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La Unió exige a Puig el «lobby» agrario en Bruselas que les prometió

El sindicato agrario critica la inacción de la Generalitat a este respecto a pesar de que les garantizó una mayor presencia en la capital

El secretario general de La Unió de Llauradors, Carles Peris
El secretario general de La Unió de Llauradors, Carles PerisKIKE TABERNER

«El Gobierno del Botànic no concreta nada de lo que dice». Son las palabras de un representante de La Unió de Llauradors, una organización agraria que, a pesar de que siempre se la ha vinculado con los partidos de izquierda, no duda en critica en esta ocasión la «inacción» de la Generalitat en materia agraria.

En este caso en concreto se refiere a la promesa del presidente del Consell, Ximo Puig, quien prometió hace un año la creación de un «lobby» agrario valenciano en Bruselas, una promesa que aún no ha cumplido. A pesar de que la consellera de Agricultura, Mireia Mollà, se reunió con las organizaciones agrarias nada más llegar al cargo para tratar la presencia del sector agrario en Bruselas, desde aquella reunión, que se produjo el pasado verano, nada más se ha vuelto a saber del asunto.

«Necesitamos que alguien de la Administración, una persona elegida por consenso, con conocimientos técnicos, nos represente en Bruselas, nos asesore y nos abra las puertas cuando vayamos», reclama el secretario general de la organización agraria, Carles Peris.

«Nosotros no tenemos recursos para contar con un representante propio allí, como es el caso de la patronal, por eso necesitamos que la Administración nos ayude», señala.

Añade que es en Bruselas donde se toman las grandes decisiones en materia agraria, por lo que necesitan estar al día de todos los trámites, puesto que en ocasiones conocen una normativa cuando ya ha pasado el plazo para poder alegar y «volver a abrir ese melón es prácticamente imposible».

La Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV) tiene la intención de contar con un representante de la organización en Bruselas a partir del año que viene. Este portavoz de la patronal ocupará un despacho de la Oficina de la Comunitat Valenciana en Bruselas.

Importaciones que contaminan

Por otra parte, La Unió de Llauradors i Ramaders ha denunciado que las importaciones de algunas producciones de países terceros emitieron el año pasado más de 345 millones de kilos de gases contaminantes, mayoritariamente de dióxido de carbono pero también de metano, óxido y monóxido de nitrógeno.

Bajo la celebración de la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático (COP25) en Madrid, La Unió está elaborando un estudio en el que se ha podido avanzar que las emisiones de gases contaminantes de efecto invernadero (GEI) que generan las importaciones de productos de países terceros en la UE son cada vez más importantes.

El estudio de la entidad sirve a modo de ejemplo para ilustrar los problemas contaminantes, entre otros, que generan las importaciones procedentes desde lejanos países situados a miles de kilómetros.

En la muestra se han estudiado las importaciones de Brasil (cítricos en fresco y zumo), Sudáfrica (cítricos en fresco), Myanmar y Camboya (arroz), Nueva Zelanda (cordero), Argentina (cítricos en fresco y carne de vacuno), Estados Unidos (frutos secos, fundamentalmente almendra), Chile (uva de mesa) y Australia (cordero).

El transporte marítimo es el principal causante de estas emisiones de GEI a la atmósfera ya que contamina mucho más que el terrestre, añaden estas mismas fuentes.