Paleontología
Estos excrementos esconden el secreto del éxito de los dinosaurios, que lograron reinar durante casi 200 millones de años
Un nuevo estudio ha analizado 30 millones de años de excrementos fosilizados, dilucidando parte del éxito que hizo de los dinosaurios un grupo tan ubicuo y diverso
La afirmación que presentaremos a continuación puede herir algunas sensibilidades, pero: “La forma de evitar la extinción es comer muchas plantas, que es exactamente lo que hicieron los primeros dinosaurios herbívoros. La razón de su éxito evolutivo es un verdadero amor por los brotes verdes y frescos”. Así lo ha expresado en la nota de prensa Grzegorz Niedźwiedzki, investigador del Departamento de Organismal Biology en la Universidad de Rutgers y autor principal del estudio. Y es que, junto con sus compañeros, Niedźwiedzki ha publicado un artículo científico en la prestigiosa revista Nature donde cuenta qué han aprendido tras analizar 30 millones de años de excrementos fosilizados de dinosaurios en la Cuenca Polaca.
Bajo el título “Contenidos digestivos y redes tróficas registran el inicio de la supremacía de los dinosaurios”, podemos encontrar uno de los estudios más exhaustivos sobre la alimentación de los dinosaurios. Un trabajo de recolección de datos que ha durado 25 años y, por supuesto, su posterior análisis. "Reconstruir ‘quién se comió a quién’ en el pasado es un verdadero trabajo de detectives", afirma Martin Qvarnström, compañero de Niedźwiedzki y coautor del estudio. Entre tanto coprolito (que así se llaman los excrementos fosilizados), podemos encontrar trazas de todo tipo, desde fragmentos de huesos hasta minerales, y, ahora sí, dejando a un lado la declaración de Niedźwiedzki, del estudio podemos extraer dos conclusiones: la diversidad dietética y la adaptabilidad de los dinosaurios fue excepcional y bien podría estar detrás de su éxito evolutivo. No en vano “dominaron” la Tierra durante casi 200 millones de años.
El atlas de las cacas
A grandes rasgos, lo que han hecho estos investigadores es una suerte de atlas de los excrementos que han sobrevivido a los últimos 200 millones de años y que fueron depositados durante los 30 millones de años anteriores. Para hacernos una idea, eso sitúa los excrementos en el final del Triásico y el principio del Jurásico, respectivamente el primer y segundo periodo de los tres que conforman el Mesozoico, popularmente conocido como “era de los dinosaurios”. Esto nos proporciona información valiosa sobre las relaciones que mantenían los dinosaurios entre ellos y con su entorno durante los “primeros momentos” de su historia evolutiva, antes de que vivieran su mayor explosión de diversidad.
Sin embargo, recolectar los excrementos no es el final del trabajo, más bien es el principio. Para analizar el contenido de las muestras, los investigadores utilizaron un acelerador de partículas circular conocido como “sincrotrón”. Al recorrer el acelerador circular, las partículas cargadas eléctricamente que viajan por él son curvadas por poderosos imanes, para que no “descarrilen” y, al hacerlo, desprenden la llamada “radiación de sincrotrón” que, para simplificarlo, diremos que son rayos X muy potentes, gracias a los cuales, los expertos pueden “radiografiar” todo tipo de materiales. Gracias a ellas los investigadores pueden ver su interior y observar detalles de su estructura molecular. Así es, grosso modo, cómo analizan su composición.
Lo importante está en el interior
De este modo, los científicos pudieron detectar restos de escarabajos, huesos, insectos, espinas y todo tipo de plantas. Pero hay más, porque no solo pueden conocer qué ingirieron, sino cómo lo procesaron. Algunos huesos, por ejemplo, parecen molidos por las dentaduras de los dinosaurios, como hacen las hienas en la actualidad para aprovechar los minerales y la médula que hay en los huesos. En cualquier caso, lo más interesante ha sido la presencia de plantas que, por lo que sabemos, podían resultar tóxicas para los dinosaurios, como helechos arbóreos. No obstante, en los mismos excrementos pudieron encontrar restos de carbón vegetal, una sustancia sumamente porosa que ayuda a contrarrestar el efecto de algunos tóxicos. ¿Es posible que consumieran carbón porque les permitía ampliar el repertorio vegetal del que se alimentaban? No podemos saberlo y, desde luego, si lo hacían no fue deliberadamente, pero podría haber sido una coincidencia que la evolución se encargó de reforzar. A fin de cuentas, los que sí que posiblemente no sobrevivían eran los que se alimentaban de helechos arbóreos y no consumían después carbón.
El estudio ha logrado profundizar en muchos otros detalles, aportando una visión muy valiosa sobre la red trófica de aquel momento y lugar. De hecho, el equipo insiste en que, entender cómo los primeros dinosaurios lograron su éxito puede arrojar luz sobre los procesos evolutivos en general. Y, más allá de su interés teórico, debemos tener en cuenta que, como afirmó Qvarnström, “el cambio climático y las extinciones masivas no son solo cosa del pasado. Al estudiar los ecosistemas antiguos, obtenemos una mejor comprensión de cómo la vida se adapta y prospera bajo condiciones ambientales cambiantes”.
QUE NO TE LA CUELEN:
- En realidad, decir que los dinosaurios dominaron la Tierra durante casi 200 millones de años es algo problemático. Todos entendemos a qué nos referimos: la ubicuidad y gran diversidad de especies adaptadas a casi cualquier entorno. Sin embargo, no podemos decir que una grupo de organismos domine el planeta (ni en el presente, ni hace 65 millones de años). Si tenemos en cuenta la vida microbiana o lo bien adaptadas que están algunas especies como los tiburones, que no han necesitado apenas cambiar durante cientos de millones de años… el concepto “dominio” se vuelve difuso.
REFERENCIAS (MLA):
- Qvarnström, Martin, et al. "Digestive Contents and Food Webs Record the Advent of Dinosaur Supremacy." Nature, 27 Nov. 2024, doi:10.1038/s41586-024-08265-4.
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