Sociedad

La soledad no deseada de los jóvenes que se comunican "online" cuadruplica a la de la gente mayor en Cataluña

Las personas entre 18 y 34 años constituyen el grupo que acusa más este problema en la comunidad autónoma, con un 28,4 % de afectados, seguido por el grupo de edad que tienen de 35 a 54 años (18,9 %)

La soledad no desada de los jóvenes que se comunican "online" cuadruplica a la de la gente mayor en Cataluña
La soledad no desada de los jóvenes que se comunican "online" cuadruplica a la de la gente mayor en CataluñaEuropa Press

La soledad no deseada se siente más y es más prevalente entre las personas con problemas económicos para llegar a fin de mes, cuando se tienen trastornos de salud física o mental, discapacidad, se es joven o extranjero en Cataluña, según un informe elaborado en el Observatorio Estatal de la soledad no deseada.

El informe se elaboró a partir de 2.900 encuestas telefónicas en toda España, de las que 400 se hicieron en Cataluña, y fue impulsado por las fundaciones ONCE y AXA, y realizado por la consultora Fresno.

El resultado lo presentaron en Barcelona el delegado territorial de la ONCE en Cataluña, Enric Botí; el director general de la Fundación AXA, Josep Alfonso; el recién elegido presidente de la Taula del Tercer Sector Social de Cataluña, Enric Morist; y el comisionado de Participación Ciudadana del Ayuntamiento de Barcelona, Pedro Aguilera.

También intervino el secretario general del departamento de Derechos Sociales e Inclusión, Raúl Moreno, quien reconoció que los centros de salud mental infantil y juvenil de Cataluña (CSMIJ) «no están bien resueltos» para llegar al conjunto de la población y que «se necesita más personal» en los mismos.

En Cataluña, según el estudio, el 18,4 % de los catalanes se sienten solos en este momento y el 12,6 % padecen soledad crónica (más de dos años), unos porcentajes ligeramente inferiores a los de la media de España, que se sitúan en el 20 % y el 13,5 %, respectivamente.

A diferencia del conjunto del Estado, el aislamiento involuntario afecta más en Cataluña a los hombres (21 % de los encuestados) que a las mujeres (16 %), mientras que en el conjunto de España las cifras son del 18% y 21,8 %, respectivamente.

Las personas jóvenes de entre 18 y 34 años constituyen el grupo que acusa más soledad en Cataluña, con un 28,4 % de afectados, seguido por el grupo de edad de entre 35 y 54 años (18,9 %) y por los de 55 años y más, con un 12,4 %.

El trabajo subraya que hay factores que implican una probabilidad más grande de padecer soledad no deseada, como tener dificultades económicas, ser joven, tener origen extranjero o vivir con discapacidad.

Las personas que tienen una mala salud autopercibida tienen una prevalencia de soledad cuatro veces más grande que aquellas con buena salud (38,8 % frente a 8,2 %).

En cuanto al binomio soledad y discapacidad, el estudio indica que un 37,8 % de las personas con discapacidad que viven en Cataluña padecen soledad no deseada, una cifra inferior en 12,8 puntos porcentuales a la de la media nacional, del 50,6 %.

El 91,5 % de la población catalana cuenta con una persona, al menos, que puede darle apoyo en momentos de grandes dificultades pero hay un 8,5 % que no tiene a absolutamente a nadie, según el estudio, que también analizó la soledad, dónde se vive y el tipo de hogar.

En este punto, se concluye que en el territorio catalán el aislamiento involuntario es más elevado en las ciudades grandes, de más de 100.000 habitantes, y en los hogares unipersonales.

En la presentación se indicó que el 50 % de la población catalana que manifiesta soledad no deseada ha tenido pensamientos suicidas en el pasado (43 % en España) y el 25 %, conductas autolesivas a lo largo de su vida.

El 92 % de los encuestados en Cataluña afirmaron que la lucha contra la soledad no deseada ha de ser una cuestión prioritaria de las administraciones públicas y, en concreto, de la Generalitat, los ayuntamientos y el Gobierno del Estado, por este orden.

Sobre el elevado porcentaje de soledad no deseada entre los jóvenes, el representante del Observatorio Estatal de la Soledad No Deseada, Adrián Tuñón, comentó que «vemos varios factores que lo explican y uno de ellos es la digitalización, hay jóvenes que no saben relacionarse».

«En Cataluña los indicadores son mejores porque el trabajo de las entidades sociales y el tejido asociativo es más fuerte que en el resto de España, y además las administraciones públicas, especialmente el Ayuntamiento de Barcelona, llevan años haciendo programas, trabajando y estudiando este asunto», opinó Tuñón, que citó como ejemplos el programa municipal Radars o Vincles.

«La soledad no deseada funciona como una U. Vemos que los jóvenes y los más mayores son los más afectados», apuntó Tuñón. La digitalización explica parte de esta realidad. «Las personas que se comunican de forma ‘online’ tienen cuatro veces más soledad que las que no lo hacen. Y este es un comportamiento que vemos en los jóvenes especialmente», añadió el experto.