Coronavirus
Los usuarios de metadona, un colectivo de alto riesgo a la covid sin apenas casos
Esta idea del alto riesgo del colectivo se debe a que aproximadamente la mitad de los usuarios de metadona sufren otras enfermedades asociadas, como SIDA o Hepatitis
Los usuarios de metadona de la Comunitat Valenciana constituyen, por motivos de salud y de hábitos, un colectivo de alto riesgo a la covid-19 que, sin embargo, ha presentado en el último año un índice de contagios sorprendentemente bajo, en torno al 5 por ciento.
Así lo han explicado a EFE el responsable provincial de Adicciones de Cruz Roja en Alicante, Javier Rodríguez, y el director del Centro de Intervención de Baja Exigencia para Drogodependientes (CIBE) de la institución humanitaria, José Verdú, con motivo de la celebración, hoy 26 de junio, del día internacional contra las drogas.
”Al comienzo de la pandemia pensábamos que sería un grupo propenso a infectarse de coronavirus pero han pasado los meses y ha sido de los que menos síntomas e ingresos en el hospital ha requerido”, ha relatado Rodríguez, que conoce bien la situación porque dirige el centro provincial de metadona, el único que fabrica esta sustancia en la provincia y que gestiona Cruz Roja en las inmediaciones del estadio de fútbol Rico Pérez de Alicante.
Esta idea del alto riesgo del colectivo se debe a que aproximadamente la mitad de los usuarios de metadona sufren otras enfermedades asociadas, especialmente respiratorias, cardiovasculares, oncológicas, hepatitis, VIH, diabetes y tensión, además de salud mental.
La baja incidencia del virus en estas personas es objeto de estudio y algunas de las hipótesis se centran en la interrelación de los tratamientos antirretrovirales del VIH o los efectos del consumo de alcohol.
Una reciente encuesta realizada por Cruz Roja a 302 usuarios (245 hombres y 57 mujeres, la mayoría de 45 a 54 años) revela que de todos los que tienen una enfermedad solamente acuden al médico siete de cada diez mientras que el 30 por ciento restante no lo hace pese a presentar, en algunos casos, patologías infecciosas.
Treinta y ocho de cada cien encuestados admitió tener hábitos de salud inadecuados por el consumo de drogas legales, poca higiene, nula actividad física, escasas horas de sueño y por una deficiente alimentación.
A este respecto, el estudio refleja que once de cada diez solo realiza una ingesta de comida al día y que el 38 se alimenta dos veces, lo que supone que la mitad de los que toman metadona no llega a las tres comidas cada 24 horas.
Además, el 22 por ciento reconoce tener problemas de higiene personal (el 16 está en situación sin hogar) y el 55 padece estados de ansiedad o episodios de depresión.
Pese a todos estos factores y a que el 12 por ciento dijo que había tenido contacto con personas infectadas con la covid-19, solamente el cinco de cada cien de los 302 encuestados manifestó haber tenido síntomas del virus, y únicamente el 3 por ciento fue diagnosticado positivo.
Estos usuarios manifiestan haber incrementado los consumos durante la pandemia y han pedido a Cruz Roja más ayuda de la habitual para cubrir carencias en varios aspectos: para cubrir su situación económica, tramitar diferente documentación, así como lograr alimentos, productos de aseo personal, tratamiento dental y oftalmológico y ayuda para la movilidad.
Una de las iniciativas emprendidas por la institución humanitaria para atender al colectivo durante el confinamiento fue el programa ‘metadona en casa’, del que se beneficiaron en un primer momento medio centenar de personas y que aún sigue vigente con 21 usuarios.
Estas personas a las que se les ha decidido llevar la metadona a domicilio presentan muchas dificultades para desplazarse o, ha explicado Javier Rodríguez, un altísimo riesgo sanitario porque sus patologías asociadas no favorecían que salieran a la calle.
Las decenas de beneficiados de este servicio también han recibido alimento, productos de higiene e información sobre educación para la salud y ayuda para la rápida detección de algunas patologías.
Durante 2020, Cruz Roja ha atendido a un total de 4.125 usuarios de metadona (1.559 en la provincia de Alicante, 1.359 en Castellón y 1.207 en la de Valencia).Por su parte, el Centro de Intervención de Baja Exigencia de Drogodependencias (CIBE) en Alicante no ha interrumpido la actividad desde marzo de 2020 y finalizó el pasado año atendiendo a 453 personas, muchas de las cuales al principio del confinamiento temían quedarse desatendidas por el cierre generalizado de centros de atención social, es decir, verse “en tierra de nadie”, según José Verdú.
El objetivo de este centro situado junto al centro provincial de metadona es mejorar en la medida de lo posible la calidad de vida de personas con adicciones al alcohol o a las drogas que carecen de una vivienda y que, por lo tanto, pernoctan en la calle.
Para ello, proporcionan alimento, aseo personal con duchas, tratamientos médicos, psicológicos y de enfermería, además de asesoramiento por parte de trabajadores sociales para su inserción social.
✕
Accede a tu cuenta para comentar