Opinión

El CIS se juega la credibilidad

El resultado en Castilla y León dictará sentencia para Tezanos

Las elecciones del 13-F en Castilla y León no solo dictarán sentencia para PP-Vox y PSOE-Podemos, sino también para el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), ese organismo que tan sectariamente dirige Félix Tezanos. Desde su llegada se ha desvelado inútil como instrumento del Gobierno. Su intento de estar a su servicio obtuvo un fracaso rotundo en la Comunidad de Madrid. Ahora afronta otro reto: su credibilidad, incluso la justificación de su existencia.

La tesitura en la que Tezanos ha puesto al CIS dando como ganador en Castilla y León al PSOE y otorgando el Gobierno al frente de izquierdas contradice a la seguridad con la que otros encuestadores afirman: «Solo hay una posibilidad entre un millón de que el centroderecha no venza», una diferencia de criterio que jamás se había producido en España, que yo recuerde.

Mi amigo Rogelio, sin embargo, en contra de la apreciación generalizada no termina de condenar a Tezanos y duda de que vuelva a repetir el escándalo de los comicios madrileños. Opta por no creerle capaz de tropezar voluntariamente en la misma piedra. «Un nuevo fracaso tan bochornoso –precisa– ya no serviría a Pedro Sánchez para presionar a presidentes autonómicos como el valenciano Ximo Puig a adelantar las elecciones para contrarrestar la ola favorable al PP si el PSOE sale derrotado en Castilla y León y se vislumbra en Andalucía. Definitivamente, la credibilidad del CIS, ahora por los suelos, depende de los resultados en la autonomía que dirige Fernández Mañueco, especialmente para las decisiones que el presidente del Gobierno pueda tomar en el futuro.

Es ahí donde vuelve a insistir mi amigo: «Si el CIS acierta o yerra por poco, Sánchez es más que probable el adelanto en la Comunidad Valenciana en coincidencia con las andaluzas». En cualquier caso, ahora es mi opinión, tendrá que convencer a Ximo Puig. Así es la vida.