Política

Salud

El PP quiere realizar cursos del uso del desfibrilador y la maniobra de Heimlich

La proposición no de ley de los populares recuerda que las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en el mundo occidental

Los cursillos se deben realizar en colegios e institutos, funcionarios y miembros de las fuerzas de seguridad
Los cursillos se deben realizar en colegios e institutos, funcionarios y miembros de las fuerzas de seguridadCIPRIANO PASTRANOLa Razón

El PP ha presentado una proposición no de ley con la que pretende crear una red de voluntarios a través del personal de medicina y de enfermería, para impartir formación sobre reanimación cardiopulmonar y manejo de desfibriladores, así como de la maniobra de Heimlich para evitar asfixias por atragantamiento.

Dichos cursillos habrían de realizarse prioritariamente en colegios e institutos, tanto a alumnos (a partir de nueve años) como a profesores y Ampas, a padres y educadores de escuelas infantiles, a funcionarios de la Generalitat Valenciana, y a policías locales, nacionales y guardias civiles.

Recuerda el PP que las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en el mundo occidental, y que destaca entre ellas, la muerte súbita cardíaca, como resultado de una parada cardíaca secundaria principalmente a la fibrilación ventricular. Este ritmo cardíaco caótico representa entre el 75 por ciento y el 80 por ciento de las muertes súbitas de origen cardiaco y requiere de atención inmediata, ya que por cada minuto que se retrasa su tratamiento adecuado se reduce en un 10 por ciento la posibilidad de supervivencia de la persona que la padece.

En la proposición no de ley de los populares que presenta José Juan Zaplana, se señala que las evidencias clínicas y científicas ratifican que la desfibrilación temprana y la reanimación cardiopulmonar básica de calidad son la respuesta más adecuada y el tratamiento específico de la fibrilación ventricular. La correcta actuación ante una situación de parada cardiorrespiratoria ha de formar parte de una acción integral entre los distintos intervinientes en la cadena de supervivencia que garantice la continuidad asistencial y que la componen cuatro eslabones: reconocimiento de la situación de una víctima de parada cardíaca, activación inmediata de los servicios de emergencias sanitarias, inicio precoz de una reanimación cardiopulmonar (RCP) y desfibrilación temprana mientras llegan los servicios sanitarios especializados para continuar la asistencia y trasladar al paciente a un centro sanitario, si procede.

Además, proponen estudiar la posibilidad de elaborar una «App» de móvil en el que se incluya un mapa donde se indique la ubicación de los desfibriladores más cercanos.