Medio Ambiente
Cuando los campos de arroz de L’Albufera se cubren de nieve
La «floreta de Pasqua», como se la conoce en el Palmar, cubre los campos, parcialmente inundados en esta época provocando un hermoso efecto óptico
No es el Valle del Jerte pero también se cubre visualmente de nieve como aquel.
Por estas fechas, los campos de arroz de L’Albufera, parcialmente inundados, se cubren de un manto blanco, como si de nieve se tratara, pero que en realidad es una pequeña y delicada flor, efímera como la mayoría, que tiñe con su manto níveo los campos.
Lamentablemente, la nieve solo es una ilusión óptica motivada por el ranúnculo de agua o «floreta de Pasqua» como se le conoce en El Palmar.
Como cuenta María José Aguilar, licenciada en Ciencias Ambientales en su blog www.naturalmenterodando.es «durante este mes de febrero, el ranúnculo de agua florece explosivamente, cubriendo de pequeñas blancas florecillas aceradas parte de los campos de arroz que aún permanecen inundados».
La planta es de la familia «ranunculaceae» y sus flores emergen sobre el agua, formando en ocasiones tapices florales de gran extensión. Son de color blanco o crema y tienen cinco pétalos con los centros amarillos, son hermafroditas y se agrupan en racimos. Dando paso a unos frutos en aquenios que encierra numerosas y pequeñas semillas que se distribuyen por las corrientes del agua, hasta alcanzar zonas someras de aguas estancadas, donde puede establecerse y crecer.
La planta, que cubre de nieve los campos, es muy común en España, se la puede localizar en ríos y arroyos de casi toda Europa, Norteamérica y noroeste de África. No se considera un alga acuática que pueda vivir completamente sumergida, sino que es una planta vascular terrestre.
Como explica María José Aguilar, «para no morir al verse inundada por el agua, ha desarrollado unos sistemas de supervivencia y adaptación al medio acuático muy peculiares, unas hojas flotantes con estomas, por los que realiza el intercambio gaseoso con el medio aéreo».
Se trata de una planta venenosa, que no puede ser consumida por los animales. Los únicos usos etnobotánicos para los que se utiliza es en jardinería, en jardines acuáticos, por su rusticidad y belleza.
El botánico Cavanilles, en sus Observaciones sobre la historia natural, geografía, agricultura, población y frutos del Reyno de Valencia en 1795, dedica un capítulo a la Albufera en el que cuenta que los campos de arroz permanecían inundados hasta marzo, cuando se araban para prepararlos para la plantación. Tal era la extensión de la lámina de agua que Cavanilles comentaba que en algunos inviernos en los que las lluvias eran más abundantes, se doblaba la superficie inundada del verano, extendiéndose hasta lugares vecinos como Sollana.
El fangueo del campo acaba con la delicada flor
El fangueo de la Albufera, consistente en remover el fondo de los campos, comienza cada vez más pronto, y como la floración del ranúnculo se ve afectada por los ciclos del cultivo y la gestión del agua, no podremos disfrutar de sus bellas flores durante mucho tiempo, señala Aguilar. De hecho este mes ya se ha iniciado el proceso y en breve se secarán, disminuyendo así la superficie total inundada del Parque y reduciendo la posibilidad de ver al ranúnculo de agua.
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