Especiales

Economía

Los hosteleros del centro de Valencia se plantean permanecer cerrados: “Abrir no es rentable”

A la falta de turistas y de oficinistas se unen las obras en las calles céntricas: "Espantan a los clientes"

La Comunitat Valenciana estrena íntegramente su pase a la fase 2 de la desescalada del estado de alarma
Los hosteleros alicantinos presentaron un recurso con las restricciones de la Conselleria de SanidadBiel AliñoEFE

Mal momento para la hostelería valenciana. La “nueva normalidad” no ha llegado a los bares y restaurantes, al menos no a los del centro de la ciudad. Así lo han asegurado hoy el presidente de la Federación Empresarial de Hostelería de Valencia (FEHV), Manuel Espinar, y el de la Asociación de Bares de Valencia, Juan Carlos Gelabert.

Espinar explica que a “la ausencia del personal de las oficinas del centro, que se encuentran cerradas o con buena parte de su personal teletrabajando, y la falta de turismo” se unen además las obras que se están realizando en el centro de la capital, que “espantan a los clientes”.

Con esta situación, las previsiones de ocupación para este fin de semana son de entre el 20 y el 25 por ciento en la zona céntrica, en unas fechas en las que lo normal sería una ocupación del 80 por ciento. Por ello, dice Espinar, “muchos hosteleros se plantean no abrir: no es rentable”.

“Ya no se venden comidas y cenas, sino bebidas, lo que ha provocado una caída importante en el ticket medio”, indica. Por ello, considera necesaria una campaña destinada a la promoción del barrio gótico de Valencia, “el más grande de Europa. Además, las calles comerciales de la ciudad forman una de las zonas comerciales al aire libre más grandes de España”.

De la misma manera, reclaman exenciones fiscales de las tasas municipales y negociar con los propietarios de los locales la bajada de los alquileres, “puesto que son altos en un momento en el que los ingresos se han visto, por mucho, reducidos”.

La situación, dice, “es mejor en zonas como la fachada marítima, con el movimiento habitual del verano, o Patraix, donde la cercanía y el carácter barrio-pueblo hace que haya más movimiento”.

Por su parte, Gelabert insiste en la caída de ingresos de los bares del centro y reclama una bajada del precio de los alquileres de los locales.