Evolución
Cómo crear Madagascar en solo 23 millones de años
Un artículo publicado en Nature Communications muestra los efectos del paso del ser humano en los mamíferos de la cuarta mayor isla del planeta
La evolución es un proceso lento. La acumulación de mutaciones en el ADN se produce en un entorno de selección natural que poco a poco se topa con adaptaciones ventajosas ante ciertas presiones que sufren las especies. Desde los diferentes picos especializados en la alimentación concreta que tenían los pinzones de las islas Galápagos que describió Darwin, pasando por las delicadas estructuras óseas de las aves y, en definitiva, todos y cada uno de los organismos del mundo en el que vivimos están sujetos a la evolución. Pero sin duda, una de las cuestiones más importantes es tener en cuenta que las especies actuales tampoco son estáticas ni el pináculo de la evolución, sino que son parte de un proceso que nunca acaba.
Los humanos hemos modelado parte del proceso y las especies actuales al seleccionar las características que nos beneficiaban. Se pueden observar estos cambios en los cultivos y animales de granja destinados para producción y consumo, que son mucho más productivos que sus variantes naturales; o en las frutas, con todas las variedades existentes. Lamentablemente, también existen otros procesos antropológicos que fuerzan a las especies a enfrentarse a nuevos escenarios y dejan atrás a aquellas que no pueden adaptarse a tiempo. Entre dichas amenazas encontramos la destrucción de los hábitats naturales y la contaminación de agua y aire, modifican el entorno y pueden destruir el delicado equilibrio creado durante miles de años.
Tierra de lémures
Ante la pregunta de cuánto tarda en crearse un ecosistema completo, un equipo internacional formado por investigadores malgaches, europeos y americanos ha realizado un exhaustivo estudio de uno de los lugares más diversos y fascinantes del planeta: La isla de Madagascar. En el estudio han documentado todas las especies de mamíferos que han cohabitado Madagascar con los humanos en los últimos 2500 años: un total de 219 que siguen vivas en la actualidad y más de 30 que se extinguieron. Entre las especies extintas destaca un lémur que podía alcanzar unos 250 kg de peso y tenía el tamaño de un gorila adulto cuya extinción se estima entre hace 500 y 2000 años.
Una vez obtuvieron muestras de las casi 250 especies, 120 de las cuales se encuentran en peligro de extinción, realizaron un estudio genético que les permitió crear un árbol filogenético, es decir, pudieron ordenar las especies por parentesco, encontrando las que eran más parecidas entre ellas. Así, es posible averiguar cuáles de estas tienen un antepasado común y, conociendo la ratio actual a la que se producen las mutaciones en el ADN, se puede extrapolar aproximadamente cuándo apareció cada especie.
23 millones de años
Los datos estiman que los mamíferos de Madagascar han tardado unos23 millones de años en diversificarse a las especies que vemos hoy en día. Ahora bien, que esto haya sucedido en el pasado no quiere decir que vuelva a suceder igual en el futuro. Si se extinguiesen todas las especies de mamíferos de Madagascar no bastaría con esperar 23 millones de años más para que surgieran las mismas, si no otras que ese es el tiempo aproximado que tardarían en aparecer especies que ocupasen nichos parecidos a los actuales. En palabras del coautor del estudio Luis Valente: “Ya se sabía que Madagascar era un lugar de gran importancia debido a su biodiversidad, pero esta nueva investigación pone en contexto lo valiosa que es. Estos hallazgos destacan los beneficios potenciales de la conservación de la naturaleza en Madagascar desde una perspectiva evolutiva novedosa.”
Entre los objetivos principales del estudio también se encontraba medir el impacto del ser humano sobre la biodiversidad de Madagascar y, lamentablemente, el daño que se ha producido es prácticamente irreparable. Las estimaciones indican que se necesitarían aproximadamente 3 millones de años en recuperar especies que cubran los nichos de las 30 especies perdidas durante estos últimos 2500 años. Estos lapsos de tiempo son mucho más largos de los que esperaban los investigadores, y pone de manifiesto la importancia de un plan de recuperación de especies en la isla que permita mantener la biodiversidad. Aunque la lucha a la que se enfrentan los científicos no tiene tanto que ver con la ciencia, sino más bien con el panorama político y económico de la isla dificultan las acciones de los ecólogos y conservadores.
QUE NO TE LA CUELEN
- Existen varios restos de las especies de lémur gigante y hubo muchos problemas en sus clasificaciones taxonómicas iniciales, que se guiaban por morfología y tamaño de los huesos. La clasificación final ha sido resultado de estudios genéticos, mucho más precisos.
REFERENCIAS (MLA)
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