Neurociencias
Trasplante de neuronas humanas nuevas para reemplazar las dañadas
Los autores del estudio señalan que las células más jóvenes también sustituyen las funciones de las más viejas, lo que abre la puerta al tratamiento de un gran abanico de enfermedades.
Uno de los efectos más notorios del aumento de la esperanza de vida, es su impacto en el cerebro. Los años de más que hemos ganado (más de 35 desde 1920), traen nuevas experiencias, mayor conocimiento, pero también consecuencias en la salud mental y en la actividad cerebral. Para intentar resolver esto, un equipo de la Universidad de Copenhaghen, ha trasplantado células especializadas en cerebros de ratones y descubrieron que no solo competían y reemplazaban a las células enfermas, sino también a las envejecidas. Los hallazgos abren la puerta al desarrollo de un tratamiento eficaz para una variedad de afecciones como la esclerosis múltiple, la ELA, la enfermedad de Alzheimer, el autismo y la esquizofrenia.
Vamos por pasos para comprender la importancia del hallazgo. Las células gliales es un término general para las células que son un sistema de apoyo para las células nerviosas o neuronas. Las células progenitoras, por su parte, son descendientes de células madre que pueden diferenciarse en tipos de células específicos y, en el caso de las células gliales, las células progenitoras gliales humanas (hGPC) se diferencian en subtipos, incluidos astrocitos y oligodendrocitos.
Los astrocitos comprenden la mayoría de las células de nuestro sistema nervioso central y brindan apoyo y protección a las neuronas, transportan nutrientes y eliminan desechos. Mientras tanto, los oligodendrocitos depositan y mantienen la envoltura aislante rica en lípidos llamada mielina alrededor de algunos axones, la parte de la neurona que se conecta con otra neurona y permite la transmisión de los impulsos nerviosos y que se ve reducida notablemente en enfermedades como el Alzheimer. En general, los astrocitos y oligodendrocitos disfuncionales se han asociado con varias afecciones neurodegenerativas y neuropsiquiátricas.
Los responsables del estudio, publicado en Nature, ya habían demostrado que las células gliales humanas sanas eran capaces de reemplazar a las células gliales de ratón enfermas cuando se trasplantaban a modelos de ratón con la enfermedad de Huntington. Pero ahora querían dar un paso más y ver si las células humanas podían reemplazar a otras también humanas y no de ratones. Para ello introdujeron células saludables en ratones 'quiméricos' a los que se les había inyectado células madre derivadas de humanos con la enfermedad de Huntington. Los resultados mostraron que las células sanas superaron y reemplazaron por completo a las enfermas.
"Trasplantamos las células humanas sanas en los ratones que fueron 'humanizados' con la glía mutante que expresa Huntington, y las células gliales sanas superaron y reemplazaron a la glía enferma, haciendo que estas desaparezcan.", afirma Steven Goldman, líder del estudio.
Curiosamente, los investigadores descubrieron que cuando las hGPC de donantes más jóvenes se introdujeron en los cerebros de los ratones humanizados, compitieron con células sanas, no enfermas pero envejecidas, y también las reemplazaron. Los investigadores dicen que sus hallazgos de que las hGPC sanas reemplazaron tanto a las células enfermas como a las envejecidas son significativos, lo que destaca el potencial para desarrollar tratamientos que podrían usarse en una amplia gama de escenarios.
“Los hallazgos muestran que no era solo una cuestión de que las células sanas superaran a las enfermas, sino que esto era mucho más amplio en términos de su uso potencial, porque podíamos entrar en todo tipo de objetivos de enfermedades donde tenemos poblaciones gliales más viejas o enfermas - añade Goldman -. La ventaja es significativa en términos de a dónde podría llegar esto porque hay todo tipo de enfermedades de las células gliales”.
Las células gliales son críticas para el desarrollo de ciertas neuropatologías. Las condiciones neurodegenerativas esclerosis lateral amiotrófica (ELA), epilepsia, esclerosis múltiple, enfermedad de Parkinson y enfermedad de Alzheimer, se han asociado con células gliales disfuncionales. Al igual que los trastornos neuropsiquiátricos, el trastorno del espectro autista (TEA), el trastorno bipolar y la esquizofrenia.
“Si podemos reemplazar las células enfermas y envejecidas, entonces deberíamos poder restaurar aspectos de la función normal en estas enfermedades degenerativas, como hemos visto con nuestros modelos experimentales de la enfermedad de Huntington - concluye Goldman -. Pero eso es básicamente una prueba de principio porque creemos que lo mismo también funcionaría en algunas de estas otras enfermedades, como en la esclerosis lateral, en algunas de las demencias frontotemporales, e incluso en algunas de las esquizofrenias hereditarias, así como en las enfermedades de la mielina y la pérdida de sustancia blanca relacionada con la edad. Esperamos tener los próximos resultados en un año y medio para empezar los ensayos en humanos, algo que ocurriría en dos años".
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