
Uninverso
Esta semana hemos tenido el día más corto de la historia. Y dos más están por llegar
La Tierra no gira a una velocidad constante y la responsable sería la luna.

El 9 de julio de 2025, la Tierra giró un poco más rápido de lo habitual, lo suficiente como para acortar el día entre 1,3 y 1,6 milisegundos respecto a las 24 horas estándar. Vale, es cierto: no parece mucha diferencia, pero la realidad es que fue el día más corto desde que se tienen registros modernos.
Pero muy pronto el récord se va a romper nuevamente. Y dos veces. Los científicos esperan dos días más breves aún este verano: el 22 de julio y el 5 de agosto serán los días más breves de la historia. Y todo ello, en parte, gracias a la Luna.
La realidad es que la Tierra no gira a una velocidad perfectamente constante. Si bien definimos un día como 24 horas, en realidad, su duración puede variar ligeramente de un día a otro debido a fuerzas internas y externas que actúan sobre el planeta.
A lo largo del tiempo, la rotación de la Tierra se está ralentizando gradualmente, en gran parte debido a la fricción de las mareas lunares. La gravedad lunar atrae los océanos de la Tierra, creando protuberancias de marea que actúan como un freno. Esto añade unos 2 milisegundos a la duración del día cada siglo.
Pero en escalas de tiempo más cortas, de días a meses, la rotación de la Tierra puede incluso acelerarse, como ocurrió el 9 de julio y también ocurrirá el 22 de julio y el 5 de agosto.
El 9 de julio, la Luna se encontraba en su máxima declinación, lo que significa que se encontraba en su posición más alejada del ecuador terrestre. Esto crea una atracción gravitatoria descentrada que modifica ligeramente la oscilación axial de la Tierra, provocando un pequeño, pero mensurable aumento de la velocidad de rotación.
Esta inusual alineación lunar es la causa principal del día breve y se espera que otras dos alineaciones de alta declinación, el 22 de julio y el 5 de agosto, generen efectos similares. Los científicos han utilizado relojes atómicos para monitorizar la rotación de la Tierra con precisión de milisegundos desde la década de 1960. El cronometraje coordinado globalmente comenzó en 1972.
Los relojes atómicos pueden detectar fluctuaciones de tan solo unos pocos milisegundos en la duración de un día. Al comparar el tiempo terrestre, conocido como Tiempo Universal 1, con el Tiempo Atómico Internacional (TAI), los científicos pueden rastrear con exactitud cuánto varía la rotación del planeta.
Según el Servicio Internacional de Rotación de la Tierra y Sistemas de Referencia (IERS), el 9 de julio de 2025 fue el día más corto jamás registrado con estos métodos modernos.
Cuando la rotación de la Tierra se ralentiza con el tiempo, los científicos añaden un “segundo intercalar” al Tiempo Universal Coordinado (UTC) para mantener la hora alineada con la rotación real de la Tierra. Esto suele ocurrir cada pocos años. La última vez que ocurrió fue en 2016.
Los segundos intercalares funcionan así: si la Tierra se desincroniza más de 0,9 segundos con el TAI, el IERS interviene para añadir un segundo al reloj, normalmente el 30 de junio o el 31 de diciembre.
Pero ahora, con la Tierra girando más rápido, nos enfrentamos al problema opuesto. Si esta tendencia continúa, pronto podríamos adelantarnos al tiempo atómico, lo que requeriría quitar un segundo. Esto se llamaría un segundo intercalar negativo, y es algo que nunca ha ocurrido.
Algunos científicos predicen que, si la rotación de la Tierra continúa acelerándose solo unos pocos milisegundos más cada año, podría necesitarse un segundo intercalar negativo alrededor de 2029, aunque el momento exacto dependerá de futuras mediciones.
✕
Accede a tu cuenta para comentar