Tecnología

¿Por qué no pasará la moda de la IA?

La IA está aquí para quedarse y estos son los motivos

Representación artística de lo que parece un androide con inteligencia artificial documentándose sobre alguna cuestión espacial
Representación artística de lo que parece un androide con inteligencia artificial documentándose sobre alguna cuestión espacial Computerizer Pixabay

2023 está siendo el año de las inteligencias artificiales. Algunos expertos bautizaron el 2022 del mismo modo, pero lo cierto es que, hasta finales de ese año, la IA no empezó a permear al mundo de los medios de masas. Ahora cuesta encontrar a alguien que no sepa de lo que la IA es capaz y hemos normalizado sus avances como si fueran los últimos teléfonos del mercado. Por supuesto, las complejidades más técnicas siguen siendo comprensibles solo para unos pocos, pero lo mismo ocurre con esta tecnología. Sin embargo, a pesar de su éxito mediático (o tal vez por ello) han empezado a sonar algunas voces críticas que dudan acerca del futuro de las inteligencias artificiales. Para ellas, las IAs no son tan fantásticas como la prensa nos quiere hacer creer, son una burbuja como otras tantas, una moda que pasará en cuanto la realidad no cumpla las expectativas que todos estamos poniendo en ellas.

Uno nunca sabe cómo se desarrollarán los hechos y puede que el futuro nos acabe llevando la contraria, pero tal sospecha no parece tener fundamento. La moda de las inteligencias artificiales no es solo una moda, como tampoco lo fue internet. Cuando aparecieron la web unos cuantos intelectuales opinaron a viva voz que aquella aventura tecnológica estaba condenada al fracaso y, si queremos buscarle las cosquillas a los desconfiados, recordemos que este tipo de recelo está presente con muchas tecnologías, incluida la bicicleta, que iba a someternos a velocidades inauditas para un ser humano. Ahora bien… ¿dónde están los argumentos? Que siempre haya sido así no significa que vaya a ocurrir lo mismo con esta tecnología, que es nueva y particular. De hecho, lo cierto es que la IA ya pasó de moda una vez, aunque apenas nos acordemos de ello.

El invierno de la IA

Hace unas décadas ya había tecnólogos que se dedicaban a investigar la inteligencia artificial, a diseñarla y a entenderla. Estaban activos antes de que se viralizara en 2023, antes de que empezara a crecer exponencialmente en 2010 y mucho antes de que cayera en el olvido. Porque entre 1974 y 1980 tuvo lugar el primer invierno de la inteligencia artificial y, por si fuera poco, cuando parecía que la disciplina se estaba recuperando, llegó un segundo invierno que se alargó desde 1987 hasta 1993. Cada uno tuvo sus peculiaridades, pero podríamos decir que aquellos inviernos eran la consecuencia de promesas desbocadas para una tecnología que todavía estaba fraguándose. Por aquel entonces había muchos problemas fundamentales que resolver para hacer funcional a la IA y los avances no solo eran lentos, sino a trompicones.

Cualquier estimación temporal de la que se pudieran hacer eco los medios se quedaba corta y eso desmotivó a algunos inversores. De hecho, ese fue precisamente uno de los principales problemas, la pérdida de financiación. En el primer invierno de la IA, la empresa Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa perdió el interés en estos proyectos, y era no solo una gran inversora, sino la responsable de una parte enorme de la inversión total en investigación de la IA. Por suerte, ahora nos encontramos en una situación totalmente diferente. No hay expectativas de que defraude nuestras expectativas que, en realidad, se ven superadas constantemente por los avances, que no solo son más espectaculares de lo que podríamos imaginar, sino que se suceden a velocidades que no logramos prever. Y, si hablamos de financiación, son tantas y tan importantes las empresas que están invirtiendo en la IA que se vuelve poco probable que todas pierdan el interés de golpe.

Ferrocarriles, webs y la funcionalidad

El caso es que, hasta ahora, los argumentos no son del todo contundentes. Otros proyectos han dejado de estar de moda, como ocurrió al pasar la Manía del Ferrocarril o la Burbuja de las puntocom. Lo que diferencia a la IA de todas estas tecnologías es su amplísima versatilidad. Es difícil que deje de estar de moda algo que puede utilizarse de tantas formas como tu imaginación pueda elucubrar. Al imitar tan bien comportamientos que consideramos inteligentes, el límite teórico de la IA es casi el mismo que el que podamos tener nosotros. Imagina tener esclavos intelectuales que ni sienten ni padecen, sin derechos ni complicaciones. Pueden escribir historias, excusas y aburridos correos, pero también pueden diseñar nuevos juegos, canciones y enseñarnos a pintar. ¿Cómo podríamos aburrirnos de tal variedad de aplicaciones? Incluso si alguna cae en el olvido, las empresas se encargarán de generarnos alguna necesidad cuanto antes.

Porque, aunque no podamos saberlo con total seguridad, la IA no parece ser solo una moda mediática. Es una tecnología que está aquí para quedarse y que, para bien o para mal, ya está cambiando el mundo con cada avance que hace.

QUE NO TE LA CUELEN:

  • Que la inteligencia artificial esté progresando de forma exponencial hace más difícil imaginar un escenario donde pasa de moda. Sin embargo, no significa que sea invulnerable. No sabemos qué complicaciones se encontrarán los investigadores o, incluso, si puede existir algún límite teórico al funcionamiento de las inteligencias artificiales y que, pronto, se encuentren con una meseta. El caso es que, incluso ahora, sin dejarnos embelesar por promesas sin fecha, encontramos infinidad de ejemplos de cómo las IAs están cambiando nuestras vidas. Es posible que esta tecnología no estuviera preparada para cumplir con sus promesas hace unas décadas, pero ahora estamos en una situación totalmente diferente y tenemos motivos para ser optimistas.

REFERENCIAS (MLA):

  • Toosi, Amirhosein, et al. “A Brief History of AI: How to Prevent Another Winter (A Critical Review).” PET Clinics, vol. 16, no. 4, Oct. 2021, pp. 449-469, doi:10.1016/j.cpet.2021.07.001.