga un papel "importante" en el gobierno de El Prat, que según la portavoz republicana, Marta Vilalta, actúa hoy como "sucursal" de Madrid-Barajas. El presidente de la Generalitat se ha comprometido a ello y ha dicho que su Govern es "medioambientalista".

El presidente del grupo parlamentario de Junts, Albert Batet, ha sido quizás el más severo con el presidente de la Generalitat, quien según el posconvergente ha empezado su mandato "tarde y mal". "Cuando a alguien le dan un trabajo, no se va de vacaciones", ha dicho Batet, "y usted se fue a Lanzarote a recibir instrucciones de Pedro Sánchez en vez de ir al homenaje a las víctimas del atentado terrorista del 17 de agosto". Según el portavoz, el ejecutivo de Illa "es un Govern débil" y "no es un Govern para todos los catalanes, es un Govern españolista, es un Govern de parte", una acusación a la que el presidente de la Generalitat ha respondido que "Junts hubiera preferido que Cataluña no tuviera Govern y nos fuéramos a otras elecciones". El líder del PP, Alejandro Fernández, también ha cumplido su promesa de ejercer una "oposición firme" al nuevo Govern en el inicio de este curso político: "Illa trae el 'sanchismo' a Cataluña", ha dicho el dirigente popular, "tiene una relación conflictiva con la verdad y una ideología líquida, cambia en función de lo que le convenga". Fernández ha ironizado con que "sale rentable hacerse del PSC, pues lo mismo te llevas un carguito", algo que ha indignado al presidente de la Generalitat, y ha pedido que también sean considerados como "discursos de odio" los "ataques" que reciben los miembros de su formación.