Cultura

Cine

«Star Wars: Episodio IX»: ¿Seguro que es el final?

J.J. Abrams despide la saga creada por George Lucas en 1977 con un último filme que regresa al canon después del capítulo dirigido por Rian Johnson y que busca cerrar el círculo tanto para los personajes nuevos como para los de siempre

Daisy Ridley interpreta a Rey
Daisy Ridley interpreta a ReyJonathan OlleyJonathan Olley /Lucasfilm Ltd.

Si existe alguien en Hollywood que sabe lo que realmente quiere el público, ese es J.J. Abrams. Basta con repasar su carrera para encontrar rotundos éxitos de taquilla como «Armageddon» y la saga de «Misión: Imposible». Pero todos tenemos nuestras debilidades, y en el caso del cineasta estadounidense, se trata de los finales. Al menos, eso fue lo que él mismo afirmó después de entregar la copia final de «Star Wars: El ascenso de Skywalker». Hablamos del cierre de una historia que se ha reinventado tantas veces que parecía no tener fin. Pero después de nueve películas divididas en tres sagas ha llegado la hora. O eso dicen.

Y es que nos permitimos una dosis saludable de escepticismo porque los seguidores de esta franquicia ya hemos visto cerrarse el telón en dos ocasiones. Dos falsas alarmas. La primera fue «El retorno del Jedi» (1983), que concluye con el triunfo de Luke y sus aliados sobre el Imperio; y de nuevo en 2005 con «La venganza de los Sith», que rastreaba los últimos pasos de Anakin en el oscuro camino que le llevó a convertirse en Darth Vader. Pero la saga que parecía ya finiquitada se reabrió otra vez en 2015 gracias a «El despertar de la fuerza», que puso en marcha otra trilogía en donde la vieja guardia se enfrenta a una nueva generación de héroes y villanos. Las películas se gestaron después de que, en 2012, Disney adquiriera Lucas Films. En ese momento anunciaron que su intención era alcanzar los nueve capítulos. De hecho, antes incluso de que nombraran presidenta del estudio a Kathleen Kennedy, gran impulsora del proyecto, George Lucas, creador de la historia original, había conversado con Harrison Ford, Carrie Fisher y Mark Hamill para que retomaran sus papeles como Han Solo, Leia Organa y Luke Skywalker, respectivamente. En un principio, Abrams parecía el candidato perfecto para supervisar esta nueva era de «La guerra de las galaxias». Al fin y al cabo, siempre se ha declarado un gran fan de la saga. Pero cuando Kennedy le llamó por primera vez, su instinto le decía que no debía aceptar el reto. Tenía miedo a fracasar y un cierto reparo a que, tras involucrarse, ya no sintiera el mismo cariño por la historia. «Me pareció abrumador, por lo que en un principio dije que no», confiesa el director. Pero Kennedy insistió en verse cara a cara; aquella llamada inicial no fue fructífera, aunque la presidenta de Lucas Films sabía que si le tenía delante la cosa cambiaría.

Y así, poco a poco, la trilogía comenzó a materializarse con su reparto de jóvenes personajes capitaneados por la resiliente Rey. A pesar de las dudas de Abrams, la nueva trilogía se inauguró con una recaudación de 2.000 millones de dólares en todo el mundo.

Este primero era el único de los tres filmes que Abrams estaba dispuesto a dirigir. Sin embargo, no pudo cumplir su deseo. Después de haber cedido la dirección a Rian Johnson en el «Episodio VIII», para «El ascenso de Skywalker» Disney tuvo que recurrir otra vez a él; le veían como una apuesta más segura. «Este filme ha sido uno de los trabajos más duros a los que me he enfrentado en mi vida, pero precisamente eso fue lo que me hizo decidirme», afirma el director. Gran parte del reto, como dice Abrams, estaba justamente en que «se trata del final, no solo de una trilogía, sino de tres». En efecto, la cinta busca satisfacer a un público amplio y a veces enfrentado en sus opiniones: desde aquellos que crecieron con la trilogía clásica hasta los que se han enamorado de la historia de George Lucas cuarenta años después del estreno de «Una nueva esperanza» y que sienten especial afecto por los personajes de esta última parte.

Un público satisfecho

«Es un filme de unas dimensiones enormes, a nivel narrativo y también en cuanto a efectos especiales –asegura Abrams–. Ha sido un no parar desde que Kathy Kennedy me llamara para solventar el cómo, el qué y el por qué». «El ascenso de Skywalker» narra cómo Rey, Finn, Poe y los pocos supervivientes de la Resistencia se enfrentan al emperador Palpatine y a la Primera Orden. A la vez, la película busca cerrar el círculo de la saga de manera denifitiva. «Queremos que el público vea que el viaje ha merecido la pena, que se queden con una sensación de satisfacción –aseguraba recientemente a «Rolling Stone»–. El reto era encontrar una manera consistente de lograrlo, de rendir homenaje a lo que hemos hecho hasta ahora, pero también deseábamos presentar algo inesperado, algo que sea, en cierto modo, relevante a día de hoy». Curiosamente, Abrams eligió este momento de clausura para desvelar que su fortaleza no son los finales, sino los comienzos. Parece que las dudas con las que abordó el proyecto desde el primer momento no le han abandonado. Al fin y al cabo, se ha atrevido a poner fin a una historia que ha cautivado a millones de fans durante cuatro décadas.