Ciencia
Cómo hacer Pan
Para seguir esta sencilla receta sólo necesitaréis un planeta gigante gaseoso y millones de fragmentos de hielo y roca.
Si habéis llegado a este artículo buscando una receta con la que hacer algún tipo de pan que sea comestible, lamento informaros de que no habéis dado con la información adecuada. Pero, si vuestra afición es construir réplicas a tamaño real de los diferentes cuerpos del sistema solar, estáis en el lugar indicado: durante los siguientes párrafos aprenderéis cómo hacer Pan, una de las lunas más extrañas de Saturno.
Ahora bien, en la foto anterior habréis notado que reproducir Pan es todo un reto en comparación con la mayor parte de las lunas del sistema solar, que son mucho más fáciles de modelar porque las más grandes son esferas casi perfectas y las pequeñas suelen tener una forma «apatatada» similar a las de los asteroides. En cambio, la forma de ravioli excesivamente complejo de Pan da la impresión de que su receta la ideó alguien que no había fabricado una luna en su vida.
Pero, bueno, aunque no lo parezca, hacer Pan es más sencillo de lo que parece. La receta se divide en dos partes: el cuerpo principal del satélite y el disco que está pegado sobre su región ecuatorial.
La masa principal
Lo único que necesitaremos para hacer Pan son los millones de partículas de polvo y roca que componen los anillos de un planeta gigante gaseoso (como Saturno), además de un fragmento de este material de unos 10 kilómetros de diámetro.
Partiendo de ahí, el cuerpo principal de nuestra extraña luna se fabrica de manera similar a cualquier otro cuerpo celeste rígido: basta con colocar el fragmento de 10 kilómetros de diámetro en órbita alrededor del planeta mientras sus anillos toman forma y dejar que esos trocitos de hielo y roca se vayan acumulando sobre su superficie, incrementando así su tamaño. A medida que la masa de nuestro fragmento aumente, su campo gravitatorio se irá volviendo cada vez más intenso y arrastrará aún más material hacia su superficie, acelerando su crecimiento.
Para hacer una luna como Pan, tendréis que detener el proceso de crecimiento cuando vuestra masa haya alcanzado una forma vagamente esférica y achatada de unos 35 de largo por 23 kilómetros de ancho. Es importante que vigiléis el crecimiento de vuestra luna durante este paso porque, si os distraéis y supera los 200 o 300 kilómetros de radio, su atracción gravitatoria se volverá lo bastante intensa como para deformar el material hielo y la roca que la componen y se acabará convirtiendo en una esfera. En inglés, este límite que delimita el tamaño a partir del cual un cuerpo celeste deja de tener una geometría irregular y se convierte en una esfera se conoce de manera informal como «potato radius».
No os podría decir cuánto durará exactamente esta fase de crecimiento. Tal vez tengáis que esperar un par de millones de años. Pero, si, con el tiempo, notáis que la superficie ecuatorial de vuestra luna se empieza a abombar ligeramente, eso será una buena señal.
El anillo ecuatorial
Para que vuestra réplica de Pan desarrolle el anillo ecuatorial característico de este satélite, tendréis que aseguraros de que de vueltas alrededor de vuestro planeta gigante gaseoso en el mismo plano que sus finos anillos. De esta manera, vuestra luna irá barriendo los granos de polvo y roca que encuentre a lo largo de su órbita y éstos se irán apilando sobre su superficie ecuatorial, formando una estructura cada vez más alta a su alrededor. Si todo sale bien, el satélite acabará despejando todos los fragmentos de hielo y roca que ocupan su órbita y dejará una franja vacía entre los anillos. Llegados a este punto el proceso habrá terminado: por fin habéis conseguido hacer Pan.
Ahora bien, fabricar una luna es un proceso largo y complejo y podríais obtener un resultado distinto al que buscabais si no seguís las instrucciones al pie de la letra. De ser así, no dejéis que cunda el pánico. Todo fallo se puede disimular.
Por ejemplo, es posible que os quedéis sin fragmentos de hielo y roca antes de terminar la masa principal de vuestro satélite y que os quede demasiado pequeño. En este caso, podéis intentar hacer una luna llamada Atlas que es más pequeña que Pan y posee un disco ecuatorial muchísimo más grueso. Por otro lado, si os distraéis durante un par de millones de años más de la cuenta, al volver os podríais encontrar con que vuestro satélite ha acumulado tanta masa que ha adoptado una forma esférica. Reducir el tamaño de un cuerpo celeste podría echar por tierra todo el trabajo que habéis invertido, así que, si os encontráis en esta situación, os recomendaría que abandonéis la idea de hacer una réplica de Pan. En su lugar, os propongo que dejéis que las partículas de hielo y roca sigan cayendo sobre vuestra luna grande y esférica. Con un poco de suerte, tal vez se forme una gran cordillera sobre su ecuador, como ocurrió con Jápeto.
Teniendo en cuenta que hacer Pan requiere una cantidad de recursos y paciencia prohibitivos en comparación con los que se necesitan para hacer pan, intuyo que la mayoría de los que os habéis topado con este artículo no sois aficionados a modelar sistemas solares a escala real, sino más bien a lo segundo. Por tanto, si os interesa más la gastronomía que la astronomía pero, aun así, habéis llegado hasta este punto, ahí va vuestra merecida recompensa: 5 recetas para hacer pan durante el confinamiento por coronavirus.
QUE NO TE LA CUELEN:
- Pese a su curiosa forma, Pan no es una nave extraterrestre, por mucho que insistan en ello ciertas páginas de fenómenos paranormales.
- Esta guía no sirve para hacer pan.
REFERENCIAS:
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