Barcelona
Cuatro ‘brunchs’ que no se los salta un galgo
Una selección de los mejores establecimientos de la Ciudad Condal para hacer un buen tentempié a media mañana
Hace años que los brunchs están de moda. De hecho este vocablo, neologismo que proviene de la fusión de las palabras inglesas breakfast (desayuno) y lunch (almuerzo) -para quien no lo sepa todavía-, lo hemos incluido en nuestro vocabulario habitual. En la Ciudad Condal existen muchos hoteles y restaurantes que sirven esta comida, sobre todo los domingos, cuando muchos son los que se levantan tarde y tienen en el brunch el mejor aliado para superar el cansancio de una larga noche de juerga. Pero no todos son iguales. En Barcelona hay cuatro establecimientos que sirven unos brunchs espectaculares.
El primero de ellos y uno de los más variados que he visto es el que se puede tomar los domingos en el Hotel Majestic. Esta experiencia gastronómica no solo la pueden disfrutar sus clientes sino que todo el mundo que esté dispuesto a pagar los 52 euros que cuesta puede hacerlo. Sinceramente merece la pena solo para ver las dos grandes cajas de espejos que custodian la fantástica oferta del bufé compuesto por platos exquisitos como el risotto de ceps, los dumpling de pato a la naranja o los huevos Benedict. Todos los detalles están cuidados: los panes son de la prestigiosa empresa Triticum; los cócteles están elaborados con las mejores bebidas del mercado; y los postres una verdadera tentación para los golosos que rozan la gloria cuando prueban su repostería. Y como el domingo es un día para compartir en familia, El Brunch del Majestic también piensa en los más pequeños porque les ha preparado un bufé acorde a sus preferencias.
Un lugar perfecto para pasar tranquilamente la mañana del domingo es el Hotel Barceló Raval en el que se sirve un brunch en el B Lounge de 12:00 hasta las 16:00 horas y por un precio de 25 euros por persona (bebidas no incluidas). El menú consiste en una selección de tés y cafés, un surtido de bollería y pastelería (cruasán, tartas, muffins, etc.), ensaladas y hortalizas, y una gran variedad de quesos y embutidos de gran calidad. La comida tiene un final de vértigo ya que se puede subir a la terraza-mirador de 360 grados del hotel y tomar un cóctel mientras se contempla una de las vistas más interesantes de Barcelona.
Uno de los locales pioneros en llevar el brunch a Barcelona fue Milk, que abrió sus puertas hace nueve años en pleno barrio gótico. El local, dirigido por una pareja irlandesa, tiene una decoración curiosa con sofás de peluche hechos a mano, almohadas, marcos dorados, y lámparas de araña, una verdadera mezcla entre cool y kitsch. Milk sirve cada día su brunch de 9 a 16.30 de la tarde y en él destacan platos contundentes como los huevos florentinos o la hamburguesa Triple Whammy.
Por último, otro brunch que me parece muy interesante es el que ofrece el Café Modernista, del Grupo Sagardi, no solo para la calidad del producto sino porque se encuentra dentro del recinto del Hospital de la Santa Creu i de Sant Pau, uno de los conjuntos modernistas más importantes del mundo. Cuesta 14 euros, se puede tomar todos los días y está compuesto por una ensalada César, unos huevos estrellados con jamón ibérico y un yogur artesano con frutos de la pasión y miel. También se puede saborear una coca de Folgueroles con jamón ibérico acompañada de un vino blanco Espelt Vailet o un vino tinto Etxeita, además de cerveza o refrescos.
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